Alberto Fernández se reunió con movimientos sociales y con embajadores de la UE

821

Por Viviana Mariño

“Lo que viene es el gobierno de todos ustedes, no de Alberto y de Cristina; vamos a resolver las cosas juntos”. La promesa de Alberto Fernández resonó en el amplio salón de la sede de la Conferencia Episcopal Argentina en el barrio de Retiro. Allí, el presidente electo dialogó este miércoles con referentes de los movimientos sociales a quienes refrendó como una pieza clave de su futura gestión.

La elección del lugar del encuentro no fue casual: los movimientos sociales mantienen reuniones periódicas en el viejo edificio de la calle Suipacha donde el obispo de Lomas de Zamora y titular de la Comisión Episcopal de la Pastoral Social, monseñor Jorge Lugones, suele oficiar de anfitrión. El religioso abrió las puertas al mandatario electo quien llegó acompañado por Daniel Arroyo –candidato firme a ocupar el Ministerio de Desarrollo Social- y Gustavo Béliz.

Desde que Fernández anunció el plan “Argentina contra el Hambre” como el anticipo de una de las primeras políticas públicas de su gobierno, los equipos técnicos del Frente de Todos afianzaron el diálogo con las organizaciones y movimientos sociales. El encuentro de ayer ratificó esa dirección tanto como la posible integración de algunos de sus líderes y referentes a la próxima gestión en las áreas de desarrollo social, vivienda o economía popular.

El contexto regional -con eje en la aguda crisis de Chile y el golpe de Estado en Bolivia contra el presidente Evo Morales- fue el primer tema de la agenda. “Hubo una evaluación general sobre el impacto de los programas neoliberales en la región y, en el caso argentino, se destacó el rol de los movimientos sociales para contener las demandas económico-sociales que profundizó la gestión de Mauricio Macri”, coincidieron tres de los participantes del encuentro.

“No soy jefe, ni general; no quiero soldados. Estoy dispuesto a discutir con los que tienen ideas distintas”, señaló Fernández ante los dirigentes.

El mandatario electo confirmó también la decisión de afianzar la economía popular. “Llegó para quedarse; la gente necesita un horizonte de progreso”, afirmó.

Del encuentro participaron Emilio Pérsico (Movimiento Evita); Esteban Castro y Gildo Onorato (CTEP); Juan Carlos Alderete, Fredy Mariño  y Luciano Álvarez (Corriente Clasista y Combativa); y  Daniel Menéndez, Néstor Moccia y José Oscari (Barrios de Pie).También formaron parte de la mesa Dina Sánchez (Frente Darío Santillán); Juan Grabois (Movimiento Trabajadores Excluidos); Rafael Klejser (Movimiento Popular La Dignidad); y Natalia Zaracho (Movimiento de Trabajadores Excluidos).

“Compartimos la mirada sobre la situación social y también la agenda futura para enfrentar el hambre con el desarrollo de la economía popular”, explicó Menéndez a Tiempo.  Y agregó: “Esta reunión significa un espaldarazo para la organización y el futuro de los movimientos sociales”.

El relanzamiento del Consejo de la Economía Popular forma parte de la agenda urgente del futuro gobierno e integra el paquete de medidas que Fernández estudia para el día después de su asunción formal el 10 de diciembre próximo.

“Esta reunión profundiza la idea del diálogo social. Pudimos plantear nuestra agenda y subrayar que nuestro objetivo es salir del paradigma de los planes sociales”, subrayó Onorato en diálogo con este diario. Y puntualizó: “Queremos reconocimiento al trabajo de la economía popular”.

En ese punto, los referentes convocados en la Conferencia Episcopal invitaron formalmente a Fernández a participar del plenario que, el próximo 7 de diciembre, sellará la unificación jurídica de la CTEP, la CCC, Barrios de Pie y el Frente Darío Santillán con el objetivo de avanzar hacia la organización sindical del sector.

Tiempo Argentino


Alberto Fernández pidió apoyo y comprensión a Europa

Alberto Fernández pidió apoyo y comprensión a los embajadores de la Unión Europea con los que hoy compartió un almuerzo. Apoyo en las negociaciones que deberá encarar con el Fondo Monetario Internacional y en la continuidad de las inversiones, que la futura economía necesitará como el agua. Comprensión en la continuidad de medidas como el cepo cambiario, que necesitariamente deberá continuar debido a la falta de dólares. El presidente electo comentó a los 22 representantes europeos que no terminó de revisar el acuerdo Mercosur-UE, pero que en su ánimo está avanzar en una negociación que sea beneficioso para las dos partes. «Soy europeísta», les aseguró Fernández, que viajará al Viejo Continente antes de asumir en una gira que abarcaría, en principio, Francia, Italia y Alemania.

Lo de europeísta lo explicó, entre otras cosas, por su admiración por el modelo que existe en los países del norte europeo. En ese sentido, se mostró interesado por el Consejo Económico y Social que existe en Holanda, tal vez el mejor modelo de lo que quiere poner en marcha en el país a partir del 10 de diciembre. En su momento, Mauricio Macri también dijo observar ese ejemplo, pero no hizo nada al respecto.

Respecto al acuerdo de libre comercio, el punto crucial hoy en el vínculo de los dos bloques, Alberto Fernández recordó haber participado de las conversaciones que le dieron inicio, allá por 2006. Lo corroboró allí mismo el embajador de España, Francisco Sandomingo Núñez. «No conozco la letra del acuerdo, pero les digo voy a hacer todo lo posible porque salga», les prometió Fernández, quien llegó acompañado al hotel de la Recoleta donde se hizo el almuerzo junto a un grupo importante de colaboradores: Santiago Cafiero, Felipe Solá, Cecilia Todesca, Gustavo Beliz, Miguel Cuberos y Juan Pablo Biondi. Solá se fue un rato antes de que terminara como debía hablar en la sesión de Diputados por el golpe en Bolivia. Del otro lado, encabezados por el embajadora de la UE, la francesa Aude Maio-Coliche, embajadores y representantes de los 22 países europeos con sede en Argentina.

En el rubro inversiones, Alberto Fernández planteó Vaca Muerta, minería y litio, como los rubros donde se podían alcanzar buenos acuerdos. El embajador de Italia detalló el emprendimiento que la firma italiana Seri en sociedad con Jujuy inició para fabricar baterías de litio. En general, las preocupaciones de las embajadores fueron por el lado de la «seguridad jurídica», la continuidad de la normativa. Consultaron por el cepo, que Fernández evaluó que obviamente deberá seguir por un tiempo dada la dramática escasez de dólares que le dejarán en el Banco Central.

El presidente electo también detalló las conversaciones que había mantenido en los últimos días con los presidentes Donald Trump, Emmanuel Macron y Pedro Sánchez. Respecto a la región, definió también en ese ámbito como un golpe de Estado lo ocurrido en Bolivia e hizo un repaso de las turbulencias en la región. En el entorno de Alberto Fernández creían que la situación crítica del vecindario le puede jugar a favor de la nueva gestión. «Están preocupados viendo lo que ocurre en Ecuador, Chile, Bolivia. Quieren que acá se mantenga todo más estable, así que seguro van a hacer lo posible por ayudar», imaginaban.

Fernández podrá comprobarlo pronto de primera mano: organiza para antes de asumir una gira europea que incluiría reuniones con Macron, con el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, y probablemente también con la alemana Angela Merkel.

Página/12


 

Más notas sobre el tema