Organizaciones marcharon contra las políticas de Noboa, la policía reprimió a los manifestantes y detuvo a 12 personas

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Tensión en Quito: manifestantes desafían bloqueos policiales en marcha contra Noboa

Manifestantes en Quito se enfrentan a la policía en protestas por cambios en seguridad y reducción de cortes de energía

En el centro de Quito, un grupo de estudiantes y manifestantes protagonizó una serie de enfrentamientos con la policía, exigiendo cambios en las políticas gubernamentales. La protesta, que tuvo lugar en el sector de San Blas, se intensificó debido a bloqueos de seguridad y la intervención de las fuerzas del orden con gas pimienta. Los manifestantes, decididos a continuar su lucha, han expresado su descontento por la situación económica y social del país, en especial por los cortes de energía eléctrica y la inseguridad en los barrios de la ciudad.

Estudiantes y manifestantes se enfrentan a la policía en Quito

Hasta las 17:00, el grupo de estudiantes se enfrentó a un fuerte cerco policial en el sector de San Blas, ubicado entre las calles 10 de Agosto y Briceño, en el centro de Quito. Los manifestantes, que exigen cambios en las políticas gubernamentales, se encontraron con un cierre total de la avenida, lo que dificultó su avance hacia el Centro Histórico de la ciudad.

Enfrentamientos intensificados y reclamos ciudadanos

Con consignas como «Resistencia» y «Fuera Noboa, fuera», los manifestantes intentaron remover los bloqueos de seguridad, pero la policía respondió con gas pimienta para dispersar a la multitud. La tensión aumentó cuando, tras más de una hora de enfrentamientos, los manifestantes no lograron avanzar, y la situación se volvió cada vez más difícil de controlar.

Andrés Quishpe, presidente de la Unión Nacional de Estudiantes (UNE), expresó que la marcha no pudo continuar debido a una orden del Ministerio de Gobierno, que impide el paso de la protesta hacia el centro de Quito. «Noboa tiene miedo a los pueblos de Ecuador y por eso manda a reprimir», comentó Quishpe, en alusión al gobierno del presidente Daniel Noboa.

Los enfrentamientos se intensificaron cuando algunos estudiantes comenzaron a lanzar piedras, palos y encender llantas como forma de resistencia ante la policía. Entre los principales reclamos de los manifestantes están la reducción de cortes de energía eléctrica y la mejora de la seguridad en los barrios de la ciudad. Una estudiante, visiblemente indignada, denunció que mientras la policía bloquea el paso de la protesta, en su propio barrio se producen robos y muertes: «Mientras los policías nos impiden avanzar, en mi barrio están robando, matando», señaló.

El clima de tensión sigue siendo alto, con los manifestantes decididos a continuar su lucha en contra de las medidas del gobierno, mientras la policía refuerza su presencia para contener los disturbios.

Expreso


Daniel Noboa habla de desestabilización, luego de las marchas de la oposición

Este jueves, organizaciones sociales desarrollaron marchas en contra de algunas medidas del Gobierno de Daniel Noboa.

Varias provincias del país se unieron a las medidas de hecho. Las movilizaciones en Quito provocaron enfrentamientos entre la Fuerza Pública y los manifestantes.

En un balance preliminar, la Policía informó de tres policías heridos y 10 personas aprehendidas, durante la jornada de protestas.

El Puesto de Mando Unificado, integrado por varias autoridades del Gobierno, se reunió para analizar las movilizaciones.

Terminada la jornada, la Presidencia emitió un comunicado hablando de la vieja política y de desestabilización.

El documento menciona lo ocurrido con el cuñado del expresidente Guillermo Lasso, Danilo Carrera y el exministro del correísmo, Walter Solís.
Comunicado

El presidente Daniel Noboa, a través de un comunicado de la Presidencia, señaló que “la vieja política no se cansa”.

“No se cansa de atacar a un gobierno que, en un año, ha roto – y sigue rompiendo – los vínculos con la corrupción que ellos dejaron enraizados por años”, señaló.

Aseguró que la “vieja política” no tiene vergüenza y después de “feriarse” todos los sectores, especialmente el sector eléctrico y de telecomunicaciones, “ahora tienen la osadía de señalar a este gobierno como antidemocrático”.

“Hemos visto cómo se apoyan entre ellos: porque no somos parte de su juego, porque no les somos rentables. Sin importar la intensidad de sus ataques, a cada uno de ellos les repetimos: este gobierno no tranza con la vieja política y jamás lo hará”, dijo.

Luego mencionó casos de corrupción como el de Danilo Carrera, sentenciado a 10 años por liderar una red de corrupción en el sector eléctrico durante el gobierno de su cuñado.

Antonio Icaza, exgerente de CNEL quien, recibió nueve años de prisión.

“Hoy vemos las consecuencias dejaron a un país sumido en la oscuridad y en la incertidumbre“, indicó.

Después, menciona a Walter Solís, quien enfrenta múltiples procesos por malversación de fondos públicos.

“Estos son los mismos que ahora dicen preocuparse por el pueblo. Se dan el pésame entre ellos, e incluso se alían ¿Dónde estaban sus discursos y preocupaciones de hoy cuando la narcopolítica alcanzaba al Estado?”, sentenció.

El mandatario aseguró que el objetivo de estos grupos no es proteger a esa gente que engañaron, sino “desestabilizar a un gobierno que no pertenece a las mafias del pasado”.

“Seguiremos enfrentando a quienes dejaron al país a merced del narcotráfico y la corrupción. Y lo haremos porque respetamos la voluntad del pueblo ecuatoriano, defender y proteger su dignidad.
Ellos van a estar donde se lo merecen: en la Cárcel del Encuentro“, concluyó.

El Comercio


18 personas asesinadas cada día, el promedio de la violencia al cumplirse el primer año de Gobierno

«Creo en un Estado que tiene como primer objetivo reducir la violencia», fue una de las primeras frases que Daniel Noboa dijo como presidente de la República. Lo hizo el 23 de noviembre de 2023, ante la Asamblea Nacional, durante su posesión.

Noboa tomó el poder de un Ecuador sumido en una crisis de seguridad. A dos meses de culminar 2023, en Ecuador ya se habían cometido más de 6.700 asesinatos y 2023 se encaminaba como el año más violento de la historia.

Ecuador cerró con una tasa de 47,2 muertes violentas por cada 100.000 habitantes. Fue el quinto país más violento de América Latina y el Caribe, que a su vez es la región más violenta del mundo. Ecuador superó a países como Haití, Honduras, Venezuela, Colombia y México, históricamente más violentos.

Desde la campaña, Noboa puso a la crisis de seguridad como el principal objetivo de su administración. Anunció el Plan Fénix, cuyo eje central era el montaje de una central de inteligencia y la dotación de equipos de última tecnología para policías y militares.

Una reducción momentánea

En su primer mes completo de Gobierno (diciembre de 2023), las muertes violentas -que son el principal indicador de violencia y criminalidad en un territorio- no cedieron. Pero, el pico de asesinatos llegó a inicios de enero de 2024.

Ese fue el peor inicio de año de la historia nacional. En nueve días fueron asesinadas 247 personas. Si ese ritmo de violencia se mantenía, enero de 2024 hubiese terminado con unos 900 crímenes en un mes. Por eso, el 8 de enero se declaró estado de excepción en todo el país.

En simultáneo, las cárceles -que habían sido el principal foco de violencia en el Gobierno de Guillermo Lasso- se volvieron a complicar. Decenas de agentes penitenciarios fueron secuestrados en las prisiones y Adolfo Macías, alias ‘Fito’, principal cabecilla de Los Choneros, huyó de la Cárcel Regional.

El parteaguas ocurrió el 9 de enero de 2024. Pasado el mediodía, un grupo armado, atribuido a Los Tiguerones, ingresó a la sede del canal TC Televisión, en Guayaquil´, secuestró por minutos al personal de la estación y amenazaba con provocar una explosión.

Esa tarde, el Mandatario firmó el decreto ejecutivo 111 y declaró la existencia de un conflicto armado interno. Ordenó la movilización militar hacia las calles y ubicó a 22 bandas criminales, que calificó como terroristas, como el objetivo de esa guerra.

El efecto fue inmediato. En los siguientes días a la declaratoria hubo 93 asesinatos, la reducción fue del 63% y la contención de la violencia se profundizó al siguiente mes. En febrero hubo 373 crímenes, convirtiéndose en el mes más pacífico desde abril de 2022.

Esa reducción y sensación de pacificación apalancaron la gestión de Noboa, al punto que ese mes, la aprobación de su gestión llegó al 81%. Según la encuestadora Cedatos, esa fue la mejor calificación de un Presidente desde 1979, cuando Ecuador regresó a la democracia.

Sin embargo, la reducción no pudo convertirse en tendencia. Desde marzo de 2024, aunque sin llegar a los niveles de 2023, las muertes violentas empezaron a subir nuevamente. Incluso, en agosto de 2024, hubo 606 muertes violentas, cinco más que en el mismo mes de 2023.

Peor ese no fue el peor momento. En octubre de 2024, en Ecuador se cometieron 679 asesinatos, con lo que se convirtió en el mes más violento de 2024. El incremento, con relación a febrero de 2024 (el mejor mes), fue del 82,04″%.

Según la encuestadora Comunicaliza, en ese mismo octubre, la aprobación de Noboa cayó al 45,9%. Aunque, para esta época, la principal preocupación del país -al igual que en 2023- ya no era la seguridad, sino la crisis energética.

Lo cierto es que entre diciembre de 2023 y octubre de 2024, durante el Gobierno de Noboa, se cometieron 6.277 muertes violentas. Es decir, se asesinó a 18 personas cada día, en promedio.

Si esa media se mantiene hasta finalizar 2024, el país podría cerrar 2024 con una tasa de 39,2 muertes violentas por cada 100.000 habitantes. Si bien la reducción, con relación a 2023, sería del 16,9%, Ecuador tendría -otra vez- una de las peores tasas de América Latina.

La inversión del Plan Fénix no llega

En septiembre de 2023, cuando Noboa llegó a la segunda vuelta de la elección presidencial, el entonces candidato presentó el denominado Plan Fénix. La parte primordial de la oferta era «una central de Inteligencia que permita proveer de información vital para prevenir delitos, responder emergencias y garantizar la seguridad en los barrios».

Además, se anunció la dotación de chalecos balísticos con paneles de cerámica, pistolas de precisión, rifles de última generación, equipos de visión termo y nocturna, drones con reconocimiento facial, patrullas con mapeo satelital.

Sin embargo, luego de un año estas ofertas no han pasado de ahí. Al revisar el Sistema de Contratación Pública (Sercop) no se evidencian grandes proyectos de inversión en temas de seguridad. Aunque varios procesos se han declarado reservados.

Si bien el Presidente ha participado en eventos públicos de entrega de vehículos y chalecos antibalas para la Policía Nacional, la compra de los chalecos se empezó a gestionar en la administración de Lasso.

El proyecto más ambicioso de Noboa, que sí se ha puesto en marcha, es la construcción de dos cárceles de máxima seguridad al estilo de El Salvador. La Cárcel del Encuentro en Santa Elena ya está edificándose, cuesta USD 52 millones y se prevé inaugurar a mediados de 2025.

Mientras que para la segunda prisión, que proyecta construir en la Amazonía, ya están listos los USD 25,2 millones necesarios. Aunque todavía no hay fechas ni se ha hecho público el proyecto.

El conflicto armado y los estados de excepción

La principal herramienta de Daniel Noboa, en el combate a crisis de seguridad, han sido los decretos ejecutivos. Además del conflicto armado interno, el Mandatario ha declarado ocho estados de excepción.

Sin embargo, estas medidas han generado observaciones de la Corte Constitucional (CC). El organismo declaró que Noboa no justificó la declaración de un conflicto armado interno, ni sobre los 22 grupos criminales catalogados de terroristas.

Aunque, pese a ese fallo, Noboa ha usado ese argumento para tomar medidas económicas como el alza del IVA del 12% al 15%, con el objetivo de financiar la guerra interna.

Incluso, pese a la negativa de la Corte, Noboa intentó declarar la persistencia de ese conflicto armado interno tres veces más: en abril, en mayo y en julio, en las declaratorias de los nuevos estados de excepción.

Sin embargo, la Corte ya no lo permitió y tumbó los dos primeros estados de excepción en menos de tres semanas. Ambos fueron declarados inconstitucionales y los magistrados reprendieron al Gobierno por no justificar la existencia de un conflicto interno, ni la necesidad del ámbito territorial y temporal de la medida.

El último estado de excepción declarado por Noboa empezó el 3 de octubre de 2024. Lo decretó en seis provincias y en dos cantones: Quito (Pichincha) y Camilo Ponce Enríquez (Azuay). Pero, el 21 de octubre de 2024, nuevamente la CC lo observó.

Los magistrados declararon la constitucionalidad del estado de excepción específicamente por la causal de grave conmoción interna. Pero volvieron a declarar la inconstitucionalidad del «conflicto armado interno», en la que el Gobierno lleva insistiendo varios meses sin suerte.

Primicias


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