Unicef denuncia el incremento de saqueos, secuestros y ataques armados contra escuelas en Haití

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El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) alertó en un informe divulgado el jueves sobre el incremento de los actos de violencia contra las escuelas en Haití, en el contexto de inseguridad y crisis que vive la nación caribeña.

Según informes de la organización, en los primeros cuatro meses del actual curso escolar, desde octubre de 2022 a febrero de 2023, se han registrado tiroteos, saqueos, secuestros y ataques armados contra 72 centros educacionales en varios puntos del país.

El texto especifica que al menos una escuela ha sido incendiada y 13 escuelas atacadas por grupos armados, dejando un saldo de un estudiante muerto y dos miembros del personal educativo secuestrados.

Bruno Maes, representante de Unicef en Haití declaró que, si bien en igual período del año anterior, ocho planteles habían sufrido ataques violentos, en los primeros seis días de febrero de 2023 han cerrado 30 escuelas y una de cada cuatro han permanecido clausuradas desde octubre pasado.

El funcionario acotó que “En Haití, las escuelas siempre han sido consideradas y respetadas como refugios seguros, pero en los últimos meses se han convertido en blanco de la violencia”, especialmente las ubicadas en zonas urbanas, escenarios en los que operan las bandas criminales.

En estas áreas, «los grupos armados consideran saquear las escuelas como una alternativa lucrativa a otras formas de extorsión y delincuencia. Los ataques contra las escuelas por parte de grupos armados están teniendo un enorme impacto en la seguridad, el bienestar y la capacidad de aprendizaje de los niños», afirmó.

En medio de preocupaciones sobre la continuidad del proceso docente-educativo en Haití, se estima que alrededor de un millón de niños dejan de asistir al colegio por el malestar social, la inseguridad, el alto costo de la educación, la falta de apoyo para los más vulnerables y la deficiencia de los servicios educativos.

A todo esto se une la agresividad contra las escuelas, lo que se va convirtiendo rápidamente en una razón de peso para que los padres declinen enviar a sus hijos a los planteles educativos por miedo a los ataques, indicó Maes.

Cifras ofrecidas por la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés), el 60 por ciento de la ciudad de Puerto Príncipe, capital de la nación, está controlado por grupos armados que saquean escuelas, llevándose materiales y comida.

Frente al peligro, varios directores de escuela han decidido cerrar los centros para proteger a los menores, quienes no solo pierden recursos tangibles para su sustento, sino un promedio de un día y medio de clases por semana.

Unicef solicitó a los involucrados en el conflicto que se abstengan de emprender cualquier acción que ponga en peligro la integridad física de los estudiantes, así como el derecho de los educandos haitianos a la educación.

La organización internacional conminó asimismo al gobierno haitiano a garantizar la seguridad de los infantes, pues los afecta no solo la violencia armada, sino también las protestas callejeras, como las que condenaron la muerte de catorce policías que terminaron obligando a evacuar las escuelas de la zona.

Según subrayó la nota de Unicef, “un niño que tiene miedo de ir a la escuela es un niño que corre más riesgo de ser reclutado por grupos armados».

teleSUR

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