Gobierno de Costa Rica busca acuerdo con demás países de Centroamérica sobre transporte regional

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Costa Rica busca acuerdo con demás países de Centroamérica sobre transporte regional

Las medidas tomadas por las autoridades costarricenses motivaron el cierre de la frontera como represalia de parte del gobierno de Nicaragua y la protesta de organizaciones empresariales de la región, que consideran lesionados sus intereses comerciales.

Transportistas panameños también cerraron la frontera con Costa Rica en protesta por tales disposiciones.

Alrededor de medio centenar de transportistas han sido rechazados en los puestos fronterizos, especialmente en la frontera con Nicaragua, tras dar positivo al Covid-19.

El ministro de Salud, Daniel Salas, explicó en la conferencia de prensa de este martes que 38 contagios corresponden a transportistas y a contactos primarios o secundarios de éstos. “El riesgo es tal que solo uno de esos casos llegó a contagiar a 18”, aseguró.

El gobierno costarricense emitió dos decretos para manejar la situación del transporte intrarregional. Uno de ellos es el paso directo y vigilado de los camiones que van con mercancías hacia Panamá; el otro establece que los transportistas que traen mercadería para Costa Rica deben dejar el furgón en la frontera y regresarse con el cabezal. Un transportista local se encarga de llevar la carga a su destino dentro del territorio nacional.

“Costa Rica ha definido que su prioridad es proteger la vida y la salud de sus ciudadanos. Entendemos que algunas medidas pueden producir repercusiones de tipo económico; nuestra intención no es truncar el comercio regional y por eso estamos buscando soluciones con la ayuda del COMEX”, expresó Salas.

La ministra de Comercio Exterior, Dyalá Jiménez, informó que desde ayer se abrió un proceso de diálogo con las autoridades gubernamentales y representantes del sector privado de la región para tratar de encontrar un “punto de encuentro”.

“Costa Rica no ha cerrado fronteras ni ha cerrado el diálogo con la región. Nunca antes habíamos vivido una situación como esta en el marco de la integración económica centroamericana, y las medidas que estamos tomando son acordes con esa situación extraordinaria”, aseguró la ministra.

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Gobierno nicaragüense cierra frontera de Peñas Blancas y transportistas panameños cierran frontera sur

La Ministra de Comercio Dyala Jiménez Figueres confirmó esta tarde que se encuentra cerrado el comercio terrestre por ambas fronteras, después de que el Gobierno nicaragüense ordenara el cierre de la frontera de Peñas Blancas, y debido a la huelga y bloqueo de transportistas de Panamá, en la frontera sur del país.

El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo cerró el tránsito de mercadería en la frontera norte de Peñas Blancas, como una medida «recíproca», después de que las autoridades costarricenses prohibieran el ingreso al país de aquellos conductores de transportes de carga centroamericanos que tengan un resultado positivo en la prueba de COVID-19.

La medida es parte de un malestar de parte del sector privado regional y gremios de transportistas. Esto motivó una reunión virtual extraordinaria del Consejo de Ministros de Integración Económica (Comieco), que es parte de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (Sieca). En el encuentro participaron autoridades de comercio, aduanas, salud y migración.

Según informó el Ministerio de Comercio Exterior (Comex) en un comunicado, el Comieco solicitó a Costa Rica “suspender la aplicación de las medidas adoptadas el pasado viernes 15 de mayo, en relación con el ingreso de transportistas extranjeros al territorio nacional”.

No obstante, el Gobierno de Costa Rica argumentó que “las medidas fueron tomadas al amparo de las facultadas soberanas costarricenses de garantizar la protección y resguardo de su salud pública y conforme con los instrumentos jurídicos regionales”.

Costa Rica propuso elaborar un protocolo regional de medidas de bioseguridad en el marco de la pandemia del COVID-19, para proteger la salud de los ciudadanos centroamericanos y al mismo tiempo permitir el comercio regional (basado en mejores prácticas sanitarias y evidencia científica); conformar un grupo de trabajo regional para operativizar la nueva realidad de los flujos de comercio en Centroamérica; y garantizar la apertura de todas las fronteras terrestres de la región.

Jiménez explicó que únicamente la primera propuesta fue sometida a aprobación del Comieco y se cuestionó el marco de legalidad de las medidas adoptadas por nuestro país”.

“Esta situación complicó la posibilidad de llegar a acuerdos regionales que permitan atender con urgencia el estado de nuestras fronteras. Seguiremos realizando todos los esfuerzos que se encuentran a nuestra disposición para evitar un impacto negativo a nuestras importaciones y exportaciones”, informó la funcionaria.

«Si no es viable lo sabremos una vez que lo intentemos»

“Lo que nosotros estamos buscando es que Nicaragua abra nuevamente las fronteras para, por lo menos, comenzar el nuevo operativo que nosotros habíamos propuesto. Si no es viable lo sabremos una vez que lo intentemos nosotros, junto con el sector privado”, dijo Jiménez esta tarde en Radio Monumental.

La jerarca comentó que el sector privado tampoco sabe aún si las nuevas medidas propuestas por Costa Rica son viables y que hay opiniones encontradas en dicho sector.

Esta mañana el Comité Consultivo de la Integración Económica (CCIE), que agrupa a cámaras y federaciones empresariales de toda Centroamérica, solicitó al Gobierno de Costa Rica que reconsidere los decretos emitidos, los cuales, “tendrán un impacto negativo en el abastecimiento regional de productos indispensables para combatir el COVID-19 y un adecuado acceso de alimentos a la población”.

El sector privado también pidió a todos los países de la región “apoyar la urgente elaboración y aplicación inmediata del protocolo regional para el sector transportista centroamericano” para evitar contagios y a su vez garantizar la fluidez del comercio.

Nuevas medidas iban a entrar en vigor este lunes

Este viernes el Gobierno firmó los decretos N°42351-H y 42350-MGP-S, con el fin de mantener el menor número de transportistas extranjeros en el territorio nacional, para evitar focos de contagio, y garantizar las importaciones y exportaciones del país.

Las medidas empezarían a regir hoy lunes y establecen que los transportistas solo podrán ingresar a las instalaciones de los puestos fronterizos terrestres costarricenses para realizar las operaciones logísticas requeridas para garantizar las importaciones y exportaciones del país.

Solamente se permitirá el ingreso a aquellos que realizarán tránsito internamente, serán custodiados por autoridades policiales a través de caravanas hasta la frontera sur y solamente se les permitirá una parada.

Los demás conductores deben separar su cabezal de su carga/contenedor. Otro transportista (costarricense o extranjero con estatus legal) deberá enganchar ese contenedor/carga a su cabezal y trasladar la mercancía, ya sea hacia el territorio nacional o hacia la región centroamericana.

Hasta el momento, 61 transportistas extranjeros han dado positivo en las pruebas de COVID-19 realizadas por el personal de salud en frontera.

Malestar por fila de furgones en la frontera

Cuando el Gobierno de Costa Rica anunció las nuevas medidas en la frontera, varios gremios de transportistas centroamericanos protestaron, ya que afirman que actualmente la fila de furgones y trailers en la frontera de Peñas Blancas es de al menos 35 kilómetros.

Varios gremios hicieron un llamado a que los transportistas se abstengan de hacer viajes de carga hacia Costa Rica, para evitarse pérdidas económicas.

Juan Carlos Limatuj, de la Gremial de Transportes de Guatemala, explicó en un video que “no quieren desestabilizar la economía centroamericana»; pero tampoco quieren que los pilotos pasen calamidades.

“La cola supera los 35 kilómetros. Nuestros pilotos llevan mas de ocho días de estar en la cola. No llevan suficiente comida, ¿dónde van a conseguir agua para bañarse? Esto es inhumano. Están en un foco de contaminación. ¿Dónde van a hacer sus necesidades fisiológicas? Lo están haciendo debajo de su vehículo y ahí mismo tienen que comer y cocinar sus alimentos”.

Según Limatuj, muchos transportistas guatemaltecos ya no tienen agua para bañarse y les están vendiendo las cubetas de agua a 50 córdobas ($1.45) y “los tiempos de comida” a 150 córdobas ($4,35). También dijo que es imposible trasegar la carga que llevan en la frontera y que a ellos como transportistas se les hace difícil hacerse la prueba de COVID-19 en sus países, aunque reconoció que lo ideal sería que cada país la hiciera.

De igual forma, antes de la reunión del Comieco, transportistas centroamericanos bloquearon la frontera panameña en Paso Canoas porque aseguran que las medidas del gobierno costarricense les afectan.

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Daniel Ortega culpa a Costa Rica por cierre de frontera

Por Sofía Chinchilla

«Por combatir la pandemia no se puede crear una crisis y una pandemia que tendría un impacto humanitario y que afectaría a la población centroamericana», afirmó Ortega en un mensaje televisado a los nicaragüenses. Imagen: Captura de pantalla.

Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, acusó a Costa Rica de frenar el tránsito de mercancías a través del Istmo centroamericano por las medidas implementadas para evitar que transportistas extranjeros, contagiados con coronavirus, propaguen la enfermedad en el país.

El mandatario achacó al gobierno de Costa Rica imponer decisiones unilaterales que, según dijo, afectarán el tránsito de productos y la economía de toda la región.

“No es Nicaragua la que ha cerrado las fronteras para el transporte; es Costa Rica la que ha cerrado el paso con las medidas que ha venido tomando”, afirmó Ortega.

No obstante, este lunes, el Ministerio de Hacienda confirmó que los encargados de la aduana de Peñas Blancas, del lado nicaragüense, no estaban permitiendo el paso de transportistas en ninguna dirección.

El gobierno de Ortega dictó tal disposición el día en que se empezó a aplicar la restricción para el ingreso a Costa Rica de los transportistas foráneos. Ellos ahora no pueden traspasar la frontera, sino que deben desenganchar el furgón en la zona aduanera primaria, para que un nuevo conductor lo lleve hasta su destino.

Mientras, los camiones que pasan por Costa Rica con rumbo a Panamá o a Nicaragua deben atravesar el territorio en una caravana custodiada por autoridades policiales.

Tales medidas se implementaron el día en que se elevó a 50 el número de transportistas a los que se les ha impedido el ingreso a suelo costarricense al dar resultados positivos en la prueba de covid-19.

Solo en estas pruebas a transportistas en la frontera, Costa Rica ha detectado más casos de coronavirus de los que ha reportado el gobierno de Nicaragua oficialmente para su país, el cual solo ha informado de 25 contagios.

En suelo nicaragüense, crecen las denuncias de médicos, organizaciones civiles y prensa sobre un ocultamiento de los datos reales, así como informaciones de que el país entró en una etapa de contagio masivo y comunitario del nuevo virus.

Un reportaje del medio Confidencial señala que, en realidad, se han realizado 5.900 exámenes de covid-19, de los cuales 1.600 resultaron positivos.

Sin embargo, para Ortega, lo que hicieron las nuevas disposiciones costarricenses fue afectar el tránsito de mercancías que, en su criterio, se estaban moviendo bien y sin problemas.

“¿En los últimos días qué ha pasado? Las autoridades de Costa Rica empezaron a poner de manera unilateral, no hubo un llamado a hablar del tema, que dieron como resultado el cierre de la frontera. Es Costa Rica el que ha cerrado las fronteras”, insistió Ortega.

El mandatario nicaragüense se basó en declaraciones dadas a medios de comunicación en las que Enrique Egloff, presidente de la Cámara de Industrias de Costa Rica, afirmó que la propuesta del desenganche es inviable.

“Fíjese bien lo que dice Egloff: es una situación lamentable (…) El desenganche no es viable. ¿A quién le va a entregar el furgón o el remolque? ¿Quién asume la responsabilidad del contenido o lo que falte en él? ¿Quién se hará responsable por la contaminación del contenedor o si se encuentra droga, si se rompe la cadena de frío?”, leyó Ortega en unos papeles que sostenía en la mano.

También, citó Ortega, le medida obliga a los importadores y exportadores a contratar más choferes.

La Nación quiso conocer cómo recibió Egloff el uso de su criterio por parte de Ortega, no obstante, el empresario indicó que no podía responder, por encontrarse en una reunión con el Ejecutivo.

De acuerdo con el mandatario nicaragüense, por culpa de Costa Rica, entre Peñas Blancas y Rivas hay más de 900 camiones que vienen desde su país, Honduras, El Salvador y Guatemala que no pueden ingresar a Costa Rica.

“Todos estamos luchando contra esta pandemia, con la mayor coordinación. Lo importante es que por combatir la pandemia no se puede crear una crisis, y una pandemia que tendría un impacto humanitario y que afectaría a la población centroamericana”, dijo Ortega.

El presidente nicaragüense añadió que está en manos de Costa Rica encontrar una solución al flujo de mercancías.

“Tenemos que ver cómo se reglamenta y se permite la fluidez, sin que esto venga a debilitar las medidas que tiene cada país para combatir la pandemia; es el llamado que hacemos al gobierno de Costa Rica”.

“Tenemos toda la disposición y, mientras tanto, a los transportistas que se encuentran a lo largo de la zona del istmo de Rivas y del Departamento del Río San Juan, expresamos nuestra solidaridad”, dijo Ortega.

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Rosario Murillo enfila sus dardos contra Costa Rica:»Países que se dicen europeos»

La primera dama y vicepresidenta del país, Rosario Murillo, pidió este martes que se solucione el problema de los transportistas varados en la frontera con Costa Rica, combinando esta demanda con una indirecta a los «países que se dicen europeos».

«Esta situación que está planteada en Centroamérica, donde miles de familias dependen del trabajo honrado de los transportistas centroamericanos y donde se impondrá, estamos seguros, el bien. Es decir, el derecho que tienen las familias de todos los países de Centroamérica a vivir con trabajo, porque nadie está encima de nadie. Vivimos en Centroamérica, no vivimos en Europa. No hay un país europeo y los demás países centroamericanos. Países que se dicen europeos donde se desprecia la identidad y la idiosincrasia de los pueblos originarios. Nos dicen indios…», dijo Murillo casi al finalizar su intervención de este martes, a través de los medios de comunicación oficialistas.

El desarrollo económico de Costa Rica le ha valido ser llamada la «Suiza centroamericana», por eso la indirecta de Murillo hacia los «países que se dicen europeos». Costa Rica, país limítrofe con Nicaragua, es, además, uno de los principales destinos de los nicaragüenses para buscar trabajo, lo que nunca menciona Murillo.

Tampoco se debe a que el cierre de la frontera de Costa Rica se debe a que 39 transportistas nicaragüenses, que querían pasar la frontera hacia ese país, dieron positivo la prueba de Covid-19, por lo cual no se les permitió el ingreso y el gobierno de Costa Rica tomó la decisión unilateral de cerrar la frontera, lo que generó el problema regional. Este lunes, el dictador Daniel Ortega también atacó al gobierno de Costa Rica y lo acusó ser responsable del cierre de la frontera.

La semana pasada se intensificaron las diferencias entre Nicaragua y Costa Rica, desde que la Asamblea Legislativa costarricense envió una carta a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), para que evalúe la situación del Covid-19 en Nicaragua, debido a que este país no ha declarado medidas nacionales para prevenir los contagios masivos de esta enfermedad. La Asamblea Nacional de Nicaragua, controlada por el orteguismo, contestó a sus homólogos de Costa Rica con una declaración de insultos, en la que los llamó «sórdidos sirvientes del imperialismo», entre otros descalificativos.

La Prensa


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