Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.
Brasil en las urnas: ¿La izquierda recupera terreno para 2026?
Por Osvaldo Cardosa*
La segunda vuelta de las elecciones municipales en Brasil, que se celebrará el 27 de octubre, es un evento crucial con implicaciones tanto locales como nacionales.
Aproximadamente 34 millones de votantes acudirán a las urnas en ciudades de más de 200 mil habitantes, donde ningún candidato superó el 50 por ciento de los votos en la primera ronda, celebrada el 6 de octubre.
Los brasileños tienen que elegir en el pleito a nuevos alcaldes, vicealcaldes y concejales en los cinco mil 569 distritos en disputa.
El resultado de la primera vuelta mostró un notable crecimiento de la derecha, especialmente del Partido Liberal (PL) del exmandatario Jair Bolsonaro, que obtuvo 15,7 millones de votos, lo cual representa un aumento de más del 230 por ciento en comparación con las elecciones de 2020.
La izquierda registró, en contraste, una caída del 13 por ciento, mientras que la tendencia centrista, conocida como Centrão, prevaleció en la mayoría de las ciudades.
Sin embargo, el Partido de los Trabajadores (PT) del presidente Luiz Inácio Lula da Silva obtuvo mejores resultados que en las elecciones municipales de 2020, con 8,9 millones de votos.
En las 26 capitales estaduales, 11 prefectos fueron electos en la primera vuelta (10 de ellos reelectos), mientras que en otras 15 capitales el plebiscito se definirá en la segunda vuelta. En total, 52 ciudades enfrentarán una nueva contienda electoral.
IMPACTO NACIONAL DE LAS ELECCIONES LOCALES
Aunque las dinámicas locales y nacionales suelen ser diferentes, estas municipales se consideran un termómetro político de cara a las elecciones generales de 2026.
Las alianzas políticas que se formen ahora podrían tener un impacto significativo en la configuración de candidaturas presidenciales y plataformas políticas. Un ejemplo clave es la contienda en Sao Paulo, donde el actual alcalde Ricardo Nunes (Movimiento Democrático Brasileño), respaldado por Bolsonaro, se enfrenta a Guilherme Boulos, candidato del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) apoyado por Lula.
Esta carrera ha sido una de las más observadas debido a su estrecho margen y relevancia política. Sao Paulo, como centro financiero del país, es un bastión crucial tanto para la izquierda como para la derecha.
La apuesta de Lula por impulsar a Boulos forma parte de una estrategia más amplia para consolidar la influencia de la izquierda en Sao Paulo y posicionar al PSOL como un aliado clave a largo plazo. También la contienda entre Nunes y Boulos representa una batalla entre dos visiones opuestas para el futuro de la ciudad.
En la primera vuelta, el empresario mediático Pablo Marçal, que ocupó el tercer lugar, quedó fuera por solo 56,854 votos.
Marçal, conocido por su agresivo discurso en redes sociales, fue una sorpresa en la disputa y su ascenso afectó tanto a la izquierda como a la derecha.
ALIANZAS Y EL DESGASTE DE LA DERECHA
Según el diario O Globo, la segunda vuelta en Sao Paulo enfrentará nuevamente a la derecha y a la izquierda, con los padrinos políticos de ambos candidatos, el gobernador Tarcísio de Freitas y Lula, desempeñando un papel crucial. Aunque Bolsonaro ha mantenido un perfil más bajo en la campaña de Nunes, su influencia sigue siendo significativa.
Comentaristas políticos señalan que las posibilidades de la izquierda en la segunda vuelta dependerán de varios factores, entre ellos, las alianzas estratégicas entre partidos progresistas.
La capacidad del PT para forjar coaliciones con el PSOL y el Partido Democrático Trabalhista (PDT) podría ser clave para fortalecer su base electoral en ciudades como Sao Paulo y Belo Horizonte.
Además, el desgaste de la derecha tras la gestión de Bolsonaro (2019-2022), que fue fuertemente criticada por su manejo de la pandemia de Covid-19, la economía y la gobernabilidad, podría beneficiar a la izquierda.
El descontento con la política nacional podría trasladarse a las elecciones locales, favoreciendo a los candidatos progresistas.
Finalmente, las preocupaciones económicas siguen siendo un factor decisivo en el sufragio, pues muchos municipios dependen del apoyo del Gobierno federal para su financiación.
Las alianzas y estrategias que se formen en estos comicios locales influirán directamente en el escenario político nacional, marcando el rumbo hacia las presidenciales de 2026.
*Corresponsal jefe en Brasil, Prensa Latina