CELAC Social 2024 | Injerencia imperialista en América Latina y el Caribe
Injerencia imperialista en América Latina y el Caribe, Celac 2024
Por Sara Valentina Enriquez Moldez
La Celac Social, espacio de integración latinoamericana y caribeña fue celebrada el 27, 28 y 29 de junio, en la ciudad del libertador Francisco Morazán, capital hondureña, Tegucigalpa. Simultáneamente se desarrolló el Foro de Sao Paulo, el Grupo de Puebla, pero también como acción de memoria y resistencia, se recordaron los 15 años del Golpe de Estado que sufrió el pueblo hondureño que hasta entonces era dirigido por el liderazgo histórico de Manuel Zelaya. Con más de 300 delegados internacionales y masiva participación del pueblo hondureño, estos días fueron colmados de debates, presentaciones de libros, mesas y foros de distintos temas que componen la realidad nuestroamericana. Una de las mesas con mayor relevancia política fue llevada adelante por la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad teniendo como eje temático la Injerencia Imperialista en América Latina y el Caribe. La mesa ponente estuvo compuesta por el ministro de planificación y estrategia de Honduras, Ricardo Salgado; el director del periódico Bayano de Panamá, David Carrasco; el periodista e historiador Raúl Capote; y el músico y comunicador político Daniel Devita. La moderación fue conducida por Valeria Duarte.
La introducción y presentación del debate se concentró en comentar el largo historial de injerencia imperialista de Estados Unidos hacia el mundo, pero fundamentalmente hacia Latinoamérica y el Caribe, desde la Doctrina Monroe, hasta la intentona de Golpe de Estado en Bolivia un día antes del inicio de la Celac. Entonces, es cierto que existe una variada y nueva era de intervenciones e injerencias imperialistas. Entonces, también una nueva era de resistencias.
Ricardo Salgado inició con las ponencias abriendo la perspectiva de análisis geopolítico cuando parte por explicar que el mundo está en proceso de transformación hacia un mundo multipolar y que existen sectores conservadores en contra de ese proceso. En consecuencia a esta crisis, varios países de Europa se comportan sumisamente ante los mandatos de Washington. En este proceso de multipolarización, señala que el representante más visible es China, pero Rusia también representa un oponente crucial para la hegemonía estadounidense. El ministro de planificación y estrategia no se equivoca al mencionar el TIAR, o sea, el Acuerdo de Rio de 1954, que es uno de los tantos tratados donde Estados Unidos se atribuye la obligación de defender este continente de cualquier ofensiva extracontinental, pero no por una cuestión de soberanía, sino por no perder el control sobre el almacén de recursos naturales que representa América Latina y el Caribe para Estados Unidos.
Una de las primeras conclusiones a las que llegó el ministro es que se debe terminar con el capitalismo y ser creativos a la hora de construir una forma nueva y propia de dirigir los procesos de transformación de los diversos países. A manera de autocrítica recordó que después de la implosión de la Unión Soviética, la gente de izquierda o que, componía la resistencia, entró en pánico y empezó a organizarse Organizaciones No Gubernamentales, para esconder su rechazo al imperialismo. Por lo tanto, se lo dejó de combatir.
Otra conclusión importante fue afirmar que lejos de frenar y disminuir, la injerencia imperialista incrementará. Tiene mucho sentido, puesto a que la historia y la teoría enseñaron que el desarrollo del capitalismo cada vez agudizará aun más las contradicciones de clase. En consecuencia, se producirán más movimientos de resistencia al mismo.
Destaca que el ministro se encuentra en la lista Engel, una de aquellas listas (al estilo estadounidense) con diversos nombres, donde el imperialismo se encarga de acumular personas que resisten y no se doblegan. Lo pusieron en aquella lista cuando la derecha hondureña quería tomar por asalto el Congreso Nacional, y Ricardo, mediante una red social hizo un llamamiento a los colectivos a defender el congreso. Eso bastó para figurar en la lista.
La última conclusión a la que llega de alta trascendencia y que condensa la ponencia es que, la gran guerra es cultural. El imperialismo tiene grandes maquinarias de comunicación desde donde imponen sentido común. La izquierda no puede permanecer indefensa ante ello. Existe coherencia en el decir y hacer, puesto a que el ministerio que dirige formará un nuevo aparato de comunicación desde donde se pueda combatir las mentiras mediáticas y la imposición cultural imperialista.
En la intervención de David Carrasco se destacaron tres elementos: expansión de tropas estadounidenses a lo largo de la región, lawfare, y la guerra hibrida. Denunció que detrás de todo esto, se encuentran organizaciones no gubernamentales tal como el Instituto Republicano Internacional, quienes al mismo tiempo de que venden fachadas democráticas, operan con fondos federales de Estados Unidos. Como resultado, esta ONG logró infiltrarse a más de 60 países en el mundo con el objetivo interno de disipar la organización popular, y con el objetivo externo de bloquear a Cuba.
Posteriormente, propuso crear un documento de metas y compromisos con varios puntos: oponerse tenazmente al boqueo y presiones militares contra cualquier país; rechazar los intentos de crear nuevos encaves colonialistas y condenar el despojo de recursos naturales; generar solidaridad efectiva a nivel regional en defensa de la cultura, soberanía y paz; promover la formación de jóvenes involucrados en el desarrollo de medios alternativos; fomentar un pensamiento crítico que ayude a ganar el debate ideológico; intensificar los acercamientos entre diversas fuerzas democráticas de la región para formar consensos y sentar unidad política alrededor de cambios profundos; cerrar el paso a los planes de dominación a través de redes funcionales que privilegien la defensa del derecho de los pueblos; consolidar el pensamiento de Bolívar sobre la unidad de América Latina y el Caribe. Concluye con una línea humanista comentando que, en medio de un mundo de conflictos bélicos, América Latina y el Caribe tienen el deber ético de apostar por la vida digna y rechazar la supeditación de países que prestan sus territorios para agredir a otros pueblos.
La ponencia de Raúl Capote inicia contando una anécdota de cuando él trabajaba en la CIA, pero como agente revolucionario. El junto a otro funcionario de la CIA, Rene Greenwell, estaban viendo por la televisión todo lo que acontecía en tiempos del Golpe de Estado en Honduras. Cuando el otro funcionario se entera que Zelaya iba a salir del país, le dice a Raúl “aprende, a ellos se les mata. Dejarlo vivo es un grave error, eso tiene consecuencias. A esa gente nunca se le deja viva”. Demostrando la completa injerencia de Estados Unidos hacia este país.
Un punto de alta trascendencia en el debate fue que esta guerra hibrida a la que también hicieron referencia otros ponentes, no se ejecuta a países específicos y aislados, de lo contrario, se ejecuta sobre el continente en su conjunto. Desde el norte generan caos y desestabilización para después poder ejercer dominación. Puso como ejemplo el 11 de julio, cuando, el objetivo del imperialismo era sabotear al sistema ecetroenergetico nacional para crear caos.
Señaló la existencia de una red de las agencias de inteligencia estadounidense, destinada exclusivamente a patrocinar acciones para “promover” la democracia en Cuba. La comunidad de inteligencia de Estados Unidos lleva a cabo una estrategia para distorsionar las finanzas cubanas, como parte de la guerra económica de ese país contra la nación caribeña. Uno de los elementos más importantes de esta guerra tiene que ver con la manipulación de las tasas de cambio. Esto es posible porque existen operadores en el exterior, que mediante paginas web especulan cual es el precio que tiene el dólar en el mercado informal en ese momento.
Cultura Democrática, por ejemplo, es una organización que aparenta ser de la sociedad civil dedicada a la investigación, capacitación, etc. Sin embargo, el documento de la ONG argentina llamada Cultura Democrática, cuyo título es Apoyo a la Sociedad Civil cubana como método de presión a gobiernos totalitarios. Cometiendo actos de injerencia casi explícitos. Incluso en el mismo documento aparece su posible aplicación a Bolivia, esto antes del Golpe de Estado de 2019.
La última ponencia fue la de Daniel Devita, quien hace un análisis de la injerencia imperialista desde la cultura. Una muestra evidente de lo mencionado fue el festival “Venezuela aid live”, con objetivos evidentemente golpistas y de pleitesía al norte. Meses después se consolidó el Golpe de Estado en Bolivia, y esto no es casual.
Entonces, la injerencia funciona desde una maquinaria multisectorial desde donde se ejerce dominación. Puso como ejemplo a las declaraciones de María elvira Salazar, congresista de Estados Unidos que fue hasta la Republica Argentina para felicitar a Milei e incitar que persiga kirchneristas. viene para felicitar. En un programa incito a perseguir kichneristas. Otro ejemplo, la conferencia liberal “freedom matters”, donde participaron, Tuto Quiroga, Álvaro Uribe, entre otros, donde llegaron a la conclusión de que “hasta que Cuba no caiga Latinoamérica no será libre”.
Entre imponentes rimas rebeldes, Daniel Devita termina recordando una frase de Perón que decía que el año 2000 nos iba encontrar unidos o dominados. No hay injerencia que valga cuando estamos juntos, pero no hay manera de enfrentar a esto separados. Parte de estar unidos en principios es apoyar y asumir los procesos revolucionarios mas radicales del continente, en lugar de callar o no querer posicionarse con ellos.
Al finalizar tomó la palabra Juanita Ancieta, de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia Bartolina Sisa, dado el intento de Golpe de Estado en Bolivia día anterior al desarrollo de esta mesa. Hizo conocer sus molestias con respecto a la injerencia imperialista y la extrema derecha, demostró su total apoyo a Evo Morales. Denunció que no se están llevando a cabo las elecciones judiciales lo cual perjudica la democracia y violenta la constitución política del estado.
La mesa de injerencia imperialista en América Latina y el Caribe, en el marco de la Celac, llevada adelante por la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad, sirvió para hacer un análisis profundo de las nuevas formas de dominación e injerencia, pero también de las viejas formas de injerencia que se manifiestan de diferente forma en el mundo actual. La transición a un mundo multipolar genera el rechazo del imperialismo y las burguesías nacionales, por lo que genera mecanismos culturales y hasta bélicos para sabotear este proceso. La respuesta desde los movimientos populares de izquierda tiene que ser siempre más radical que los de en frente, y saber que es tarea urgente darle contenido ideológico a la multipolaridad. Saber que la batalla es cultural, que la integración es imprescindible para existir.