Indígenas de América Latina demandan la protección de la selva amazónica

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Representantes de diversos pueblos indígenas en México y América Latina, junto con ciudadanos de Cancún, navegaron esta mañana sobre la Laguna Nichupté, como parte de la «Global Canoe», en pro de la conservación de la selva amazonica y de Malecón Tajamar.

Organizado por Greenpeace-México, la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques (AMPB) y la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca del Amazonas (Coica), la protesta marítima busca que los ministros de 196 paises reunidos en la Cumbre Mundial sobre Biodiversidad (COP13) incluya en sus discusiones la opinión de etnias y comunidades locales.

Entre las participantes de esta acción pacifica, decenas de canoas o kayaks, desfilaron a lo largo del Sistema Lagunar Nichupté, cruzando el Canal Sigfrido, hasta llegar a Malecón Tajamar.

Desde el agua y de cara a Tajamar, exigieron la protección de bosques, selvas, manglares y el respeto a los pueblos indígenas, como principales guardianes de la preservación de los recursos naturales, amenzados por la acción humana.

«No queremos mas áreas naturales protegidas de papel, sin planes de manejo», expresaban unos; «salvemos al manglar, salvemos al manglar», pedían otros. «Tajamar, Tajamar, Tajamar», gritaban las y los cancunenses; «Amazonas, Amazonas, Amazonas», manifestaban etnias de la Amazonia.

La cantante, Ximena Sariñana, fue una de las participantes en esta actividad. La también actriz remó a bordo de un kayak, para elevar la voz en favor de la protección y conservación eficaz de las Areas Naturales Protegidas y se pronunció a favor de que el Malecón Tajamar sea restaurado y se preserve a favor de la comunidad.

En ese sentido, coincidió en que de nada sirve poseer áreas naturales protegidas, si éstas carecen de un Plan de Manejo que defina los limites de aprovechamiento y establezca zonas de proteccion y conservacion.

También habló de Tajamar, poligono de 74.8 hectareas de selva baja, humedales y sabana, cuyas 22 hectareas fueron destruidas la madrugada del 16 de enero pasado, por orden del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonantur).

«Tajamar es un ejemplo muy bonito de cómo la comunidad se une para preservar una zona y como es respondabilidad de todo el mundo y no nada mas del gobierno», dijo.

Días atrás, en el Moon Palace, hotel sede de la COP13, el secretario ejecutivo del Convenio sobre Biodiversidad Biológica (CBD), Braulio Ferreira de Souza Dias, alertó acerca de la pérdida de más del 90 por ciento de los humedales y la extinción de más del 20 por ciento de diferentes variedades de especies, rn el mundo.

Ferreira de Souza Dias, dijo que en los últimos 50 años el planeta ha sufrido la pérdida de la Biodiversidad “como nunca en la historia”.

En esta Cumbre Mundial, los pueblos indígenas demandan el cumplimiento del principio de consentimiento previo, libre e informado, marcado dentro del Convenio sobre Diversidad Biológica (CBD), que obliga a consultar a las etnias y comunidades, antes de realizar acciones, obras o actividades que pongan en riesgo los recursos naturales de las regiones que habitan.

El reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas y su participación en decisiones vinculadas con el aprovechamiento de los recursos naturales que resguardan desde tiempos ancestrales -sostienen- es fundamental para evitar un desastre ecológico.

Subrayan que es necesario hacer valer la incorporación de los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas en el manejo y conservación de ecosistemas vitales, como el agua, los bosques, las selvas, los manglares y diversas variedades de cultivos, como el maíz, plasmada ya en el CBD

En ese entendido, el jueves pasado exhortaron a la COP13 –que funciona como una suerte de asamblea mundial para la toma de decisiones en materia de Biodiversidad- a ratificar el capítulo 8-J del CBD, que reconoce el acceso a los conocimientos tradicionales y el principio de consulta previa, libre e informada.

El CBD es un tratado internacional establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que posee, básicamente, tres objetivos: Conservar la Biodiversidad, mejorar la utilización sostenible de los recursos y garantizar la participación equitativa de los beneficios derivados de ese aprovechamiento.

El artículo 8-J reconoce -en el papel- el rol de los pueblos indígenas en la conservación y gestión de la Biodiversidad, a través de la aplicación del conocimiento tradicional.

De acuerdo con el pronunciamiento hecho por etnias y comunidades, el 80 por ciento de los recursos naturales está en el 20 por ciento del territorio mundial se encuentra en manos de comunidades pequeñas, en su mayoría indígenas, lo que prueba que la biodiversidad está relacionada con la identidad cultural y el reconocimiento de las etnias.

El Universal

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