Asesinatos cotidianos en Colombia: matan a otro líder social y a otro integrante de la FARC

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Carlos Biscué, otro líder social asesinado en Colombia

El país no acabó de salir de la conmoción del homicidio de la líder social María del Pilar Hurtado, cuando una nueva tragedia aparece para sacudir a la opinión pública, pues esta madrugada, en el Cauca, fue asesinado Carlos Biscué, un líder comunitario indígena de 30 años. En el momento, no se ha podido establecer qué grupo delincuencial sería el responsable.

Según la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), Biscué se encontraba departiendo con varios familiares suyos, cuando de manera intempestiva fue atacado por varios hombres armados. El indígena, que se desempeñaba como productor agrícola en la zona de Caloto y era uno de los miembros más activos de la comunidad Nasa del Resguardo indígena de Huellas, en la vereda El Pilamo de López Adentro, al parecer no había recibido panfletos de amenazas antes del hecho.

La indignación en redes sociales de parte de varias personas por este hecho no se hizo esperar y demostró mucha tristeza y desesperanza. Comentarios como “ya es necesaria una intervención internacional, esto no puede seguir así” y «Genocidio sistemático, pero qué clase de país es este, por Dios” fueron algunos de los más controversiales.

En este sentido, el informe del Instituto de Estudios y Desarrollo para la Paz (Indepaz) dice que el Cauca es el departamento con más líderes sociales asesinados en el país, con más de 56, seguido de Antioquía. Además, en los primeros días de mandato del presidente Duque se han registrado más de 100 asesinatos, según Indepaz.

En marzo de 2019, Indepaz envió una carta a la ONU con la intención de ponerle al tanto de estos asesinatos perpetuados en las más vulnerables del país.

RCN


FARC denuncia asesinato de otro exguerrillero en Nariño

El partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), en el que se convirtió la antigua guerrilla, denunció este lunes el asesinato de otro de sus integrantes, esta vez en el departamento de Nariño, con lo que ya son más 134 los excombatientes muertos desde la firma de la paz.

«Hoy, Servio Delio Cuasaluzan Guanga, integrante del partido FARC en proceso de reincorporación, fue asesinado en el municipio de Ricaurte, en el departamento de Nariño. Es evidente la sistematización y la falta de garantías para los firmantes de la paz», dijo en Twitter el senador y exguerrillero Pablo Catatumbo.

El hecho tuvo lugar en la aldea El Palmar, de Ricaurte, donde hombres armados dispararon al desmovilizado. En la misma red social, el representante a la Cámara por la FARC Sergio Marín reclamó: «¿Si esto no es sistemático, entonces qué es?».

Por su parte, el secretario de Gobierno de Nariño, Mario Viteri, lamentó la muerte del exguerrillero y pidió a las autoridades que avancen las investigaciones para dar con los responsables.

La FARC aseguró el sábado que la violencia contra sus militantes se «ha cobrado la vida de 133 exguerrilleros, así como de 34 de sus familiares y once más desaparecidos».

En una declaración al término de un encuentro de carácter urgente que comenzaron el viernes para analizar la situación, los líderes de la FARC manifestaron que «estos asesinatos sistemáticos (…) son responsabilidad del Estado y el Gobierno, que constitucionalmente están en la obligación de garantizar la vida y la seguridad de todos los colombianos».

Según Viteri, con el caso de Cuasaluzan ya son cuatro los exguerrilleros asesinados en la última semana en el suroeste del país. A esto se suma la muerte de al menos 500 líderes sociales en los últimos tres años, el último de los cuales sacudió al país el pasado 21 de junio.

Ese día, en el municipio de Tierralta, que hace parte del caribeño departamento de Córdoba, dos hombres dispararon desde una motocicleta contra María del Pilar Hurtado Montaño, de 34 años.

La mujer, que según varias fuentes era una líder de su zona que estaba amenazada, caminaba por las polvorientas calles de la localidad en compañía de su hijo, de apenas nueve años, cuando fue tiroteada.

Este lunes en la localidad de Puerto Tejada, en el departamento del Cauca, de donde era oriunda, se llevaron a cabo las honras fúnebres de la mujer, sin que las autoridades hayan avanzado en la investigación del crimen.

El Espectador


Colombia espera respuesta por crimen de María del Pilar Hurtado dice Francisco Barbosa

El alto consejero para los Derechos Humanos de Colombia, Francisco Barbosa, aseguró este lunes que el país espera una «respuesta rápida» sobre los responsables del crimen de María del Pilar Hurtado, la joven madre que fue tiroteada el viernes pasado delante de su hijo de nueve años. «Debe haber una respuesta rápida porque el país la está esperando. No puede ser tolerable que un colombiano, independientemente de si es líder social o no, sufra una circunstancia como esta que llenó de dolor al pueblo», dijo Barbosa a W Radio.

Hurtado fue asesinada el 21 de junio en el municipio de Tierralta, que hace parte del caribeño departamento de Córdoba, delante de su hijo. Ese día, la imagen del niño llorando desesperado frente al cadáver de su madre incendió las redes sociales y desató la indignación general. Por el momento, las autoridades han descartado que el crimen haya sido obra de la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN), como se especuló inicialmente.

El mismo grupo insurgente envió un comunicado el domingo en la noche en el que aseguró que en Tierralta «el ELN no hace presencia desde hace 30 años». Barbosa explicó ayer a periodistas que, en cambio, en esa parte del país sí delinquen las estructuras criminales conocidas como el Clan del Golfo y Los Caparros, que se dedican principalmente al tráfico de drogas.

También, según una alerta temprana de noviembre pasado de la Defensoría del Pueblo, al menos 22.132 campesinos e indígenas que habitan en las zonas rurales de Tierralta, Montelíbano y Puerto Libertador, tres municipios del departamento de Córdoba, están a merced de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), herederas de los grupos paramilitares y que se enfrentan actualmente a las disidentes de la antigua guerrilla de las Farc.

Como parte de la investigación también se trata de esclarecer si Hurtado era una líder social, ya que el esposo de la mujer y otros familiares han indicado a los medios que Hurtado no estaba amenazada ni hacía parte de ninguna asociación comunitaria. Al respecto, el director de la Fundación Social Cordoberxia, Andrés Chica, dijo a Efe que Hurtado «no pertenecía a una organización social campesina pero sí tenía un liderazgo dentro de su comunidad en el marco de la invasión de un predio de propiedad del padre del alcalde» de Tierralta, Fabio Otero.

Mientras las acciones judiciales avanzan, hoy será sepultada Hurtado en su pueblo natal, Puerto Tejada, que hace parte del departamento del Cauca, en el suroeste del país, de donde salió hace cuatro años hacia Tierralta. Los cuatro hijos de la mujer fueron trasladados ayer desde Tierralta en un avión del Ejército hacia la ciudad de Cali . Posteriormente, salieron con rumbo a Puerto Tejada en compañía de una psicóloga y personal del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), informó el comandante de la División Séptima del Ejército, general Juan Carlos Ramírez.

El Espectador


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