#MIRADA2018 Las violencias en escena como modo de construcción de las memorias

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Por Daniel Cholakian – Nodal Cultura (Enviado a Santos)

Promediando el desarrollo del Festival Iberoamericano de Artes Escénicas, que continúa hasta el sábado 15 de septiembre en la ciudad de Santos, Brasil, se pueden trazar algunas líneas sobre la selección realizada por el equipo de curadores. Estas a la vez sirven para establecer una mirada sobre una parte de las estéticas y los temas del teatro latinoamericano del presente.

Las primeras jornadas del Festival, especialmente, estuvieron marcadas por obras que trabajan la opresión y las formas de violencia en la historia, desde la perspectiva de la construcción de la memoria presente. En este sentido Colombia, como país invitado, ocupó un espacio central en este eje de la selección.

También desde Brasil se habla de los modos de violencia y opresión, donde tanto la cuestión de la identidad y el racismo, como la dominación económica, son centrales. Por esto la raíz va mucho más allá del siglo XX y llega hasta los días de la colonización del país.

Vou Voltar

Dentro de esta línea curatorial también hay obras que hablan sobre la violencia política en Uruguay, con Vou voltar, obra brasilera que cuenta la historia de los actores del Teatro El Galpón de Montevideo, secuestradores, torturados y finalmente exiliados en México. De este país llegó Del manantial del corazón, en el cual el ritual de bautizo se convierte en rito mortuorio despidiendo a esos niños ya jóvenes asesinados por el narco.

El teatro Justo Rufino Garay, el primero independiente de Nicaragua, presentó con la Ciudad vacía algo que, sin contar violencias, cuenta desazón y carencias. Managua es una ciudad sin centro, sin partido y sin padre. Un espacio vacío donde las referencias están perdidas, donde las pérdidas vienen del terremoto de 1972, de las luchas revolucionarias y sus personajes se encuentran en un presente vacío. La búsqueda de la memoria personal deviene política.

Cine Splendid pone el foco en un enfrentamiento entre facciones de la policía stronissta en el año 1961, pero lejos de contar esa historia cuenta, desde la vecindad, como operó el sistema de delación, entrega, tortura y desaparición por parte de la dictadura megalómana de Alfredo Stroessner. El barrio ve, escucha y oculta un régimen de opresión brutal, del cual Paraguay recién en estos años puede comenzar a avizorar la dimensión y profundidad.

Cine Splendid

Colombia y la violencia cotidiana

Labio de liebre del grupo Teatro Petra de Colombia, abrió el Festival. El domingo el mismo grupo presentó su última obra Cuando estallan las paredes. En ella retoman el tema de la violencia en el país, esta vez proponiendo variaciones sobre el atentado contra un poderoso empresario, padre de una familia tradicional –que oculta todas las disfuncionalidades imaginables-. ¿Es legítima la violencia? ¿Cuándo y cómo cometer un atentado de este tipo? ¿Son las posibles víctimas de su entorno “inocentes”? ¿Sus eventuales muertes son daños colaterales? Las secuencias se reiteran con diferencias, los personajes mutan, desplazan sus lugares, sin embargo el representante de la gran burguesía terrateniente y consejero del presidente, es quien siempre conserva su poder, su capacidad de decisión sobre el país y sobre la vida y la muerte de los demás (incluso su propia familia). Más allá de la falta de perspectiva del pensamiento político que sustenta la acción violenta, la obra apunta a marcar la continuidad del régimen de poder en Colombia, que es el gestor principal de la violencia y cuyos poderosos se sostienen a lo largo de la historia. La propuesta escénica comienza presentando un mundo que parte del orden, de la simetría y del sincronismo, para finalizar con el desequilibrio y la pérdida de la gravedad.

El grupo Mapa Teatro presentó La Despedida, la última producción surgida de su investigación Anatomía de la violencia. La obra trabaja sobre la extraña decisión del ejército colombiano de establecer un museo en un antiguo campamento de las FARC, que había sido tomado por las fuerzas armadas varios años atrás.

Brasil y la colonización que sigue hablando

La violencia colonial y sus huellas en Brasil conforman el eje de tres obras, lo cual permite pensar que en este país en la identidad y la violencia presente no pueden dejar de mirarse a la luz de la historia que, por momentos, parece repetirse (o incluso regurgitarse).

Desde el presente, y con un trabajo irónico que se despliega incluso contra la misma autoría -la obra es portuguesa, y cuenta la repetición de la presencia colonial en la hiper explotación de la selva amazónica. Colonialismo del cual Portugal es parte desde el fondo de la historia brasileña. Amazonia cuenta la historia de un grupo de teatro que propone realizar una telenovela “ecológica”, para lo que obtienen el apoyo de grandes corporaciones multinacionales. Naciones Unidas, Monsanto, Shell y otras empresas apoyan la rara iniciativa de los actores portugueses, con la condición de que permitan la participación de cientos de refugiados bengalíes. El grupo Mala voadora despliega gran cantidad de recursos dramatúrgicos (humor, repetición, atemporalidad), escénicos y actorales. La mesa de expertos de Naciones Unidas, en que la representación se hace directamente con los culos de los actores es sorprendente y demuestra la importancia del cuerpo del actor en escena.

Amazonia - PH Jose Carlos Duarte

Retomando la puesta de Augusto Boal sobre La Tempestad, de William Shakespeare, Tribo de Atuadores llevaron a las calles de Santos Caliban. Boal, brasileño creador del Teatro del oprimido, propuso pensar aquel relato sobre el poder, en el marco de un naufragio en una isla, como una reflexión sobre la colonización, contando incluso la explotación de los marineros/trabajadores. Este trabajo recupera aquella propuesta y se despliega en las plazas en un diálogo directo con el público, quien se incorpora de un modo u otro en el lugar del oprimido. El trabajo visual y la construcción de los artefactos, que se despliegan en todo el espacio posible de las plazas, es digno de la propuesta del maestro brasileño.

Estas tendencias de confluir la desigualdad, el racismo y las identidades del presente con el pasado colonial se hace directa en Guanabara Canibal. El grupo Aquela Cía. de Teatro produjo un trabajo de construcción minuciosa de los textos, las diversas formas de actuación (danza, rituales, canto, monólogo), las músicas (donde aquellos tambores rituales se mezclan con el rock y las voces que parecen venir del fondo de la historia), el relato de la historia de las batallas en la Bahía de Guanabara en formato audiovisual, y la disposición de  muchos puntos focales simultáneos en la escena. El manifiesto antropófago de Oswald de Andrade y la omnipresencia del conquistador canibalizado en el cuerpo mestizo del presente brasileño habilitan la lectura transversal de la historia. Guanabara Canibal estalla de sentidos y estímulos potentes.

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