Brasil: documento revela que la elite militar ve a Francia como amenaza para los próximos 20 años
La élite militar brasileña ve a Francia como una amenaza para los próximos 20 años
Francia, con su defensa renovada de la internacionalización de la Amazonía, ha tomado el centro del escenario las preocupaciones de la élite militar brasileña como la principal fuente de amenaza estratégica para el país durante los próximos 20 años.
La visión fue capturada por el Ministerio de Defensa con 500 encuestados en 11 reuniones en la segunda mitad de 2019.
Este es el borrador secreto «Escenarios de defensa 2040», al que Folha tuvo acceso. Ayuda a respaldar la revisión en curso de la Estrategia de Defensa Nacional, que se enviará al Congreso en junio.
Sus puntos de vista pueden o no ser aceptados por la cartera, pero reflejan un sentimiento medio entre los oficiales: las reuniones se llevaron a cabo en comandos militares, organizados por la Escuela Superior de Guerra.
La carpeta dice que habló a personas de la «esfera interna y externa». Según los involucrados en el proceso, el ejército es la mayoría absoluta de los oídos.
El texto de 45 páginas contiene consideraciones geopolíticas realistas e hipótesis algo delirantes. Allí, se pronostica la instalación de bases estadounidenses en Brasil, guerras e incluso el ataque con un coronavirus contra Rock en Río en 2039.
Los escenarios generales son cuatro: la alineación automática de Brasil a los Estados Unidos con o sin restricciones presupuestarias para defensa, y la relación general del país, también en cantidades grandes o pequeñas.
La única amenaza constante en todos los casos es Francia, lo que refleja el enfrentamiento entre Bolsonaro y el presidente Emmanuel Macron en la segunda mitad de 2019, cuando el francés sugirió la internacionalización de la Amazonía ante la crisis de incendios de la región.
El bosque está en el corazón del pensamiento militar local. El libro «Aspectos geográficos sudamericanos» (1931), del capitán del ejército Mário Travassos (1891-1973), consolidó la geopolítica de «integrarse para no entregar» en los cuarteles.
Según uno de los escenarios descritos, en 2035 París «formalizó una solicitud de intervención de las Naciones Unidas en la región de Ianomâmi, anunciando su apoyo irrestricto al movimiento de emancipación de ese pueblo indígena» y, dos años después, «movilizó a un gran número de sus fuerzas armadas, posicionándose ellos en la Guayana Francesa «.
Sin embargo, el texto se abstiene de decir qué sucedería si los países estuvieran efectivamente vigentes. En la década de 1960, los países se sorprendieron con un problema de pesca, la llamada Guerra de la langosta.
El borrador ignora que Francia es el principal socio militar de Brasil, con quien tiene un amplio acuerdo para la producción de submarinos y helicópteros.
El espectro actual de la región, la dictadura chavista de Venezuela, recibe un trato diferente. En una simulación realista, el país aprovecha los misiles balísticos que recibió de Rusia y China e invade la vecina República de Guyana (anteriormente Guyana Británica) detrás de los territorios que disputa.
La lucha estalla por Roraima, lo que obliga a Brasil a entrar en conflicto: el resultado no se da, pero aparentemente somos salvados por el «escudo antimisiles, un sistema desarrollado por Brasil, con apoyo israelí y material estadounidense».
En otros escenarios, hay una pacificación de la crisis venezolana, con o sin brasileños en la ecuación.
La naturaleza pacífica de Brasil, que no ha estado involucrado en conflictos en la región desde la Guerra paraguaya (1865-70), solo se mantiene en uno de los cuatro escenarios, uno en el que falta un presupuesto y el país busca la equidistancia de Estados Unidos y China.
En los demás, además de los enfrentamientos con franceses y venezolanos, se prevé la intervención militar brasileña en Santa Cruz de la Sierra después de que el gobierno boliviano expulse a los agricultores brasileños.
La crisis continua de Argentina se ve superada en el documento, pero el antiguo oponente geopolítico de Brasil no se ve como una amenaza, excepto cuando intenta instalar una base militar china en su territorio en 2034. Brasilia desmoviliza a Buenos Aires de la idea diplomáticamente.
Por otro lado, el Ministerio de Relaciones Exteriores es visto como un mediador de las guerras entre Bolivia y Chile y entre Colombia y Venezuela.
En un registro más concreto, el tema de los crímenes transnacionales relacionados con el narcotráfico está presente en las preocupaciones, así como en la militarización del Atlántico Sur.
Aquí, un avance chino en el área con la expansión de su instalación en Namibia y la predicción del establecimiento de la mayor fuerza en el hemisferio sur en la forma de una base de la OTAN (alianza militar occidental) en Santo Tomé y Príncipe no son hipótesis poco realistas.
La dicotomía de un mundo en el que el surgimiento de China desafía a los Estados Unidos es omnipresente. Beijing ya tiene una fuerte presencia económica en Brasil y sus vecinos. Pero el hecho de que estemos cerca de la potencia militar más grande del mundo conduce a su preponderancia natural.
Pero el texto deja en claro que esto fue reforzado por la «alineación iniciada en 2019» por el gobierno de Jair Bolsonaro.
Esto se describe como una ventaja competitiva para los militares si hay un gran presupuesto. Allí, se ve la compra de un portaaviones con siete barcos de escolta para el 2do Escuadrón soñado, con sede en Maranhão.
Curiosamente, el texto dice que será posible «modernizar la flota de aviones de patrulla» con la adquisición de ocho modelos P-3 Orion en 2029: el avión ya está desactualizado hoy.
El submarino nuclear brasileño, por otro lado, podría estar operativo en 2035, y un segundo podría lanzarse por la borda, en esta visión muy optimista.
Al mismo tiempo, en caso de que los brasileños se encuentren bajo una sequía económica, se prevé la instalación de bases estadounidenses en el país y en los vecinos, así como el «fortalecimiento de la Cuarta Flota» de la Armada de los Estados Unidos, que cubre la región.
La cuestión económica impregna el texto y refleja las demandas habituales de los militares. El presupuesto 2020, de R $ 80 mil millones, es el más bajo en 15 años, y aproximadamente el 80% de la cantidad se destina al personal.
Sin embargo, Bolsonaro, un capitán retirado del Ejército, conservó programas específicos, emprendió una reforma profesional largamente deseada por los militares y hace gestos a la categoría. Este viernes (7), la sexta división del ejército se recreará, seis años después de su cierre.
Los riesgos terroristas de los opositores estadounidenses en Brasil no se detallan en el texto, cortesía de tal alineación.
Cuando el texto comienza a tomar lecturas políticas, hay lugares comunes: gobiernos estables con una economía para permitir el avance de las iniciativas militares, de lo contrario, las Fuerzas Armadas se utilizan para contener las crisis en el área de seguridad.
Dos curiosidades hacen eco de los discursos bolsonaristas. El voto impreso se considera tan decisivo como el voto del distrito para mejorar la política.
Y, en un escenario, dos ministros de la Corte Suprema son arrestados por corrupción, el resultado de reformas al Código Penal bajo el «gobierno de Maria Fernanda», dentro de 15 años. El Ministerio de Seguridad Pública, que había sido objeto de controversia durante dos semanas, solo sería recreado después de la crisis en 2031.
Hay sabrosos vuelos de imaginación. En uno de ellos, la fuerza brasileña provoca la irritación de los ultranacionalistas en el sudeste asiático, que propagan el coronavirus que causa el Sars (Síndrome Respiratorio Agudo Severo) durante la edición Rock in Rio con 19 años de anticipación.
En otro, un terrorista envía el bacilo del ántrax en cartas al Ministro de Defensa en 2039, como lo hizo en los Estados Unidos después del 11 de septiembre de 2001. Las cartas físicas de casi 20 años a partir de ahora no sugieren un ejercicio astuto en futurología.
Aún en línea con la paranoia ambiental, «un ataque terrorista del grupo ambientalista Nature, llevado a cabo en Belém en 2037 contra la compañía noruega que explora el aluminio en la región, provocó la muerte de decenas de brasileños».
En Brasil, históricamente el Ejército fue responsable de este tipo de estudio. Es la primera vez que el Ministerio de Defensa elabora algo en este sentido: en 2017, publicó escenarios con declaraciones generales y un enfoque más científico.
El borrador no especifica métodos. «El arreglo metodológico para componer un texto flexible usó técnicas y métodos cualitativos», dijo el ministerio, en una nota.
Folha envió el texto al especialista Vinicius Mariano de Carvalho, profesor del Instituto de Brasil y del Departamento de Estudios de Guerra del King’s College de Londres.
Prefirió no comentar sobre los escenarios en sí, pero señaló algunas dudas. «Sería relevante tener transparencia sobre la metodología aplicada y sobre qué investigadores participaron. La lectura no parece traer la perspectiva de las tres Fuerzas de manera equilibrada. Sugiere una preponderancia de una voz», dijo.
Militares passam a tratar a França como inimiga
Uma minuta ainda secreta sob o título «Cenários de Defesa 2040», que busca dar suporte à revisão da Estratégia Nacional de Defesa, revela o que é considerado o «sentimento médio» da elite militar brasileira.
O documento é fruto de consultas feitas em reuniões realizadas em comandos militares, organizadas pela Escola Superior de Guerra.
Segundo a Folha de S.Paulo, que teve acesso ao documento, o Ministério da Defesa «diz que falou com pessoas do âmbito interno e externo».
No texto são avaliados cenários que podem afetar a defesa do Brasil.
Segundo o jornal, há a previsão da instalação de bases norte-americanas no Brasil, guerras e até o ataque com um coronavírus contra o Rock in Rio de 2039.
A França é citada como ameaça, após os embates nada diplomáticos entre Bolsonaro e Emmanuel Macron no segundo semestre de 2019, quando o presidente francês falou sobre a internacionalização da Amazônia.
Leia a íntegra da reportagem do jornalista Igor Gielow
