Crisis diplomática EcuadorMéxico y vigencia del Derecho Internacional

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Crisis diplomática Ecuador – México y vigencia del Derecho Internacional

Por Sidhartha Marín *

El pasado 5 de abril numerosas fuerzas policiales y militares del Estado ecuatoriano ingresaron de manera violenta a la Embajada de México en Quito, en un acto nunca visto en nuestra región, en un nivel tan primitivo y fascista. Al ingresar a la Embajada de México, las autoridades del actual Gobierno del Ecuador violan flagrantemente el artículo 22 numeral 1 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, que establece: “Los locales de la misión son inviolables. Los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en ellos sin consentimiento del jefe de la misión”. También pudimos ver el atropello al Jefe de Cancillería, Roberto Canseco, lo que constituye también una violación a la Convención de Viena.

La Convención de Viena y su contexto

Para comprender mejor la dimensión de este lamentable suceso que ya se ha convertido en una crisis diplomática bilateral, con seguras implicaciones internacionales, es ineludible analizar la configuración de la Convención de Viena.

La Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas fue adoptada en 1961. Fundamentalmente, establece las normas y prácticas que rigen las relaciones diplomáticas entre estados soberanos, consagrando principios esenciales como la inmunidad diplomática, la inviolabilidad de las misiones diplomáticas y la protección de los archivos y documentos diplomáticos.

Esta importante Convención fue negociada bajo un contexto político global muy complejo, durante el periodo Post II Guerra Mundial y en pleno apogeo de la Guerra Fría, época caracterizada por la intensa rivalidad entre los bloques occidental y oriental liderados por Estados Unidos y la Unión Soviética, respectivamente.

Su negociación duró varios años en una comisión especial de expertos diplomáticos, hasta que finalmente fue adoptada por los Estados el 18 de abril de 1961 en Viena, Austria. Desde entonces, es una piedra angular del derecho internacional en el ámbito diplomático, para el mantenimiento de la paz, las relaciones respetuosas, productivas y mutuamente beneficiosas entre los países.

La Convención fue crucial, aunque nunca perfecta, en momentos de alta tensión geopolítica, y lo sigue siendo ahora, más que nunca.

México y la Convención de Asilo Diplomático del año 1954

Con base en la Convención de Asilo Diplomático, otro instrumento fundamental del derecho americano e internacional, México otorgó formalmente asilo al exvicepresidente Jorge Glas, según lo anunció el 5 de abril pasado, considerando que sufre de persecución política. México y Ecuador son Estados Parte de esta Convención.

La Convención de Asilo Diplomático, casualmente, también se firmó en un período marcado por la Guerra Fría y la intensificación de la persecución política en varios países, en muchos casos bajo lógica macartista. Durante ese tiempo, varias misiones diplomáticas fueron efectivamente lugares de refugio seguro para personas perseguidas por motivos políticos. La Convención, que se adoptó exactamente el 28 de marzo de 1954 en Caracas, Venezuela, se considera asimismo un instrumento fundamental para garantizar la protección de los derechos humanos, especialmente el derecho a la vida.

El actual Gobierno ecuatoriano hace una interpretación absolutamente errónea de esta Convención, con el objetivo de usarla como fatal argumento para invadir la embajada mexicana.

Es así que el Gobierno de México decide romper relaciones diplomáticas con Ecuador, y anuncia que acudirá a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para denunciar las violaciones al Derecho Internacional, y también a las instancias regionales e internacionales pertinentes.

El eventual pronunciamiento de la CIJ en este caso, como máximo tribunal de las Naciones Unidas, será un precedente jurídico importante para evitar que hechos así se repitan con impunidad.

Reacciones Internacionales

En cuanto a las instancias regionales, ya la Presidencia Pro Tempore (PPT) de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), a cargo de Honduras, ha convocado a una Reunión de Cancilleres de la TROIKA (San Vicente y las Granadinas -PPT anterior-, Honduras -PPT actual-, y Colombia -próxima PPT-), para abordar la violación por parte del Gobierno del Ecuador a la Convención de Viena y la Convención de Asilo.
Y este martes 9 de abril se realizará una Reunión de Cancilleres de la CELAC, con el mismo tema de agenda.

La CELAC es sin duda un mecanismo de diálogo y concertación política idóneo para promover la solución pacífica de controversias entre países de la región y la plataforma para dar cumplimiento a la Proclama de América Latina y el Caribe como zona de paz, adoptada en la II Cumbre de la CELAC en La Habana, en el 2014.

La condena a la violación de la soberanía de México en su Embajada en Quito, ha sido unánime. Gobiernos de distinta naturaleza ideológica, con variaciones de lenguaje, han sido enfáticos en rechazar este hecho. Algunos han ido incluso más allá, como el caso del Gobierno de Nicaragua que rompió relaciones diplomáticas con Ecuador en una manifestación de solidaridad con el pueblo y el Gobierno de México, alegando también la defensa de las Convenciones violentadas y el Derecho Internacional.

El Secretario General de la ONU, António Guterres; Gobiernos de la Unión Europea; y aunque de manera algo tibia hasta Estados Unidos —aliado del Ecuador— han rechazado por su parte -al menos públicamente- la intrusión en la Embajada, mostrando lo inaceptable del suceso.

Las distintas teorías -con base histórica- de que todo esto es parte de un programa de fragmentación regional, promovido por sectores ultraconservadores, también deben tener cabida a la luz de hechos recientes, con fundamentos plausibles.

En todo caso, el multilateralismo regional y global tienen el desafío vital de responder a esta crisis, con implicaciones que superan el ámbito bilateral, demostrando que el Derecho Internacional es la garantía para que el Sistema Internacional, en evolución hacia la multipolaridad, funcione bajo criterios y normas mínimas de aceptación general.
Aunque ya han pasado más de seis décadas de la adopción de este esquema jurídico internacional, y de tantos avances de la humanidad en este periodo, los principios y normas acordados en estas Convenciones están más vigentes que nunca, y los acontecimientos demuestran una vez más la necesidad de su existencia.

Las reformas y el fortalecimiento del sistema multilateral, incluidas las Naciones Unidas, deben ir en dirección a garantizar el cumplimiento efectivo y no selectivo de los principios inamovibles establecidos en estos instrumentos.

*Sidhartha Marín es un diplomático nicaragüense con más de 19 años de experiencia política y profesional en el servicio exterior y la diplomacia. Analista Internacional. Fue Embajador de Nicaragua en Ecuador y Jefe de Misión Diplomática desde el año 2009 al 2016. Ministro Asesor de la Presidencia de la República de Nicaragua para Políticas y Asuntos Internacionales (2016-2022), Embajador de Nicaragua ante la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York (2018) y Embajador de Nicaragua en Honduras (2022-2023). Actualmente se dedica a actividades académicas.

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