Elecciones en Uruguay: hasta la moderación siempre – Por Azul Cordo
Elecciones en Uruguay: hasta la moderación siempre
Por Azul Cordo
Es cierto. Faltan también las elecciones presidenciales en Estados Unidos, pero estas elecciones en Uruguay importan porque se nos juega un proyecto de país donde, en los últimos cuatro años, la pobreza infantil duplicó la general; la población en situación de calle en Montevideo aumentó un 25%; hay récord de personas privadas de libertad; aumentaron los homicidios y el crimen organizado, y el crecimiento económico se estancó (solo creció 0,1% respecto de 2023). Un saldo a vuelo de pájaro del gobierno de Luis Lacalle Pou, al que se suman casos de corrupción que involucran a su ex jefe de custodia presidencial, Alejandro Astesiano por asociación para delinquir y tráfico de influencias; también a la Cancillería por otorgarle un pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset de manera exprés, y con la prisión preventiva de uno de los principales senadores que tenía la fuerza política, Gustavo Penadés, acusado de cometer 22 delitos sexuales contra niños, además de cohecho y asociación para delinquir junto a un ex director de cárcel, utilizando el sistema de vigilancia estatal para seguir a las víctimas denunciantes y extorsionarlas con información privada.
A pesar de estos antecedentes, la opinión positiva sobre el Presidente uruguayo no se vio mayormente afectada y la campaña electoral pivotea entre continuidad y matices, ante la posible vuelta de un gobierno frenteamplista. La última encuesta publicada este martes 22 por la consultora Cifra le da una mayoría de intención de voto al Frente Amplio con un 44%, frente al 23% del Partido Nacional. La diferencia no alcanza para ganar en primera vuelta porque se necesita 50+1 de los votos. Si estas previsiones se mantienen, el balotaje será el domingo 27 de noviembre.
Para el balotaje, el escenario se ajusta ya que los otros partidos de centro y derecha (Colorado, Cabildo Abierto e Independiente) volverán a aglutinarse bajo la Coalición Republicana (conocida también como “multicolor”) que con sus votos logró la victoria en 2019 por un escaso margen y llevó adelante la gestión de gobierno repartiendo cargos y ministerios. Para entonces, si se mantuvieran los porcentajes de intención de voto que dan las encuestadoras, la Coalición sumaría 43%.
Por lo demás, la campaña ha sido “chata” (lo dijeron politólogos, encuestadoras y vecinos). La oposición frenteamplista, bajo la fórmula de Yamandú Orsi y Carolina Cosse, ha apostado por llamar a la unidad, al diálogo y a la honestidad. Mientras que el secretario de presidencia y candidato nacionalista, Álvaro Delgado, junto a la ex sindicalista comunista Valeria Ripoll, remarcó que quiere “reafirmar el rumbo” actual, proclamándose nuevo “capitán del barco”. Sin embargo, en uno de sus spots de campaña, él mismo reconoce que “quizás no es el candidato que entusiasme a la gente”.
La sorpresa, tal vez, fue la candidatura por el Partido Colorado del abogado penalista Andrés Ojeda, quien se planta como el candidato “joven” que viene a “renovar” la política, a “terminar con lo viejo”, y que dio bastante para hablar con su spot entrenando en un gimnasio, hablando de su signo zodiacal (“muy de Capricornio”) y las ganas de adoptar una mascota. Desde su lanzamiento pasó de un 3% en intención de voto, a un 15%, aunque algún politólogo (con bastante criterio) relacione este crecimiento a la vuelta de Pedro Bordaberry (hijo del dictador Juan María Bordaberry) al PC, como candidato a senador.
Otra sorpresa es la intención de voto del nuevo partido Identidad Soberana que alcanza al 2%, con el abogado antivacunas Gustavo Salle a la cabeza, que podría llegar al Senado.
Los que parecen quedar por el camino (o no crecer más que un bonsái) son el Partido Independiente con 2% y Cabildo Abierto con 3%. Éste último -con el liderazgo del ex jefe del Ejército durante el gobierno de Tabaré Vázquez, el general Guido Manini Ríos- fue la temeraria novedad en las elecciones pasadas y, si bien su caudal de votos se habría reducido 9%, su incidencia en el Parlamento no fue menor. Dieron una batalla cultural e ideológica desde el Senado para instalar la teoría de los dos demonios en sus intervenciones y lograron que se aprobaran al menos dos proyecto de ley claves en su agenda: el de “reparación pecuniaria de víctimas del terrorismo de Estado” y la prisión domiciliaria para personas mayores de 65 años (que beneficia básicamente a represores).
Estos últimos días serán para insistir y convencer al 8% de indecisos y el 2% que dijo votar en blanco o anulado.
El voto en el exterior sigue siendo un debe en Uruguay, por lo que se esperan caravanas desde Brasil y traslados desde Argentina, con un “voto Buquebus” mermado por la crisis económica en el país gobernado por Javier Milei que, otrora, trajo miles de votos frenteamplistas.
Nosotras
Además de ocupar la vicepresidencia en la mayoría de las fórmulas presidenciales, las mujeres políticas siguen sin tenerla fácil en Uruguay. A pesar de que el 70% de la población apoyaba una Ley de Paridad Política, esa ley fue rechazada en el Parlamento y se sigue aplicando la Ley de Cuotas, a riesgo de ser floreros en las listas otra vez.
A esto se suma la violencia de género que han declarado sufrir casi el 80% de las mujeres políticas, según un estudio de ONU Mujeres presentado esta semana.
A modo de postales sobre cómo hemos sido referenciadas en los últimos días de campaña, vale mencionar que mientras Orsi dijo en el cierre de campaña que Cosse era “una compañera de fierro”, Delgado dijo en un acto en Paysandú que su compañera de fórmula era “un bombón” (según él, un “piropo permitido” por el que igual pidió disculpas a su esposa, que estaba presente en el escenario). Mención especial para Ojeda, que quiere ponerse de novio y, a pesar de su campaña a favor del bienestar animal y en defensa de la salud mental y dedicarle un tema de Taylor Swift a “una señorita rubia que lo acompaña”, resultó que ella es una cazadora de animales y el candidato llamó “psicópata” a una periodista que le preguntó respecto de esta relación sentimental.
Papeletas
Este domingo también se votan dos plebiscitos: uno para modificar la ley de reforma de seguridad social y otro para permitir los allanamientos policiales nocturnos. Quienes voten pueden optar por poner papeletas a favor de uno o ambos plebiscitos o no poner nada (no hay papeletas por el no).
El plebiscito para habilitar los allanamientos nocturnos, impulsado por el Partido Nacional, reforma el artículo 11 de la Constitución. Plantea modificar el artículo 11 de la Constitución, que actualmente establece que nadie podrá ingresar de noche sin la autorización de la persona a cargo del hogar. El texto actual dice: “El hogar es un sagrado inviolable. De noche nadie podrá entrar en él sin consentimiento de su jefe, y de día, sólo de orden expresa de juez competente, por escrito y en los casos determinados por la ley”. El texto de la reforma borra las referencias asociadas al día y la noche. La última encuesta marca un apoyo del 50% del electorado, un rechazo del 40% y 10% está indeciso. Este plebiscito recibió críticas de organizaciones sociales y de derechos humanos.
El informe de Reacción explica qué propone el plebiscito para la reforma de la seguridad social y qué implicaría si sale. Tiene voces de ambos lados. Es complejo medir el impacto que supondría si se aprueba este plebiscito propuesto por el Plenario Intersindical de Trabajadores – Convención Nacional de Trabajadores (PIT-CNT) y apoyado por algunos sectores del Frente Amplio. El texto propone que establecer los 60 años como edad para jubilarse, llevar las jubilaciones y pensiones mínimas al nivel del salario mínimo nacional y la eliminación, vía constitucional, de las disposiciones legales de la Ley 16.713 de setiembre de 1995, sobre la existencia de las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional (AFAP). La encuesta de Cifra marcó ayer que el 41% está a favor de las reformas que se proponen y el 42% en contra. El 17% restante no tiene opinión sobre el tema.
Zona de promesas
Es difícil describir las promesas de campaña en la medida en que Orsi, profesor de historia, ex intendente de Canelones y el caballito de batalla de José Pepe Mujica, no apostó a la confrontación ni a cambios radicales. En algunas entrevistas remarcó que si gana el FA “no habrá un cambio sustancial” en la política económica.
En el cierre de campaña este martes en el Parque Batlle, dijo que no era “tiempo de un carnaval de promesas” y respondió a las críticas de los otros partidos, que le achacan al FA no tener un programa de gobierno, aunque tiene sus bases programáticas 2025-2030 acordadas por las bases militantes, recogidas en diversas giras por todo el país. En cambio, estableció cinco compromisos: recurrir al diálogo; crecimiento económico y estabilidad; protección y bienestar social para crecer de manera programada, mediante el aumento de transferencias monetarias para sectores de bajos ingresos y becas estudiantiles, además de mejorar el Sistema Nacional Integrado de Salud y del Sistema de Cuidados; abordar los problemas de seguridad, entendiendo que es “un derecho humano”, siendo “duro con los delitos y sus causas” y buscando recuperar territorios. Por último se comprometió a gobernar con “honestidad, transparencia y solidaridad”, fortaleciendo la Junta de Transparencia y Ética Política e implementar más concursos para ingresar a la función pública. Su compañera de fórmula, la ex intendenta montevideana Carolina Cosse habló de la necesidad de hacer política con “humanismo” y que no se puede dejar a nadie atrás.
No es una elección más para el Frente Amplio: esta fue la última campaña de Pepe Mujica, cuyo estado de salud es frágil, tras el diagnóstico de cáncer de esófago y las consecuencias del tratamiento oncológico sobre su cuerpo de 89 años que sobrevivió varias batallas. El sábado 19, en el acto de cierre de campaña de su sector político (Movimiento de Participación Popular 609) que aúna cada vez más figuras populares y que sería el más votado dentro del FA, Pepe sorprendió a los presentes.
Entre lágrimas de emoción de militantes, Mujica se despidió: “Soy un anciano que está cerca de emprender la retirada de donde no se vuelve. Pero soy feliz porque están ustedes, porque cuando mis brazos se vayan, habrá miles de brazos siguiendo la lucha”.
Pepe encanta a propios y ajenos, dentro y fuera de fronteras. Es idealismo, encantamiento y pragmatismo. Plan y fantasía. Meme, remera, mateada.
Cuenta el politólogo Adolfo Garcé que, hace algunos meses, coincidió con Mujica en un evento y le preguntó:
-Pepe, ¿quién gana la elección?
El veterano respondió:
-El que cometa menos errores.