El festival virtual Somos Antídoto reunió artistas de América Latina contra el bloqueo a Cuba

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Somos antídoto, un concierto virtual por una América unida

Con música, voces del continente se unieron hoy en un concierto virtual en el que abogaron por una región en paz, sin bloqueos ni golpes de estado, por una ‘América nuestra’.

Por más de dos horas artistas, músicos, pintores y defensores de derechos humanos de Argentina, Cuba, Brasil, Colombia, Venezuela y Uruguay, sumaron sus voces a este festival titulado Somos antídoto, un bálsamo en estos tiempos tan difíciles, con una pandemia que ha cambiado al mundo en 180 grados.

Organizado por el Espacio de la Fraternidad Argentino Cubana (EFAC), el recital estuvo marcado por el amor a Cuba y a su pueblo y la fecha coincidió con una gesta histórica que condujo a la Revolución triunfante encabezada por Fidel Castro, los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

Al concierto se sumaron el trovador cubano Silvio Rodríguez, quien regaló dos hermosos temas: Sin fin y mar y su clásico El Necio, la venezolana Cecilia Todd y varias voces argentinas como Patricia Malanca y Peteco Carabajal, por citar algunos.

Una denuncia repetida contra el bloqueo económico, financiero y comercial que impone hace seis décadas Estados Unidos a Cuba, incluso arreciado en tiempos de pandemia, las sanciones a Venezuela u otras situaciones que se suceden en esta región, se escucharon en la jornada.

Desde el artista cubano Sandor González, pasando por el poeta Waldo Leyva, hasta la música de Vicente Feliú, se juntaron este domingo.

Han sido 60 años para intentar rendirnos pero los últimos meses en la batalla de Cuba contra la Covid-19 y en la ayuda solidaria proyectada al mundo, se ejemplifica que no estamos dispuestos a rendirnos y que el Moncada sigue vivo en la lucha contra el bloqueo, apuntó durante el concierto el director de la Biblioteca Nacional cubana Omar Valiño.

Desde la EFAC, de la que es su presidente honorario, el politólogo Atilio Borón llamó a la necesidad de estrechar fuerzas y resaltó que Cuba ha sido un faro fundamental en el desarrollo de América Latina, hoy más amenazada, dijo, con una contraofensiva imperial sin precedentes en la historia de la región.

Desde el rap del argentino Daniel Devita, quien dedicó canciones a Fidel, a Cuba y al Che Guevara, el tango de Patricia Malanca, la copla de La Charo, el sonido colombiano de Pacífico Libre, la trova de Paula Ferré y la música del uruguayo Rubén Rada, el recital fue un festival de amor por la paz y una mejor América Latina.

También se escucharon los mensajes de dos grandes referentes argentinas, Nora Cortiñas y Taty Almeida, Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, quienes abogaron por una América libre de golpes de estado, de fascismos, de bloqueos.

En la jornada el cineasta argentino Ernesto Fontán anunció el pronto estreno del documental Tarará, con entrevistas a personalidades cubanas, que narra la historia de esos miles de niños de Chernóbil que fueron atendidos en Cuba durante varios años.

‘Por la paz, contra el bloqueo y los golpes, somos antídotos’, se escuchó en este festival, devenido un encuentro entre pueblos hermanos a través del arte.

Prensa Latina


Silvio Rodríguez, Cecilia Todd, Susy Shock y Luciana Jury se sumaron al Festival Somos Antídoto

También tocaron La Charo, el Bahiano, Patricia Malanca, Emiliano del Río, Mica Vita y Mariano Otero, entre otros. Se trata de una iniciativa del Espacio de la Fraternidad Argentino Cubana y se podrá disfrutar en forma gratuita por su canal de Youtube.

Por Belauza

El domingo 26 a las 21, libre y gratis, el EFAC (Espacio de la Fraternidad Argentino Cubana) transmitió por su Canal de Youtube el Festival Somos Antídoto, una puesta en escena que contó con, entre otros, Silvio Rodríguez de Cuba, Cecilia Todd de Venezuela, La Charo, Bahiano, Susy Shock, Luciana Jury, Patricia Malanca, Emiliano del Río, Mica Vita y Juan Saraco de DuraTierra y Mariano Otero desde Argentina. Y también artistas sorpresa de la artísticamente inagotable Latinoamérica.

Al definir su convocatoria, EFAC declara: “La pandemia que estamos atravesando ha puesto al desnudo las enormes desigualdades e injusticias de nuestras sociedades; ha demostrado que habitamos un solo mundo y nadie se salva en soledad; han permitido detener la maquinaria, evidenciar que la búsqueda insaciable de ganancias es insostenible, y poner en duda qué es lo que hace a una vida digna de ser vivida”. En ese sentido, Patricia Malanca, participante del Festival -que aprovechará para estrenar dos temas-, señala: “Siempre es un orgullo que el EFAC me convoque a los festivales. Especialmente porque son bien compactos en cuanto a los artistas que se identifican con el folclore latinoamericano, popular, y en el medio de todo eso soy la tanguera. Porque lo que estamos viviendo es muy duro. En los primeros días del aislamiento circuló un video respecto a un tanguero de casas de tango que estaba durmiendo en una pizzería; y parte de esta situación tiene que ver con que el tango es claramente autogestivo, cien por ciento. Casi el cien por cien de los ingresos es como el de una panadero: día a día; el que se construye en una tanguería for export, en un festival, en un recital, en ingresos a la gorra. Por lo cual la situación del tango en este momento es muy compleja. Estamos recibiendo del estado y estamos muy mancomunados y compartiendo cada información que hay al respecto. Nos conocemos todes y sabemos quién está peor que otros. Y el tanguero es muy solidario al mismo tiempo: nos llaman de cualquier parte y allá estamos, somos los primero de decimos sí a todo.”

Y también hay una parte emocional, tal vez menos conocido, pero que se puede imaginar bastante difícil para quien, sin dudas, trabaja con la emoción. “En los primeros meses me centré en mi círculo más íntimo -comenta Luciana Jury, otra de las que cantará el domingo-. Decidí sostener y sostenerme anímicamente en los que están a mi lado: mi hija, mi compañera, mis viejos, la casa, los animales que me rodean. Busqué cocinar lo más sano y lo mejor que pude, hacer gimnasia, entrenar todos los días, cosa que no hice nunca antes. En lo artístico extrañaba mucho el intercambio con el público, pero por una cuestión generacional demoré en decidirme por el streaming. Finalmente tomé el ejemplo de Sofi Viola, que es una amiga y colega muy admirada, que viene haciendo un ciclo todos los domingos al mediodía (“Pour la Galerie”). De verla me entraron ganas: habían pasado cuatro meses y necesitaba el contacto con la tribu. Así que en julio comencé un ciclo desde mi casa: «Canciones desde el Rancho», todos los miércoles a las 21 hs por el mi canal de youtube, y la verdad es que viene siendo hermoso. Es un ciclo a la «gorra virtual», en el que el intercambio mediante el chat es muy dinámico; la gente propone temas, mandan fotos bailando, cenando, nos emocionamos y nos divertimos.”

En su convocatoria al Festival, EFAC declara: “En tiempos de aislamiento social preventivo, ante la triste realidad de una pandemia que, como siempre, azota a las personas más vulnerables, nuestros pueblos necesitan formas de acercarse, de cruzar las fronteras y acortar las distancias con nuestra fuerza cultural, de reunirse en torno al fuego de la empatía y la solidaridad, a compartir la belleza, la alegría, la imaginación, necesarias para seguir abriendo nuevos horizontes, para seguir sembrando las semillas de la dignidad y la igualdad.” Algo que, en términos materiales, está lejos de alcanzarse, y al menos en el corto plazo, no se vislumbran buenos tiempos.

“No creo que el streaming sea la «salida», desde lo económico es apenas un parche -puntualiza Jury- . Tomo estos conciertos en streaming con seriedad como una forma de generar dinero, no solo para mí sino para el equipo que trabaja habitualmente conmigo. Lo mismo que los ingresos por las reproducciones digitales, que son irrisorias. En mi caso en el 2019 hice más de 100 cien shows en todo el país, algunos más pequeños, otros más grandes, y eso no es factible reemplazarlo. Sí creo que es posible que en el futuro el streaming complemente los shows en vivo, para aquellos que estén alejados o hasta tanto las salas puedan funcionar al 100%. Por lo pronto es lo que tenemos a mano para seguir conectados y generar algún ingreso, y eso nos obliga a ponerle corazón, cabeza y a ir mejorando las condiciones técnicas en las que lo hacemos. Sinceramente se me hace difícil pensar qué gana la interpretación y el espectador en este intercambio. La gente puede escribir, pero falta la mirada; a mí me falta la mirada. Y faltan no solo los aplausos, sino también los silencios que en un show dicen mucho.”

No se puede decir que Malanca es más optimista, pero pone el foco sobre un punto que despierta cierta esperanza. “Una de las consecuencias del aislamiento tiene que ver con la desaparición de la escena física de los y las artistas -asegura-. Y me parece que los malhumores o los malestares sociales tienen alguna relación con eso: la comunidad artística es un dique de contención, somos vectores o vehiculizadas de esos malestares o esas sensaciones, de los sentimientos o las alegrías, de momentos de celebración. Al no estar, al no poder tener ese enlace cuerpo a cuerpo, probablemente la sociedad lo esté sintiendo y lo manifieste con estos cambios de climas mentales que hay todo el tiempo durante la pandemia. Me parece que el título del festival muestra cuán importante es la función de los artistas en una sociedad. Por otro lado el streaming y este tipo de propuestas templan los ánimos y funcionan como una promesa, una llama encendida que de esto vamos a salir. Es una forma de mantener esa llama encendida y ese fuego para esperar y que reflexionemos, utilicemos este tiempo para pensar una salida que tenga que ver con una posición más igualitario en toda Latinoamérica. Tomándolo desde ese lugar, puede ser una oportunidad, como momento de espera hacia ese encuentro: con nuestras voces y este tipo de consignas podemos atemperar los ánimos en el mientras tanto, hasta que nos podamos volver a tocar.”

A la espera de tocarse y sentirse mutuamente las respectivas vibras, comunidad y artistas claman porque estas iniciativas se mantengan, y las autoridades tomen nota de lo importancia que las y los artistas tienen para la salud emotiva y mental de la sociedad.

Festival Virtual gratuito Somos Antídoto, domingo 26 de julio, 21 hs, canal de Youtube de EFAC (replicado en las redes sociales).

Tiempo Argentino

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