Diálogo en Nicaragua: siguen las negociaciones y la oposición insiste en la ONU o la OEA como garantes

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Segundo día diálogo nacional: Alianza Cívica insiste en tener un representante de la ONU o la OEA como garantes

La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia anunció hacer públicos los puntos de negociación abordados en el primer encuentro del Diálogo Nacional, tan pronto como los mismos sean acordados.

Asimismo, se insistirá en la presencia de un representante de la Organización de Estados Americanos, OEA, en las negociaciones, afirmó Carlos Tünnermann.

Esto para dar fe del proceso limpio y justo que se está desarrollando en el Diálogo Nacional.

Hasta el momento la reanudación del diálogo se da sin que exista un mediador o facilitador que dé garantías de los consensos y acuerdos establecidos en las sesiones de diálogo, la Iglesia Católica participa esta vez solo como observadores.

«Hoy se podría dar a conocer el marco de diálogo «La Hoja de Ruta» que consiste en establecer los garantes, mediadores, la metodología a utilizar en los acuerdos y el tiempo de duración de dichos acuerdos para buscarle una salida al contexto político, económico y social», señaló Azalea Solís, suplente de Tünnermann.

En una conferencia de prensa, el nuncio apostólico en Nicaragua Waldemar Stanislaw leyó un pronunciamiento indicando que tras la reunión de ayer 27 de febrero, las partes involucradas lograron aprobar 9 puntos de 12 presentados, enmarcados en los aspectos a negociar.

Esta segunda sesión estará enfocada en la aprobación de los 3 puntos pendientes de los 12 que se plantearon en la «Hoja de Ruta».

Posteriormente se avanzarán en las propuestas que presente el Gobierno y la Alianza Cívica; esta última ha insistido en tres ejes: libertad, justicia y democratización.

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Comisión de la Verdad esclarece hechos registrados en Estelí durante intento de golpe de Estado

Integrantes de la Comisión de la Verdad, Justicia y Paz visitaron Estelí, uno de los lugares donde más las familias fueron afectadas por el terror provocado por los delincuentes durante el fallido intento de golpe de estado. En este territorio fue instalado el tranque de La Trinidad.

“Aquí en Estelí no fue la excepción, tuvimos muchas dificultades, momentos muy difíciles que pasaron a ser momentos de terror”, expresó el alcalde de Estelí, Francisco Valenzuela.

Agregó que las denuncias se realizaron en tiempo y forma ante instancias como la Fiscalía, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH).

Valenzuela denunció que uno de los días más difíciles fue precisamente el 20 de abril, donde con el pretexto de una movilización se produjeron actitudes altamente violentas, de terror. Se pudo comprobar que tenían como objetivo la quema de edificios públicos, como el INSS, la alcaldía, la casa del Comité del Frente, el Centro Recreativo y otras instituciones, así como dañar a funcionarios del gobierno y a la misma Policía Nacional.

Robaron los quioscos del Parque Central, quemaron tres motocicletas de trabajadores de la alcaldía. Las instalaciones fueron defendidas por trabajadores y la Policía Nacional. Los bomberos debieron socorrernos y también fueron agredidos por los terroristas. Ese día murieron dos jóvenes, recordó el alcalde.

“Ahí había droga, había alcohol, había vagos, delincuencia. Era una cosa espantosa. Ni se conocían algunos. Inferimos que había gente que no era de aquí, que era concentrada y que venía preparada para hacer actos de terror”, señaló.

El comisionado mayor Alejandro Ruiz, jefe de la delegación policial de Estelí, explicó que en el caso del tranque en La Trinidad se ocuparon 18 armas: cinco fusiles AK, granadas, F1, F5, pólvora y tiros, 15 pistolas, escopetas y armamento pesado como ametralladoras RPK.

“Consideramos que muchas armas entraron de gente fuera del país. Nosotros sabíamos que La Trinidad estaba dirigida por gente hondureña, salvadoreña, personas que estaban al frente de la batalla y otros ex militares, ex contras que también tenían sus reservas de armas”, subrayó.

Detalló que en La Trinidad se contabilizaron 94 barricadas, sin contar las cinco con adoquines dobles que había sobre la carretera Panamericana. En los tranques se robaron 16 camionetas y se incrementaron los robos. Además, los delincuentes contaban con un mini hospitalito que tenía todo tipo de material médico.

Rememoró que el 30 de mayo de 2018 iban en caravana hacia Managua cuando fueron atacados a mansalva, lo que provocó un fallecido, así como 16 policías y 26 civiles heridos.

Cairo Amador, miembro de la Comisión, valoró como muy esclarecedores los relatos aportados por el comisionado y alcalde.

“La población no apoyó el hecho de los tranques, como lo hemos visto en otras ciudades. Es más, el hecho que el 20 de abril tenían un ataque a la alcaldía y estaba un estadio lleno de béisbol, eso demuestra el poco apoyo que tuvo la acción violenta”, indicó.

Entre los daños que se registraron están la quema y destrucción de motocicletas, a la fachada de la alcaldía, del Centro Recreativo, Dirección General de Ingresos, la Casa departamental y el robo de casi 100 metros de adoquines en la carretera que va a La Estanzuela, precisó.

René Arroyo, una de las víctimas de los terroristas que fue secuestrado, relató los momentos de tensión vividos y aseguró conocer a varios de los que se lo llevaron, entre los que se encontraba un vecino.

Lo llevaron al tranque de La Trinidad. Al ser trasladado a otra barricada logró escapar pero fue nuevamente capturado en la vivienda de un amigo donde se había refugiado. De esta casa lo llevaron nuevamente al tranque donde lo interrogaron.

Al reconocerlos habló con ellos. Con suerte entraron en razón y le pidieron disculpas, narró.

“Mi familia ha sido bastante afectada, mi mamá, mis hermanas, los niños míos que todavía al dormir, le ponen maletas a las puertas. Eso lo afecta a uno. Todavía seguimos alquilando casa fuera del municipio. Y no pensamos volver aquí. Es muy difícil”, aseguró René.

Don Manuel Pineda y su familia, vecinos de Arroyo, también fueron agredidos, amenazados y violentados ese mismo día.

“Eran tiempos difíciles, dolía ver que en el tranque encontrabas trabajadores del hospital que les decían: ‘ella es la directora’ y hacían lo posible por agarrarme”, denunció su hija Sayda, quien era la directora del hospital.

La Voz del Sandinismo


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