Cuál es la visión de Donald Trump y Kamala Harris sobre la Argentina y la región – Por Santiago Escobar

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Cuál es la visión de Donald Trump y Kamala Harris sobre la Argentina y la región

Por Santiago Escobar

La relación de EEUU con América Latina no cambiará luego de las elecciones en el país del norte. Los más relevante para la evolución de la geopolítica regional será el desenlace que tengan las tensiones entre el gigante occidental y China. ¿Qué desafíos se plantean?

Estados Unidos es un socio comercial clave para la mayoría de los países de América Latina. Las políticas comerciales que adopte el próximo presidente, sea la apertura o el proteccionismo, impactarán en el volumen de las exportaciones latinoamericanas, especialmente en los sectores agrícolas y manufactureros. En Argentina, sectores como el litio, que está en auge, podrían verse impulsados si el país del norte extiende su inversión en energías limpias. También se habla del impulso de una «mano amiga» en caso de que Donald Trump regrese a la Casa Blanca, por su supuesta afinidad con Javier Milei.

Esto cobra relevancia de cara a las elecciones presidenciales de ese país en noviembre, dado que la región se benefició de su relación tanto con EEUU como con China. Sin embargo, un «driver» que preocupa a los inversores es que, si la relación entre EEUU y China se deteriora aún más, podría haber presión sobre los países latinoamericanos para elegir entre ambas potencias, lo que complicaría las relaciones económicas y estratégicas por estas latitudes.

En ese contexto, la calificadora de riesgo Moody’s emitió un informe en el que aborda los aspectos más importantes de las políticas inamovibles de EEUU para con la región, así como su abordaje, más allá de quien resulte ganador de la contienda electoral: Donald Trump o Kamala Harris.

De entrada, hay que destacar que, para Moody’s, el próximo gobierno estadounidense, ya sea que lo encabece Harris o Trump, «mantendrá una política comercial proteccionista y una postura más estricta en temas de inmigración». Y es que aunque ambos candidatos tienen propuestas de política económica y fiscal muy diferentes, se prevé que estas dos áreas se mantendrán como puntos clave en su administración, sin estar condicionadas por quién gane las elecciones del 5 de noviembre.

Política comercial de EEUU

En el ámbito comercial, Moody’s espera que el próximo gobierno, «independientemente de quien sea el ganador» continuará buscando contrarrestar el dominio creciente del gigante asiático, sobre todo en sectores estratégicos y en cadenas de suministro globales. «El comercio de China con América Latina, así como sus inversiones en infraestructura y energía renovable, llevará las tensiones con Estados Unidos en aumento», advierte el documento.

En el caso de que triunfe Harris, se espera que mantenga los aranceles selectivos de Joe Biden y busque fortalecer las relaciones con los aliados. «Por el contrario, Trump probablemente adoptaría políticas comerciales más generales que podrían llevar a represalias internacionales, afectando el crecimiento global, acelerando la inflación y disminuyendo la demanda de exportaciones de América Latina», desliza la calificadora.

Inmigración: México y Centroamérica en el ojo de la campaña

La inmigración será otro tema clave, con ambos candidatos promoviendo políticas que limiten los cruces fronterizos no autorizados y reduzcan el número de solicitudes de asilo concedidas. El documento prevé que Harris apoyará medidas de control fronterizo más estrictas y trabajará para facilitar la obtención de residencia legal permanente para inmigrantes que ya están en el país.

Por otro lado, «Trump podría adoptar un enfoque más agresivo, que incluiría aumentar las deportaciones o imponer nuevas sanciones comerciales a México si no se logra reducir los flujos migratorios, lo que generaría incertidumbre política y obstaculizaría los flujos comerciales y de inversión», analiza.

Y es que el control migratorio es una prioridad tanto para la administración de Biden como para los gobiernos centroamericanos y mexicanos, lo que derivó en una reducción significativa en los cruces fronterizos ilegales. En julio de 2024, el cruce ilegal en la frontera suroeste de EEUU disminuyó en un 75% desde su punto máximo en diciembre de 2023. «México también intensificó sus medidas de control migratorio, arrestando a más de 715.000 migrantes en la primera mitad de 2024», consigna el informe.

La transición energética

Sobre esta cuestión, el estudio sostiene que es probable que Harris continúe con las políticas ambientales de la administración Biden, lo que incluye la promoción de la inversión en energías renovables y la reducción de la huella de carbono. Mientras tanto, hay que recordar que Trump prometió revertir varias de estas políticas y dar prioridad a la industria de combustibles fósiles.

A pesar de estas diferencias, Moody’s sostiene que la transición hacia una economía baja en carbono seguirá avanzando, impulsada por el sector privado, mandatos estatales y las preferencias de los consumidores. No obstante, indica que, si EEUU no se involucra activamente en esta transición, perdería la oportunidad de profundizar sus lazos comerciales con América Latina y «contrarrestar la creciente influencia de China en la región».

Y es que como bien sostiene la calificadora, China aumentó fuerte su inversión en América Latina, enfocándose en infraestructura, tecnología verde y sectores clave como los vehículos eléctricos y la energía renovable. En este sentido, países como Chile, Perú, Brasil, México, Argentina y Uruguay se convirtieron en socios clave para China, tanto en términos de comercio como de inversión en energías limpias.

«Aunque Sudamérica ha incrementado su comercio con China, Estados Unidos sigue siendo el principal socio de México, Centroamérica y gran parte del Caribe. México, en particular, se ha vuelto esencial para la estrategia de ‘friendshoring’ de EEUU, que busca fortalecer las cadenas de suministro norteamericanas y reducir la dependencia de China», sostiene el documento.

EEUU necesita colaborar con América y Europa

Finalmente, el documento concluye que, si un nuevo gobierno estadounidense, ya sea de Harris o de Trump, desea fomentar la inversión privada en la transición energética y en la adaptación climática, «necesitará ampliar tanto los recursos públicos como privados, trabajando en colaboración con aliados en América y Europa», y fortalecer el papel de las instituciones financieras internacionales en América Latina.

Esto garantizaría que los proyectos cuenten con la preparación adecuada, marcos regulatorios sólidos y un entorno operativo favorable, lo que permitiría a EEUU competir de manera más efectiva con la creciente influencia de China en la región.

Moody’s es clara en su evaluación: el resultado de las elecciones en EEUU no traerá un cambio drástico en lo político para América Latina. Pero, en lo económico, la principal potencia del hemisferio mantiene firme su objetivo de contrarrestar la creciente influencia de China en la región.

Por ello, un regreso de Trump al poder podría exacerbar las tensiones comerciales y migratorias, aumentando los riesgos para la estabilidad política y económica. Por su parte, una victoria de Harris, aunque con un enfoque más colaborativo, también implicaría retos, en especial, la necesidad de redefinir alianzas estratégicas y enfrentar la competencia del gigante asiático.

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