Uruguay | A los 83 años murió el exvicepresidente Danilo Astori

Foto: Nicolás Celaya (archivo, junio de 2010).
1.016

Falleció Danilo Astori, una de las figuras clave de la izquierda y la economía uruguaya

El “astorismo” fue inventado como sustantivo para describir la matriz de pensamiento que creó el economista y referente de la política uruguaya Danilo Astori. Fue una figura clave durante los tres gobiernos frenteamplistas, como ministro de Economía en el primer y segundo gobierno de Tabaré Vázquez (2005-2008 y 2015-2020), y como vicepresidente en el período de José Mujica (2010-2015).

Tanto en la política como en la academia, Astori tuvo un rol protagónico. Fue el decano más joven de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de la República, electo en 1972, a sus 32 años, y ocupó ese cargo hasta que la universidad fue intervenida por el gobierno de facto, en 1973. Una vez restaurada la democracia volvió al decanato, hasta 1989.

Esos años también fueron los que Astori recordaba con más cariño de su trayectoria política. “Sin desmerecer las otras [etapas], diría que a partir de 1985, cuando asumí además mi segundo decanato de la Facultad [de Economía de la Universidad de la República], porque antes de la dictadura también había sido decano de la facultad. Y elijo esa etapa porque en esos años empieza mi más estrecho conocimiento y colaboración de Liber Seregni. Ese vínculo, ese trabajar juntos, ese aprender con Seregni es para mí una época inolvidable. Obviamente, eso se extendería, seríamos luego la fórmula presidencial del Frente Amplio en 1989, pero después, más allá de eso, seguimos trabajando un tiempo juntos, como mínimo hasta 1996, que es cuando Seregni renunció a la presidencia del Frente. Siento mucho afecto y cariño, tengo muchos recuerdos nostálgicos, en el buen sentido de la palabra, de aquella época que se inició aproximadamente en el 85”, dijo Astori en entrevista con Lento en julio de 2021.

Su inserción en la política partidaria se dio en 1971 cuando Seregni lo invitó a unirse a un grupo de militantes para que trabajara en el área programática de la fundación del Frente Amplio. En las elecciones de 1989, cuando resultó presidente Luis Alberto Lacalle, Astori fue candidato a vicepresidente, con Liber Seregni a la cabeza como candidato presidencial. A partir de un acuerdo electoral, encabezó todas las listas al Senado y resultó electo.

En 1994 fundó su propio sector, Asamblea Uruguay, lema por el que fue electo senador en esa instancia, al igual que en las elecciones posteriores de 1999.

En 1996, en el Frente Amplio se dio la discusión sobre la reforma constitucional que instauraba el balotaje, y con eso también se dio una disputa de liderazgo a la interna de la fuerza política. Mientras que Astori y Seregni -que presidía el FA- entendían que era necesario avanzar por ese camino, otros integrantes, como Vázquez, tenían sus dudas. Tras no lograr la convocatoria del Plenario Nacional para que se concretara un pronunciamiento, Seregni renunció a la presidencia del FA, cargo por el que posteriormente fue elegido Vázquez.

En las elecciones internas de 1999, Astori compitió con Vázquez, quien resultó ganador, pero perdió en las nacionales frente al candidato colorado Jorge Batlle. Los años que siguieron, en el marco de la mayor crisis económica y financiera del país, iban a catapultar a Astori como una de las figuras más destacadas de la política económica uruguaya.

Crisis de 2002

“Yo diría que si hay una palabra que la define es la responsabilidad”, dijo Astori sobre el rol de la oposición en la crisis de 2002, en entrevista con la diaria el año pasado, en el marco de los 20 años de esos hechos.

En esos años convulsos, Astori jugó un rol destacado, que lo llevó a pararse en muchos casos en la vereda de enfrente de sus compañeros, por ejemplo, cuando se posicionó en contra de que el país declarara el default y de iniciar un juicio político a Batlle. En retrospectiva, en diálogo con la diaria valoró que se había quedado “solo” en el FA: “Yo quedé solo, y no sólo con Tabaré Vázquez. Todo el resto del FA votó distinto. No recuerdo en realidad si tuve alguna conversación, pero todos admitieron, con aquellos con los que pude hacer comentarios al respecto, que el camino correcto había sido el que yo había defendido. No recuerdo haber tenido conversaciones de reconocimiento, pero muchos frenteamplistas me hicieron llegar opiniones al respecto. No estoy hablando de dirigentes, estoy hablando de militantes, etcétera, y algunos compañeros dirigentes también lo hicieron, pero no puedo identificar casos concretos. Tabaré también; aun sin mencionarlo expresamente, yo estoy seguro de que terminó reconociendo que el camino correcto había sido el que se siguió, en definitiva”.

El peso de la moderación

El FA llegó al gobierno en 2005, de la mano de la fórmula de Vázquez y Rodolfo Nin Novoa. Sin embargo, durante la campaña Astori tuvo un papel clave: Vázquez había adelantado que iba a ser su futuro ministro de Economía y Finanzas. El anuncio tenía un propósito claro: dar garantías al mercado y a la ciudadanía de que la economía seguiría un rumbo de estabilidad.

En una entrevista sobre su trayectoria, Astori rechazó el rótulo de “moderado” con el que muchas veces se describe su accionar político: “Yo me considero un integrante de lo que algunos llaman fuerzas moderadas, y para mí no es un adjetivo o calificación que me satisfaga, porque no sé lo que es ser ‘moderado’. Sé lo que es ser respetuoso de las opiniones distintas, sé lo que es ser hospitalario de ideas que uno no profesa ni nunca defendió, sé lo que es buscar acuerdos entre quienes piensan diferente y resolver temas estructurales y de Estado por esa vía. El otro día, en la sesión del Senado, donde tanta gente emitió juicios positivos que me halagaron mucho –yo soy un ser humano y me siento bien con un juicio positivo, por supuesto–, traté de ver algo más por detrás de los elogios que me importa mucho. Porque detrás de cada juicio positivo había un concepto. Por ejemplo, se recordaba mi papel en la crisis de 2002, pero ahí, además del elogio, está en la base el concepto: estaba hablando gente de todos los partidos y de todos los sectores, quiere decir que Uruguay, más allá de elogios personales, tiene conceptos en los cuales coincide. Y tengo el sueño, la ilusión, la esperanza de que Uruguay pueda generar por esta vía acuerdos que no eliminen disidencias, vamos a entendernos, pero que sí acumulen fuerzas para cambiar el país, aumentar el bienestar y, sobre todo, trabajar por los humildes como prioridad y por el bienestar colectivo”.

Astori dejó la conducción económica en 2008 con el objetivo de ser precandidato del FA. Sin embargo, perdió en la interna con José Mujica, y terminó integrando la fórmula presidencial. Años después, ya como ministro de Economía y Finanzas del segundo gobierno de Vázquez, Astori realizó críticas del rumbo económico que llevó adelante el gobierno, aunque también reconoció su responsabilidad. En una entrevista con Búsqueda en junio de 2017 dijo que el gobierno terminó su mandato con un “déficit fiscal en ascenso”. “No es una excepción a lo que muestra la historia de los procesos electorales en el país […] tenemos que ser capaces de corregir esa conducta y el temprano comienzo en la disputa electoral”.

El tercer gobierno del FA, el último consecutivo, también contó con su presencia al frente del MEF. Consultado el año pasado por la diaria sobre el balance de esos dos períodos y su cercanía con ambos presidentes, Astori lo resumió de la siguiente manera: “Por razones de personalidad, incluso, y de actuación, de carrera realizada juntos, me sentí muy bien con Tabaré, sin duda. Yo con Tabaré trabajé desde 1989 en adelante sin parar, junto a Seregni, y eso para mí fue una experiencia extraordinariamente valiosa. Después vinieron los años de gobierno que confirmaron nuestra sintonía personal y política, y si tuviera que mencionar a alguien después de Liber Seregni, menciono a Tabaré Vázquez”.

Actor político, siempre

“El dolor no me llevará a dejar de ser un actor político”, escribió Astori en su carta de renuncia al Senado en diciembre del año pasado. En este período de gobierno, Astori fue electo senador pero desde 2020 sufrió una “infección respiratoria muy compleja” que lo tuvo fuera de los ámbitos diarios parlamentarios.

No obstante, a pesar de su situación de salud, Astori siguió participando en los ámbitos políticos, en particular, en la interna del FA. Su sector participó en la creación de un nuevo bloque seregnista -tras la desaparición del Frente Liber Seregni- llamado Convocatoria Seregnista-Progresistas, que definió impulsar como precandidato a Mario Bergara.

En el balance de su trayectoria política, en diálogo con la diaria, enumeró lo que consideró su “fracaso” y llamó a un futuro gobierno del FA a concretar las reformas en ese sentido: “Creo que fue el que refiere al papel que debimos haber jugado –y que no fue posible jugar por diversas razones– en el apoyo a otros cambios estructurales que necesita el país. Y voy a mencionar aspectos que no son directamente de economía, pero que están fuertemente interrelacionados. A mí me hubiera gustado mucho poder sostener un avance más grande en materia de seguridad, de salud, de vivienda, de educación, que el país tiene todavía pendiente. Sé que estoy mencionando materias que no eran de mi ministerio, pero el problema es que el MEF era condicionante de esas posibilidades de transformación, y la verdad es que fueron materias que quedaron pendientes; algunas de ellas todavía precisan trabajos muy importantes, y ojalá en un futuro gobierno del FA podamos apoyar financieramente y desde el punto de vista de los equilibrios económicos reformas estructurales tan importantes como las que mencioné”.

Los primeros pasos

Danilo Astori nació el 23 de abril de 1940 y vivió buena parte de su vida en el barrio Malvín. Fue hincha ferviente de Nacional y de la murga Falta y Resto.

Se formó en el colegio y Liceo Maturana, donde, según destacó en diálogo con Lento, adquirió su “catolicismo”, su “profunda fe cristiana” y también su “disciplina”. En 1958 ingresó a la Facultad de Ciencias Económicas y se recibió en 1963 de contador-economista.

Ese mismo año, con 23 años, recién egresado, el entonces ministro de Ganadería y Agricultura, Wilson Ferreira Aldunate, lo contactó para que se sumara al trabajo de la Comisión de Inversiones y Desarrollo Económico (CIDE) y posteriormente a lo que se llamó la “CIDE Agropecuaria”, ámbito que lo marcaría y donde destacó que se elaboraron propuestas para el desarrollo rural que, “desde el punto de vista del tamaño y la estructura de la tierra, suponía cambios absolutamente profundos en el país”,

Luego hizo un posgrado en la Cepal, en Chile, en 1965, de donde le quedó, según dijo en la entrevista con Lento, el concepto de planificación y “la visión del desarrollo como visión completa, como visión que involucra el crecimiento inclusivo, la apertura de la economía y la apuesta a la calidad, que es el rumbo que intenté tomar cuando fui ministro de Economía, nace ahí. Nace en mi formación curricular”.

La Diaria

Más notas sobre el tema