Las tres vidas del subcomandante Marcos – Por Alberto Najar

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Por Alberto Najar, BBC Mundo *

Era un maestro simpático y bromista, de humor agudo y quien siempre tenía, en los labios o las manos, una pipa.

Se llamaba Rafael Sebastián Guillén Vicente, pero sus alumnos le pusieron un sobrenombre que pensaron adecuado al carácter de su profesor: le decían Cachumbambé.

Años después, el popular profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) adoptó otra identidad.

Se llamó Subcomandante Insurgente Marcos, el personaje más conocido del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Bajo ese nombre durante 20 años fue el vocero y jefe militar del movimiento, pero en mayo de 2014 decretó su muerte y empezó una nueva etapa. Desde entonces se llama Subcomandante Galeano.

Son los tres momentos en la vida del guerrillero, y que están vinculados con la historia del EZLN que este 1 de enero cumple 25 años de su aparición pública.

El Subcomandante, de hecho, acompaña al movimiento desde su fundación en noviembre de 1983, cuando se asentó en la Selva Lacandona de Chiapas, en el sureste de México.

Los ideales del Subcomandante Marcos fueron fuente de inspiración para muchos mexicanos.

«Muchas horas después de caminar, con unos 25 kilos de peso en su espalda, montan su primer campamento», escribió en el aniversario 20 del movimiento, en 2003.

«El mando escribe en su diario de campaña algo así como: ’17 de noviembre de 1983. Tantos metros sobre el nivel del mar. Lluvioso. Montamos campamento. Sin novedad».

«No ha habido ninguna ceremonia especial, pero ese día y a esa hora se ha fundado el Ejército Zapatista de Liberación Nacional».

Primera vida: el profesor

El estilo de escribir del Subcomandante es una de las características que más llama la atención hacia el personaje. Algo que le acompaña desde la época en que se llamaba Rafael Guillén Vicente.

Investigaciones periodísticas de 1995, cuando la Procuraduría (fiscalía) General de la República (PGR) reveló la identidad del Subcomandante, cuentan que el profesor solía desconcertar a sus alumnos.

El maestro impartía la materia de Diseño gráfico para la comunicación en la UAM, pero en los deberes escolares solicitaba leer textos de Michael Foucault, Carlos Marx o Louis Althuser. La idea del profesor era crear «un diseño con carácter social», señaló el semanario Proceso.

Algunos alumnos desertaron de la clase, pero quienes se quedaron recuerdan que tenía una relación cordial con casi todos, afinada con el sentido del humor de los norteños. Y es que Guillén Vicente, según la PGR, nació el 19 de junio de 1957 en Tampico, Tamaulipas, en el noreste de México.

Su familia tenía un negocio de venta de muebles, e incluso su padre, Alfonso Guillén, fue líder de la cámara de comercio local. Una de sus hermana, Paloma, fue diputada federal por el entonces gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), y en el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto fue subsecretaria de Migración en la Secretaría de Gobernación.

La exfuncionaria no suele hablar de su hermano, de quien la familia perdió la pista desde los años 80. El Subcomandante tampoco aborda el tema. Cuando en 1995 la Procuraduría General informó de su presunta verdadera identidad, el Sup, como muchos le conocen, dijo que no se parecía «al tampiqueño», como definió a Guillén Vicente. «Soy más guapo», bromeó.

Segunda vida: el carismático guerrillero

En el amanecer del 1 de enero de 1994 la plaza central de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, amaneció con cientos de indígenas armados. Eran milicianos del EZLN. La ciudad colonial es uno de los principales destinos turísticos del estado. Decenas de visitantes caminaban entre las tropas, que calentaban café en hogueras.

Entre la multitud destacaba un hombre alto, de tez blanca y con un pasamontañas. El periodista Amado Avendaño, director del periódico local El Tiempo, se acercó al personaje y le preguntó su nombre. «Subcomandante Insurgente Marcos», respondió. Horas después los milicianos salieron de San Cristóbal. En los siguientes 12 días se enfrentaron varias veces con el Ejército mexicano.

Fueron los únicos días de combate pues el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari decretó un cese unilateral al fuego, y después convocó al diálogo para concretar un armisticio. El encuentro se realizó en la catedral de San Cristóbal de las Casas. Marcos fue el vocero del EZLN y con su peculiar estilo informó el posicionamiento de los zapatistas en el diálogo.

Los siguientes años el Subcomandante fue el responsable de convocar a varios encuentros internacionales en el territorio de los zapatistas. También escribía con frecuencia comunicados desde la Selva Lacandona, como los firmaba, donde contaba la vida cotidiana de los milicianos.

Uno de sus personajes más conocidos fue Durito, a quien definió como una especie de conciencia del Sup. En 2001 encabezó un recorrido de cientos de milicianos por varios estados del país que concluyó en Ciudad de México para exigir la aprobación constitucional de los Acuerdos de San Andrés Larráinzar.

Se trata de un documento negociado con el gobierno del presidente Ernesto Zedillo, que reconoce los derechos de los pueblos originarios. Incluso algunos integrantes de la Comandancia General del EZLN hablaron desde la tribuna de la Cámara de Diputados, algo que nunca había sucedido en la historia del Congreso.

Pero el Congreso aprobó una reforma constitucional que no contemplaba los Acuerdos de San Andrés. Los zapatistas rechazaron la medida. Desde entonces permanecen en su territorio. Los comunicados de Marcos fueron escasos, e incluso el Subcomandante tuvo pocas apariciones públicas.

Tercera vida: Galeano, el maestro zapatista

2 de mayo de 2014. Campesinos armados atacan la comunidad de La Realidad, Chiapas. Es uno de los principales bastiones civiles del EZLN. En la agresión muere José Luis Solís López, maestro en la escuela La libertad, uno de los planteles del sistema educativo que los zapatistas mantienen en su territorio.

El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas responsabilizó del crimen a organizaciones vinculadas con los partidos Verde Ecologista (entonces en el gobierno estatal) y Acción Nacional (PAN). El asesinato del profesor marcó el inicio de la tercera vida del Subcomandante. Solís López era conocido en el EZLN como Galeano.

Era uno de los principales activistas del movimiento, y según especialistas también formaba parte del relevo generacional entre los líderes del zapatismo. Marcos, quien en ese entonces tenía 57 años de edad, convocó a una conferencia de prensa. «Éstas serán mis últimas palabras en público antes de dejar de existir«, dijo a los desconcertados periodistas.

Luego anunció que a partir de ese momento adoptaba una nueva identidad. Su nuevo nombre es Subcomandante Galeano. Marcos «esa botarga», definió, dejó de existir. Y confesó, con su peculiar estilo: en 1994 «empezó una compleja maniobra de distracción, un truco de magua terrible y maravilloso, una maliciosa jugada del corazón indígena que somos».

«La sabiduría indígena desafiaba a la modernidad en uno de sus bastiones: los medios de comunicación». En su tercera vida, el Subcomandante mantiene un perfil bajo. Los comunicados del EZLN los firma el nuevo vocero, el Subcomandante Moisés, quien es el principal discípulo de Guillén Vicente.

En los años 90, durante una de las épocas más difíciles para el zapatismo –la Comandancia General definió el proceso como «guerra de baja intensidad»- Moisés acompañaba con frecuencia el Sup en sus entrevistas o apariciones públicas.

El día de su nacimiento, el 24 de mayo de 2014, el Subcomandante Galeano definió el papel de su nueva identidad. «Pensamos que es necesario que uno de nosotros muera para que Galeano viva», dijo en referencia al maestro asesinado.

«Y para que esa impertinente que es la muerte quede satisfecha, en lugar de Galeano ponemos otro nombre para que Galeano viva y la muerte se lleve no una vida, sino un nombre solamente, unas letras vaciadas de todo sentido, sin historia propia». «Así que hemos decidido que Marcos deje de existir hoy».

BBC Mundo


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