Una invasión a Venezuela ¿la sorpresa de octubre tras los fracasos de la estrategia de poder dual? – Por Álvaro Verzi Rangel

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.Por Álvaro Verzi Rangel *

Como manotón de ahogado en la búsqueda de su reelección en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, Donald Trump podría ordenar una agresión militar a Venezuela, patrocinada por Estados Unidos y ejecutada desde suelo colombiano, tras los sucesivos fracasos de los planes de financiar una “rebelión popular” o un levantamiento. Militar exitoso contra el gobierno constitucional venezolano.

Tal como se pudo constatar en la reciente sesión de la comisión de política exterior del Senado estadounidense, el intento realizado a lo largo de meses había fracasado. La amenaza de intervención se fue debilitando en la medida que se constataron resistencias en Washington y en los países de la región y, sobre todo por la decisión de Los militares venezolanos a librar combate, de ser necesario.

El 22 de agosto el almirante Remigio Ceballos, jefe del comando estratégico operacional de la Fuerza Armada Nacional (FANB) Bolivariana, declaró que Colombia prepara una agresión, a la que Venezuela responderá, dijo, con fuerza y contundencia.

El presidente colombiano Iván Duque, en medio de una grave crisis humanitaria, económica, financiera, social y sanitaria, está al frente del gobierno que más ha agredido a Venezuela en la historia. Ceballos también recordó que en 2000 se instaló el Plan Colombia con siete bases militares estadounidenses en ese país para preparar su agresión a Venezuela y a toda la región.

En lo interno, el llamado a elecciones parlamentarias para el 6 de diciembre desplazó la tensión de la dinámica del poder dual de la estrategia de cambio de gobierno adelantada desde nero de 2019, que intentaron imponer Estados Unidos y la Unión Europea (un presidente de la Asamblea Nacional autoproclamado presidente interino).

La dinámica del doble poder no se pudo plasmar en la perspectiva interna, aunque en los primeros meses de 2019 tuvo un impacto no desdeñable como imagen simbólica. Sin embargo, en el exterior el gobierno estadounidense y sus países aliados tomaron empresas del Estado venezolano, como Citgo y Monómeros, y pusieron bajo su control los fondos de la República, al tiempo que le otorgaban consideraciones de representación diplomática a la oposición, recuerda el politólogo Leopoldo Puchi.

La idea de un poder paralelo que se intentó imponer en el imaginario colectivo global, a través del bombardeo de la prensa hegemónica, fue desapareciendo por culpa de la realidad real. Ya la mayoría de las cancillerías europeas reconsidera la decisión de reconocimiento de Juan Guaidó. Ya no quedan dudas sobre quien está al frente del país, aun cuando las presiones contra el gobierno de Nicolás Maduro se mantienen.

Entre estas presiones europeas a cambio de no boicotear las elecciones, está la liberación de lo que consideran “presos políticos”. La última semana fue excarcelado Juan Requesens, acusado de participar en un fallido ataque con drones, y ahora cumplirá detención domiciliaria. Los dirigentes opositores Henrique Capriles y Stalin González saludaron por twitter la medida, al igual que la cancillería española.

El 6 de diciembre serán las elecciones parlamentarias. Un mes después finaliza el período de la Asamblea Nacional unicameral, y será mucho más difícil seguir adelante con la estrategia del poder dual. Diferentes sectores de la oposición política reconsideran su participación en los comicios, deslingándose de la abstención y del desconocimiento de las autoridades constitucionales.

El 5 de enero de 2021 finaliza el período de la AN, por lo que será más difícil aun sostener la estrategia de poder dual. Por esta razón, diferentes actores han comenzado a reconsiderar una política que no ha dado frutos y a desligarse de la abstención, que es el medio que se utilizaría para mantener la idea de existencia de un doble poder.

Mucho tiene que ver con este cambio de perspectiva, el distanciamiento de lols obispos católicos del abstencionismo y del desconocimiento del gobierno, tal como indica un comunicado de la Conferencia Episcopal. Con bendición obispal se abrió camino a la participación electoral de actores de oposición vinculados de una u otra forma a la Iglesia.

Las autoridades del Vaticano nunca coincidieron con la estrategia de poder dual y no sería descartable que comenzara su propio juego sobre el tablero, diferente al de Washington.

Los idus de octubre

El historiador Samuel Moncada, embajador de Venezuela ante la ONU, denunció que órganos de propaganda de Washington ya promueven la fuerza multinacional invasora de Venezuela… debe ser con ocupación militar pero sin la presencia visible de Estados Unidos en primera fila. Son los ejércitos de Colombia y Centroamérica los que harán el trabajo sucio.

En otro mensaje, indicó que “Buscan la ‘sorpresa de octubre’. En Venezuela debemos prepararnos para la provocación en ciernes” y mostró un fragmento del artículo del portal conservador Washington Examiner donde se aprecian las insinuaciones del jefe del Comando Sur de Estados Unidos, almirante Craig Faller, y de Phil Gunson (espía que estuvo acreditado como corresponsal extranjero en los primeros años del gobierno de Hugo Chávez), de International Crisis Group, acerca de una eventual invasión.

Explicó Moncada que las masacres ejecutadas en Colombia las quieren poner en práctica en Venezuela, bajo la dirección de los embajadores colombianos en Washington y en la OEA, Francisco Santos y Alejandro Ordóñez, con la ayuda de Estados Unidos. Añadió Moncada que Santos planteó que en caso de que Trump vea las elecciones difíciles apoye a los opositores mercenarios venezolanos.

Pancho Santos afirmó que si Trump ve las elecciones muy difíciles “se mete a Venezuela” y propuso “acciones encubiertas” para apoyar a los mercenarios venezolanos. Las condiciones propuestas por Santos se están cumpliendo y debemos prepararnos para las consecuencias de su plan, señalo el embajador venezolano.

En un seminario convocado por el Atlantic Council, Faller dijo que la clave está en cómo podemos compartir mejor inteligencia y cómo la comunidad internacional puede influir mejor para forzar y cambiar la conducta del presidente Nicolás Maduro y de los actores estatales externos, en obvia referencia a Cuba, Venezuela e Irán.

Mientras, se reunían con Duque en Bogotá el mencionado Faller junto a Robert O’Brien, asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, su adjunto para América Latina, el cubanoestadunidense Mauricio Claver-Carone, candidato de Trump a la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo, y el embajador Phillip Goldberg.

Según la presidencia de Colombia, se revisaron “temas de seguridad, lucha contra el narcotráfico, ‘la situación de Venezuela’ y la inmigración de ciudadanos de ese país a Colombia”. Washington llegó a acusar a Venezuela de tráfico de drogas mientras su principal aliado en la región, Colombia, produce 90 por ciento de la coca que se comercializa en el mundo.

Según fuentes demócratas, Trump consultó a jefes militares del Pentágono sobre la factibilidad de agredir a Venezuela, directamente con fuerzas estadounidenses, para reforzar la incesante arremetida de mercenarios y estadounidenses, venezolanos y colombianos., junto a los bloqueos y la guerra económica que mantiene contra Venezuela, con el propósito de apoderarse de sus riquezas petroleras y minerales.

Lo que puede incidir en una decisión de este tipo –la sorpresa de octubre que buscaría unir a los estadounidenses con su comandante en jefe- es su caída en las encuestas de cara a las elecciones del 3 de noviembre. Ya intentó asesinar a Chávez y Maduro, financiar un farsesco golpe de estado el 30 de abril de 2019 e invadir con mercenarios en mayo de 2020, a través de un contrato suscrito con el autoproclamado presidente interino Juan Guaidó.

Rubio y el voto latino

Según una nota del portal mexicano LaPoliticaOnline, el senador republicano por el estado de Florida, Marco Rubio, está tratando de convencer al presidente de Trump para que ejecute una acción militar contra Venezuela, con la finalidad de tener el visto bueno de la comunidad latina antes de las elecciones del 3 de noviembre.

El logro más reciente de Rubio es la nominación de su amigo Mauricio Claver Carone a la presidencia del Banco Interamricano de Desarrollo, BID., tras la promoción de Carlos Trujillo como embajador de Estados Unidos en la OEA, y un poco antes la nominación de Elliott Abrams como el encargado del Departamento de Estado para los temas ligados a Venezula.

“El próximo objetivo es, sin dudas, el más explosivo: conseguir que Donald Trump apruebe una invasión a Venezuela antes de la elección presidencial”, asegura la nota suscrita por el periodista Milton Merlo, quien señaló que Rubio se expresó en favor de una acción militar en Sudamérica para, de ese modo, asegurar los votos de Florida en el Colegio Electoral en noviembre.

Ese estado, tradicionalmente republicano, ahora se encuentra muy disputado con los demócratas y el senador insiste en que la invasión garantiza los 29 votos en el Colegio Electoral. “Son votos clave especialmente si los republicanos perdieran además los 38 de Texas”, agrega el trabajo periodístico.

*Sociólogo venezolano, Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y analista senior del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)


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