Fase final de la desestabilización democrática regional: la receta del caos – Por Daniel Caggiani

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La situación que estamos viviendo a nivel regional es delicada, y cualquier movimiento que se realice debe ser cuidadosamente analizado.

El gobierno paraguayo, a través de su Cancillería, planteó su preocupación por la situación que se vive en Venezuela, convocando a una reunión extraordinaria de los Ministros de Relaciones Exteriores del Mercosur, con el propósito de analizar la posibilidad de aplicar el Protocolo de Asunción sobre compromiso con la Promoción y Protección de los Derechos Humanos del Mercosur.

La nota divulgada por la Cancillería de Paraguay plantea “estudiar la situación por la que está atravesando la República Bolivariana de Venezuela en el marco del protocolo de Ushuaia I”. Más adelante, la misma nota establece el interés del gobierno paraguayo en “evaluar la situación de Venezuela, que hay un proceso que está establecido en el Protocolo, y eso amerita que el MERCOSUR tome una posición, y en eso el Paraguay ha estado muy claro en la posición que asumió…” . (Fuente: http://www.mre.gov.py/v2/Noticia/3995/el-paraguay-solicita-reunion-de-cancilleres-del-mercosur-para-analizar-la-situacion-de-venezuela)

Es importante recordar que este planteo del gobierno paraguayo, así como la prédica que se viene realizando desde la OEA, se realizan en un contexto en cual el gobierno venezolano y los grupos de la oposición iniciaron un díalogo en República Dominicana, auspiciado desde UNASUR y con el acompañamiento de dirigentes políticos como José Luis Rodriguez Zapatero, Leonel Fernandez y Martin Torrijos.

En un contexto de alta crispación política, este proceso de diálogo entre gobierno y oposición es altamente prioritario. Todos estamos preocupados por la situación que vive Venezuela, así como por las derivaciones externas que presenta para la estabilidad de la región. No se puede olvidar por ejemplo, que el Ex-Presidente Alvaro Uribe manifestó públicamente (desde Miami) que habría que “pensar que país democrático es capaz de poner sus fuerzas armadas al servicio de protección de la oposición en Venezuela”.

Otro foco de tensión viene dado por la reciente divulgación de un documento interno del Comando Sur de Estados Unidos, en el cual se enumera con lujo de detalles todos los alcances de la operación de desestabilización del gobierno de Venezuela. Hasta el momento no se ha desmentido ni aclarado la veracidad de esta filtración, pero dicho documento se agrega a la vigencia del Decreto especial del Presidente Obama en el que se declara a Venezuela como una “amenaza para la seguridad y la política exterior de Estados Unidos”.

Por ello, el planteo del gobierno paraguayo agrega más incertidumbre a la situación regional, puesto que potencialmente inicia un proceso de mayor aislamiento de Venezuela, que redundará en mayor crispación de la situación interna.

La estabilidad institucional está seriamente comprometida también por el proceso de juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff. El interinato de Temer podrá estar contemplado en el ordenamiento jurídico, pero no es menor que uno de sus principales referentes en el Senado, Romero Jucá, designado ministro de Planificación del presidente interino, debió renunciar por sus dichos relacionados a detener las investigaciones sobre corrupción para evitar nuevos cargos y detenciones. Ahora otro ministro designado por el gobierno interino debió renunciar, el segundo en menos de 20 días. El presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, fue apartado de su cargo apenas resuelto el impeachment, y el presidente del Senado también está seriamente comprometido.

Todos vimos como fue la votación en Diputados donde se aprobó el juicio político a la Presidenta Roussef. En ese contexto, recientemente un grupo de europarlamentarios divulgó una nota pidiendo la suspensión de las negociaciones entre la Unión Europea y Mercosur, por la “falta de legitimidad” del gobierno interino de Brasil.

Todos estos elementos hacen que la situación regional sea muy delicada. La cumbre del Mercosur fijada para el mes de julio, para el traspaso de la presidencia pro-témpore del bloque de Uruguay a Venezuela, no cuenta con las condiciones necesarias para realizarse y que aporte propuestas positivas para la estabilidad regional. Sin Cumbre de Presidentes, el traspaso de la Presidencia Pro-Témpore puede realizarse como un acto corriente del Mercosur.

El cuidado por la estabilidad institucional, los procesos de diálogo para consolidar la solución pacífica de los conflictos en la región, es hoy la principal apuesta que tienen que realizar las fuerzas progresistas de nuestros países. Estamos hablando de ejemplos políticos concretos, que se realizan con diálogo real, con mucho cuidado institucional y responsabilidad por las cosas que se anuncian. El díalogo entre el gobierno colombiano y las FARC, o el proceso de diálogo entre Cuba y USA, son dos ejemplos concretos de lo que estamos hablando.

Próximamente, también está en agenda la Cumbre de la OEA en República Dominicana. La solicitud del Secretario General del organismo para realizar una reunión extraordinaria del Consejo Permanente en el marco del Período Ordinario de Sesiones del 10 al 20 de junio, para “atender a la alteración del orden constitucional y cómo la misma afecta gravemente el orden democrático».

Esto cae justamente en un momento en el cual gobierno y oposición comenzaron a dialogar. Nuevamente, como en ocasión del acompañamiento electoral internacional de las elecciones legislativas del 6 de diciembre, la OEA se interpone en procesos institucionales en marcha para marcar perfil; en aquella oportunidad, UNASUR acompañó el proceso electoral y la insistencia de la OEA en enviar su propia Misión de Observación Electorial no hizo más que sembrar la duda acerca de la imparcialidad y limpieza de los comicios. En definitiva, no hizo más que alentar aún más la desconfianza y la inestabilidad institucional de Venezuela y la región.

Recientemente el gobierno de Ecuador hizo pública una nota en la cual llama la atención sobre las salidas de tono del actual Sec. Gral de la OEA. Si la OEA tiene un patrón de medida para Venezuela y otro distinto para Brasil, entonces dicho organismo no cuida su propia credibilidad. Hay que tener mucho cuidado y responsabilidad institucional para no agregar más problemas a los que ya tenemos. No precisamos más vedettismo; precisamos aportes concretos a los procesos de díalogo que están en curso en nuestra región.

Este martes también se divulgó un comunicado de la Secretaría General de UNASUR, renovando su apuesta por el diálogo, la convivencia y la paz en Venezuela4. “La Secretaría General de UNASUR no ha dejado ni dejará de apostar por el diálogo, la convivencia y, en definitiva, la paz en Venezuela, procurando encontrar alternativas para favorecer la estabilidad política y la recuperación económica que merece la República hermana. La UNASUR cree que la situación por la que atraviesa el país requiere espacios de entendimiento y canales de diálogo, por lo que agradece las recientes gestiones de los tres ex presidentes para aunar voluntades y buscar el camino del acuerdo entre los diferentes actores políticos en Venezuela, impulsando el establecimiento de un diálogo constructivo, como lo han solicitado algunos cancilleres de la Región” (Fuente: http://www.unasursg.org/es/node/719)

Es necesario actuar con cuidado, responsabilidad institucional y evitar el vedettismo mediático que no aportan soluciones sino que más bien, crispan más las situaciones conflictivas. Es preciso preservar, alentar y blindar el diálogo entre el gobierno y la oposición venezolana. Como país pequeño, Uruguay debe prestar atención a la estabilidad de la región como aspecto clave para el mediano plazo. En lo inmediato, implica respetar los procesos institucionales de díalogo, la voluntad de los pueblos y la estabilidad democrática.

*Diputado nacional uruguayo por el Movimiento de Pärticipación Popular y Vicepresidente del PARLASUR.

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