El Papa canonizó a la Hermana Dulce y es la primera Santa de Brasil
El Papa canonizó a la Hermana Dulce para amargura de Bolsonaro
De Brasilia al Vaticano: parte de la clase política brasileña peregrinó este fin de semana a Roma donde el papa Francisco canonizó a la Hermana Dulce. Los presidentes del Senado, Diputados y el Supremo Tribunal Federal junto a decenas de congresistas, en su mayoría del Partido de los Trabajadores (PT), asistieron hoy a la misa en la Plaza de San Pedro y algunos permanecerán esta semana para asistir a los debates del Sínodo de la Amazonia.
A fuerza de cuestionar la prisión de Luiz Inácio Lula da Lula, rechazar el golpe contra Dilma y oponerse a la barbarie en la floresta tropical , Jorge Bergoglio se convirtió en un aliado de la resistencia democrática contra Jair Bolsonaro. En lugar de viajar a Roma por la canonización el excapitán-presidente optó por patrocinar en San Pablo una reunión de la ultraderechista y norteamericana, la CPAC (Conferencia Política de Acción Conservadora), en la que fue denostada la «tiranía roja» que tomó cuenta del Vaticano para «imponer» la Teología de la Liberación .
«Es lógico el malestar de estos grupos de extrema derecha contra un Papa comprometido con los pobres y la democracia», sostiene Gilberto Carvalho en las oficinas del PT donde dialogó con PáginaI12 por más de una hora el viernes pasado.
Despúés de su circense perfomance en la Asamblea General de la ONU el 24 de setiembre, cuando atacó a los indígenas y negó las quemas en la Amazonia, Bolsonaro sufrió este domingo una derrota política en la Santa Sede, donde prácticamente no hubo representantes del oficialismo, salvo el vicepresidente, general Hamilton Mourao.
El gobierno está molesto con el Vaticano y la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), tanto que ordenó hacer espionaje en las asambleas preparatorias del Sínodo que continuará sesionando hasta el 27 de octubre.
Ex seminarista, Gilberto Carvalho fue el interlocutor entre los gobiernos petistas (2003-2016) y el Vaticano, y actualmente es el puente entre Lula y Bergoglio.
Probablemente ningún otro dirigente petista haya ocupado puestos clave en el Palacio del Planalto durante tantos años como este licenciado en filosofía, afable y culto. Que cuando habla con el expresidente le dice «Lulinha».
Trabajó en un despacho contiguo al de Lula en el Planalto entre 2003 y 2010.Más tarde se desempeñó como secretario general de la Presidencia de Dilma Rousseff hasta enero de 2015.
Meses atrás viajó a Roma con una carta del político preso en la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba dirigida al Pontífice.
«El conjunto de los gestos que tuvo el Papa para con Lula fueron extraordinarios, le envió una carta a Lula diciendo que la verdad prevalecerá´, para mí el Papa hizo todo lo que puede hacer un jefe de Estado, realmente fue supergeneroso , nosotros tenemos una gratitud inmensa con él».
«El peso conservador sigue siendo fuerte en la Conferencia Nacional de Obispos , todavía no llegó del todo aquí la onda renovadora nacida en Roma (…) esto no impide que una mayoría clara de la Conferencia esté a favor de la libertad de Lula».
«La oposición a Bolsonaro es clara por parte de la CNBB, porque incluso los miembros más a la derecha han comprobado el drama que está viviendo un pueblo al que en unos años – esto viene desde el golpe pero se profundiizó desde enero pasado– le han destruido una red de políticas implementadas por nuestros gobiernos compuesta por Mi Casa, Mi Vida, el Prouni (becas estudiantes humildes), la Bolsa Familia, a través de una política neoliberan cruel».
«El Papa ha tenido una política sabia en el nombramiento de nuevos obispos, para dar fuerza a las corrientes progresistas, para él Brasil es importantístimo», por eso eligió hacer su primera gira internacional en Río de Janeiro en julio de 2013, cuatro meses después de ser entronizado.
La diplomacia espistolar de Francisco no fue inaugurada con Lula, dio continuidad a la que había mantenido con Dilma.
«El Papa le envió dos cartas solidarizándose contra el golpe, una fue hecha pública y otra fue privada, ésta última tuvo expresiones muy afectuosos (..) la relación fue excelente».
«Entre ellos hubo una pasión a primera vista (riendo), Dilma estuvo en Roma en marzo de 2013 cuando Bergoglio le dijo´ voy a ser el primer papa argentino y peronista´, quedó encantada con la frase, y con la personalidad de él «.
Geopolítica y fe
Francisco desata la ira de grupos como Tradición, Familia y Propiedad o el Instituto Plinio Correia de Oliveira que organizó un seminario en Roma para sabotear al Sínodo, que tuvo entre sus disertantes a uno de los herederos de la casa imperial portuguesa , el príncipe Bertrand de Orleans de Braganza quien hizo una exégesis de «la conquista y evangelización católica de los indígenas» y fustigó el «paganismo» de la Comisión Pastoral de la Tierra (CMP) y el Consejo Indigenista Misionario (CIMI), ambos vinculados a la Conferencia de Obispos.
Orleans de Braganza además de defender el retorno de la monarquía es un admirador del cardenal norteamericano Edward Burque, uno de los antipapistas más influyentes del mundo. Ambos consideran «herejías» la autorización para que hombres casados puedan ser ordenados en la Amazonia.
«El Papa, con gran valentía, optó por enfrentar a estos grupos ultraconservadores y por primera vez en la historia de la Iglesia comenzó a hablar de ordenar hombres casados, en latín los ´Viri Probati´, hombres de reputación probada, para el trabajo en la Amazonia. Sinceramente no estoy seguro si se va a aprobar en el Sínodo, hay mucha presión en contra», apunta Carvalho.
«El Sínodo tiene como primer desafío actualizar a la Iglesia en la Amazonia para ante el crecimiento de los evangélicos, es muy posible que hoy ya haya más indígenas evangélicos que católicos en la Amazonia. Si el crecimiento neopentecostal continúa es de esperar que en 2030 en todo Brasil haya igual número de católicos y neopentecostales» agrega.
En el Sínodo hay una disputa de proporciones extraordinarias, religiosas y geopolíticas, que el jesuita Bergoglio decidió llevar adelante aún a riesgo de un cisma.
«Sólo con la ordenación de hombres casados se podrá contrarrestar la penetración y y el económico evangélico. ¿Hay dinero de Estados Unidos puesto en todo esto?. No tengo dudas que sí», remata Carvalho.
Como foi a cerimônia de canonização da Santa Dulce dos Pobres
Desde as 10h34 (5h34 no horário de Brasília) de domingo (13), o Brasil tem oficialmente uma santa nascida no país. Nesse horário, o papa Francisco oficialmente fez da religiosa Irmã Dulce, a Santa Dulce dos Pobres. Seu dia será celebrado em 13 de agosto –data em que ela se tornou freira em 1933.
A cerimônia, conduzida na Praça São Pedro, no Vaticano, reuniu, de acordo com a guarda local, cerca de 50 mil pessoas –sendo 10 mil brasileiros, segundo estimativa da Santa Sé. Entre eles, as duas pessoas cuja cura foi atribuída a milagres realizados pela agora santa e que levaram à canonização: Cláudia dos Santos, que em 2001 teve hemorragia ao dar à luz seu segundo filho e o músico José Maurício Moreira, que, cego, rezou para Irmã Dulce e acordou enxergando. Ele participou da celebração, levando um dos cálices na oferenda da missa.
Bandeiras brasileiras e trajes verde e amarelo podiam ser notados em todas as partes da praça. Foram levadas ao papa as relíquias de cada um dos novos santos. A de Irmã Dulce é um pedaço de osso de sua costela, com uma pedra de ametista.
Outras quatro pessoas foram tornadas santas na mesma cerimônia: um teólogo inglês, uma freira italiana, uma freira indiana e uma catequista suíça.
Na Bahia, fiéis fazem vigília
No agora Santuário Santa Dulce dos Pobres, em Salvador, os fiéis começaram a chegar na noite de sábado para acompanhar. Uma missa foi celebrada às 22h e, depois, começaram orações até a hora da canonização.
Quando o papa anunciou que o Anjo Bom da Bahia era oficialmente a santa Dulce dos Pobres, sua imagem recebeu uma auréola, somente conferida a santos.
Ao longo desta semana, a arquidiocese de Salvador programou uma série de eventos na chamada “Semana da Gratidão”. Serão três missas diárias: às 8h30, 12h e 16h; recitação do Terço em honra à Santa Dulce, às 11h e às 15h; Sarau Dulce, às 17h30.
O ápice será a celebração marcada para o próximo domingo, no estádio da Fonte Nova, às 17h: missa de agradecimento pela canonização presidida pelo arcebispo de Salvador e primaz do Brasil, dom Murilo Krieger.
Políticos acompanham cerimônia
Um grupo de ao menos 25 autoridades e políticos brasileiros foi ao Vaticano acompanhar a canonização de Santa Dulce dos Pobres.
A comitiva tem deputados, senadores e ministros. Entre eles, o vice-presidente, Hamilton Mourão, os presidentes do Senado, Davi Alcolumbre (DEM-AP), da Câmara, Rodrigo Maia (DEM-RJ), e do STF (Supremo Tribunal Federal), Dias Toffoli. No sábado, o subprocurador-geral do TCU (Tribunal de Contas da União), Lucas Rocha Furtado, pediu à Corte que investigue os gastos da comitiva do governo no evento.
Irmã Dulce: a devoção à primeira Santa brasileira
Na casa da curitibana Maria Donizeti Marques da Silva, Irmã Dulce tem lugar cativo. No pequeno altar montado no fim do corredor, ela exibe uma capelinha com uma foto da religiosa baiana, que trouxe da última viagem a Salvador. “Sempre que acordo ou vou dormir, olho para ela, rezo e peço que interceda por mim”, conta Zeti, como é conhecida. Ao lado da freira recém-canonizada pelo Papa Francisco, estão Nossa Senhora Aparecida e Santa Rita de Cássia – as outras santas de devoção da catequista.
Zeti nasceu na Bahia e conta que desde pequena ouvia falar da freirinha franzina que cuidava dos pobres. “Ela sempre foi muito famosa no Nordeste. Atendia quem precisava e qualquer um que cruzasse o caminho dela”, lembrou. Na última passagem pela terra onde os parentes ainda moram, em julho deste ano, pode presenciar, também, a admiração dos conterrâneos pela, agora, santa brasileira. “Nós fomos conhecer a obra de Irmã Dulce e ficamos encantados. O local virou um centro de peregrinação e acolhida. A santidade dela exala naquele lugar”, afirmou.
De saúde frágil, Irmã Dulce dedicou a vida a atender principalmente os doentes (leia mais abaixo). E foi justamente quando o corpo precisou de amparo que a religiosa Izaura Souza Cordeiro, outra moradora de Curitiba, pode experimentar o “poder” da obra milagrosa da intercessora. “Eu morava em Salvador e, na época, precisei fazer uma cirurgia de emergência no Hospital Santo Antônio [fundado por Irmã Dulce]. Naquela ocasião, pude ver de perto toda a atenção que é dada aos humildes. Eles trabalham com o coração. Tenho uma admiração enorme por essa causa”, disse à Gazeta do Povo.
Para a freira da Ordem das Irmãs Catequistas Franciscanas, os prodígios de Dulce vão muito além dos dois casos reconhecidos pela Igreja e que permitiram a santificação do “anjo bom da Bahia”. Segundo ela, “o hospital, por si só, com toda história e a forma de atender as pessoas, já faz milagres diariamente pelo povo baiano”, garantiu.
História
Nascida em 1914, em Salvador, Maria Rita de Souza Brito Lopes Pontes (nome de batismo de Irmã Dulce) começou a manifestar interesse pela vida religiosa ainda na adolescência. Aos 13 anos de idade, já atendia doentes no portão de casa, no bairro de Nazaré. Apaixonada por futebol e torcedora fanática do Esporte Clube Ypiranga, em 1933, logo após a sua formatura como professora, ingressou na Congregação das Irmãs Missionárias da Imaculada Conceição da Mãe de Deus. No mesmo ano foi morar no Convento de Nossa Senhora do Carmo, em São Cristóvão (Sergipe), onde recebeu o hábito azul e branco que a tornou ilustre e adotou, em homenagem à mãe falecida, o nome de Dulce.
O trabalho assistencial em comunidades carentes teve início, em 1935, sobretudo em um conjunto de palafitas que se formou na parte baixa do bairro de Itapagipe, na capital baiana. Percebendo a necessidade dos muitos operários que moravam na região, Irmã Dulce criou um posto médico e mais tarde, fundou a União Operária São Francisco – primeira organização católica do estado dedicada à classe trabalhadora.
A missão se estendeu até o ano de 1992, quando o corpo de Irmã Dulce já não respondia mais à grande vontade de ajudar. “A extenuante rotina de trabalho e os anos de penitência pessoal cobraram um preço alto de sua saúde. Ao final da vida, seus pulmões operavam com menos de um terço da capacidade e sua morte foi precedida por um ano de muita dor em uma UTI instalada em seu quarto no convento”, escreveu o jornalista Graciliano Rocha, na biografia “Irmã Dulce, a Santa dos Pobres”.
Último recurso a pobres e doentes, a religiosa baiana ficou conhecida como “Madre Teresa do Brasil” por teólogos que estudaram sua obra e sua vida como parte do processo de canonização aberto pelo Vaticano. “Irmã Dulce antecipou em muitas décadas a chegada das mulheres a posições de liderança em um tempo em que a sociedade relegava um papel subalterno às mulheres. Ela assumia riscos e tinha enorme capacidade de tirar do papel grandes empreendimentos num mundo dominado por homens, sem se deixar dominar por eles”, relatou Rocha em outro trecho do livro.
Declarada santa
Canonizada, no domingo (13), pelo Papa Francisco, Irmã Dulce será chamada de Santa Dulce dos Pobres, em justa referência às obras de caridade e assistência social que desenvolveu ao longo de 78 anos. Ela é considerada a primeira santa brasileira nascida no país, já que Madre Paulina (canonizada em 2002) nasceu na Itália e se mudou para cá somente aos 10 anos de idade.
A causa da santificação da “Mãe dos Pobres” começou no ano 2000, apenas oito anos depois da morte dela – um dos processos mais rápidos da história da Igreja Católica. Em abril de 2009, o Papa Bento XVI reconheceu as “virtudes heroicas” de Dulce Lopes Pontes, autorizando oficialmente a concessão do título de “venerável” à religiosa. Esse é o segundo dos quatro passos no caminho para a declaração de santidade (serva de Deus, venerável, beata e santa). Já a beatificação de Irmã Dulce ocorreu em maio de 2011, quando o primeiro milagre atribuído a ela foi divulgado: a recuperação de uma mulher que teve um sangramento grave interrompido subitamente, sem intervenção médica.
O primeiro milagre de Dulce
A técnica administrativa sergipana, Cláudia Cristina dos Santos, hoje com 50 anos, havia dado à luz ao segundo filho, em 11 de janeiro de 2001, quando a hemorragia começou. Ela sangrou sem parar durante 18 horas e foi submetida a três cirurgias de emergência, que não surtiram efeito. Desenganada pelos médicos, a família então chamou um padre que, em vez de dar a unção dos enfermos, resolveu fazer uma corrente de oração por Cláudia pedindo a intercessão de Irmã Dulce. Instantaneamente, o fluxo de sangue cessou.
O milagre dela passou por três etapas de avaliação da Congregação para a Causa dos Santos do Vaticano. Segundo o médico Sandro Barral, um dos integrantes da comissão científica que analisou o caso, “ninguém conseguiu explicar a melhora tão rápida em uma condição tão adversa”.
O segundo milagre de Dulce
Mas foi um segundo milagre atribuído à Irmã Dulce que permitiu a canonização da freira. Trata-se da cura de um músico baiano, de 51 anos, que voltou a enxergar. José Maurício Moreia tinha 23 anos quando soube que perderia a visão por causa de um glaucoma agressivo. O tratamento, que durou 10 anos, não foi suficiente para impedir que o nervo ótico (responsável pela comunicação com o cérebro) se degenerasse. Na virada do ano de 1999 para 2000, ele ficou completamente cego e permaneceu assim por 14 anos.
“No meio de uma crise inflamatória dos olhos num momento de muita dor peguei a imagem de Irmã Dulce, levei até os meus olhos e pedi que ela aliviasse meu sofrimento. Algumas horas depois comecei a voltar a enxergar. Ela deu a mim muito mais do que clamei, pois nunca pedi para voltar a enxergar porque sabia que era impossível”, disse em entrevista ao Vaticano News, o site oficial de notícias da Santa Sé.
Legado
Um dos maiores complexos de saúde do país, a instituição filantrópica Obras Sociais Irmã Dulce (Osid), que abriga o Hospital Santo Antônio (onde Irmã Izaura do início da reportagem foi atendida), é resultado de mais de 10 anos de peregrinação da freira baiana atrás de um local onde pudesse abrigar necessitados e enfermos recolhidos das ruas de Salvador.
A Osid tem origem no ano de 1949, quando – sem ter para onde levar 70 doentes – a santa brasileira pediu à sua superiora que pudesse abrigá-los no galinheiro do convento. “Sem dúvida o grande legado de Irmã Dulce é a obra social”, disse Sérgio Lopes, assessor corporativo da entidade.
Segundo ele, um projeto essencialmente puro, mas trabalhoso de manter. “Nossa receita é 100% SUS e são muitos atendimentos. Em 2018, fechamos o ano devendo R$ 11 milhões”, revelou ao citar os 3,5 milhões procedimentos ambulatoriais realizados anualmente pela instituição.
Festa e gratidão
Em meio à toda euforia que vive a cidade de Salvador por conta da canonização de Dulce, a Gazeta do Povo conseguiu falar com o arcebispo da cidade, Dom Murilo Krieger, que disse passar por um momento de alergia e surpresa. “Alegria porque entendemos que essa canonização é um presente imenso de Deus para nós e para todo o Brasil. Já a surpresa, porque ainda não conseguimos entender perfeitamente a extensão do que está acontecendo, envolvendo alguém que aqui nasceu, viveu e se santificou. Parece que Irmã Dulce não era de uma família concreta, mas membro de todas as nossas famílias, tão próxima de nós a sentimos”, revelou.
