Guilherme Simões y Rud Rafael, integrantes del Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST) de Brasil: «La huelga del 30 de junio es contra los ajustes y la preservación de los derechos”
Por Leandro Segado*-¿Cuál fue el impacto de la huelga general pasada? Desde Argentina lo entendimos como una gran medida desarrollada por el pueblo trabajador en resistencia hacia el ajuste del golpista Michel Temer
La huelga general de abril tuvo gran importancia para la resistencia al golpe en Brasil. Sin duda fue la paralización más fuerte en décadas en el país y mostró al mundo cuán impopular e ilegítimo es el gobierno Temer. Miles de trabajadores interrumpieron la producción y la circulación de mercancías y realizaron cientos de protestas por el país en una reacción a las reformas propuestas por el Gobierno que apunta a destruir derechos laborales y sociales. Entonces, podemos decir que la huelga fortaleció a los movimientos sociales y populares contra el ajuste golpista, al tiempo que contribuyó a debilitar aún más a Temer.
-Teniendo en cuenta el desgaste del Gobierno, en gran parte por las evidencias de los actos de corrupción que se hicieron públicos, ¿uno de los objetivos de la huelga del 30 de junio es seguir desgastando?
Esta huelga es otra movilización contra los ajustes y la preservación de los derechos. Las reformas de la seguridad social y laboral que tramitan en el Congreso son trágicas y sólo podrían ser aplicadas por un gobierno que no fue elegido. Por eso, esperamos que sea un proceso aún más fuerte que el de abril, que sirva para ayudar a derribar ese gobierno e iniciar un nuevo proceso político en Brasil.
-¿Las centrales sindicales acompañan esta medida? ¿Cuál es el rol de la burocracia sindical?
Desgraciadamente, algunas grandes centrales sindicales están en manos de grupos comprometidos con Temer, pero otras tantas mantienen el compromiso de luchar contra el ajuste. En Brasil hay cerca de ocho centrales sindicales, siendo que podemos considerar que cuatro son de izquierda. La mayor central de Brasil (CUT) está construyendo directamente este 30 de junio junto a los movimientos populares. También hay que resaltar la crisis profunda por la que pasa el movimiento sindical brasileño en el contexto de desindustrialización y crisis capitalista, lo que estimula muchos movimientos de trabajadores más allá de las burocracias sindicales
-¿En qué estado está la movilización actualmente en Brasil?
Los últimos años en Brasil han sido de muchas movilizaciones callejeras. Y en ese proceso se están construyendo novedades políticas como el Frente Pueblo Sin Miedo que congrega a diversas organizaciones en el enfrentamiento al golpe y hoy es una de las principales fuerzas en las calles. Pero como sabemos, no es fácil mantener un alto nivel de movilización de los trabajadores en un país tan influenciado por los grandes medios. Así, los grandes diarios están hace días insinuando que el día 30 no tendrá la misma fuerza de la huelga de abril y eso dificulta concretamente el proceso. Por otro lado hay un desgaste cada vez mayor del Gobierno y su corrupción es cada vez más explícita, lo que impide encender los actos y la huelga.
* Militante del Frente Popular Darío Santillán