Primarias en Argentina: aplastante derrota del presidente Macri ante Alberto Fernández

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Alberto Fernández: «Los argentinos empezamos a escribir otra historia»

Por Fernando Cibeira

Alberto Fernández consiguió un espectacular triunfo sobre Mauricio Macri en las PASO con un porcentaje del 47,3 por ciento contra el 32,2, sacando nada menos que 15 puntos de diferencia. La amplitud del resultado, que no pronosticó ninguna encuesta, coloca al candidato presidencial del Frente de Todos como un casi seguro vencedor en la primera vuelta del 27 de octubre de no mediar alguna catástrofe. La paliza, extendida prácticamente por todo el país, también alcanzó a la provincia de Buenos Aires, donde Axel Kicillof incluso superó por mayor porcentaje a la gobernadora María Eugenia Vidal, el supuesto gran activo de Juntos por el Cambio: 49,2 a 32,7 por ciento. «Los argentinos comenzamos a escribir otra historia», sostuvo Alberto Fernández poco antes de la medianoche en el eufórico búnker del Frente de Todos en Colegiales, copado por la militancia tanto dentro como afuera, en la calle. El candidato presidencial los convocó a convencer a quienes no lo habían votado para hacerlo en las elecciones de octubre y consideró concluido el tiempo de «la grieta».  «Argentina se dio cuenta que nosotros eramos el cambio, no ellos», afirmó.

En un gesto simbólico, Alberto Fernández apareció en el escenario del brazo de Taty Almeida -Madres de Plaza de Mayo- y Lita Boitano -Familiares de Desaparecidos y Detenidos-. Ya habían hablado Matías Lammens, Máximo Kirchner, Sergio Massa y Kicillof. El del candidato presidencial no fue un mero discurso de agradecimiento sino que repasó algunos de los principales ejes de su campaña. Habló de la importancia de las escuelas y las universidades públicas, de la necesidad de que las pymes reciban ayuda estatal y de que los jubilados tienen derecho a acceder a un sistema de salud.  Mencionó a Cristina Kirchner, quien votó en Santa Cruz y apareció a través de un video grabado en el que destacó la jornada electoral «sin incidentes» y «con números que nos ponen muy contentos».

Alberto Fernández  agradeció a los gobernadores del PJ, personalizado en el tucumano Juan Manzur, presente sobre el escenario, dominado por una atractiva pantalla led. «Estamos seguros que el país que vamos a hacer va a ser mejor», afirmó Fernández, y convocó a terminar con «este tiempo de mentiras». «Una vez más vamos a arreglar los problemas que nos dejaron», avisó. Luego salió a un escenario montado en la calle junto a su pareja Fabiola Yáñez, para otro mensaje a la multitud que se había agolpado allí afuera para participar de los festejos.

El triunfo del Frente de Todos fue vaticinado por los primeros boca de urna que aparecieron al mediodía, pero los resultados oficiales terminaron siendo mucho más amplios. Tal como venía anticipando la oposición, la actuación de la empresa Smartmatic en el recuento fue un desastre. El Gobierno prometió los primeros datos oficiales a las 21, pero estuvieron una hora y media más tarde. Luego aparecieron los cómputos pero la página web se cayó una y otra vez.

Antes que eso, Macri tuvo una salida insólita, en la que salió a reconocer su derrota sin que se hubiera difundido ni un sólo número. «Hicimos una mala elección», admitió. Sostuvo que el resultado obligaba al Gobierno a «redoblar los esfuerzos» a partir de hoy e insistió con el latiguillo de que en esta elección se jugaban «los próximos 30 años de la Argentina», sea eso lo que quiera decir. Ya había sostenido algo parecido a la mañana cuando fue a votar y se paseó alegremente por la veda al sostener que «los mercados esperan que los argentinos sigamos en el mismo camino». La referencia era a la operación bursátil que armó el propio Gobierno el viernes para hacer subir la Bolsa y simular una apoyo del mundo financiero. No sirvió de nada.

«Duele que no hayamos tenido el apoyo que habíamos esperado», dijo Macri, quien saludó a Vidal, a su lado, que esta vez no habló luego de haber sido prácticamente la voz del oficialismo durante toda la campaña. Y felicitó a Horacio Rodríguez Larreta por el triunfo en la ciudad de Buenos Aires, el único motivo de festejo en Costa Salguero. Que las cosas venían mal  se había notado un par de horas antes, cuando las cámaras identificaron a un empleado sacar los globos que se habían colocado a los costados del escenario. No había clima. Para completar lo atípico de la salida de Macri en el búnker de Juntos por el Cambio, cuando terminó de hablar dijo «ahora a dormir». Lo curioso era que todavía no se había difundido ningún dato y mandaba a la ciudadanía a la cama.  Alberto Fernández no se la dejó pasar. «A los que nos mandaron a dormir, les pido que no duerman más que ya muchos problemas nos generaron», le lanzó, para algarabía de la militancia.

Mientras Macri y Vidal se preparaban para una conferencia de prensa, apareció en el escenario Elisa Carrió en una confusa arenga para animar a los simpatizantes que se habían quedado sin habla. Tiró unos porcentajes que no se entendieron y opinó que no era mala la adversidad porque «nos quita la soberbia».  «La mayoría se siente más cómodo con los autoritarios y los farones», lanzó.

A lo largo y lo ancho

El triunfo del Frente de Todos se extendió por casi todo el país, a excepción de Córdoba y Ciudad de Buenos Aires, aunque en ambos casos cumpliendo con el objetivo impuesto por el equipo de Alberto Fernández de alcanzar al menos el 30 por ciento de los votos. En cambio, lograba una sorprendente victoria en Mendoza, lo mismo que en Jujuy y Corrientes. En los tres casos se trata de provincias gobernadas por el radicalismo, en los que un resultado favorable se ponía en duda.  También obtenía importantes victorias en Santa Fe y en Entre Ríos, dos provincias en las que se había impuesto Cambiemos en las presidenciales de 2015. Un resultado llamativo fue el de Rosario, donde Fernández le sacó 20 puntos a Macri.

Otro número impactante fue el de Río Negro, la provincia de Miguel Angel Pichetto, donde el Frente de Todos le ganó por más de 30 puntos a Juntos por el Cambio. Además, Pichetto había sumado como incorporación al senador puntano Adolfo Rodríguez Saá, pero en San Luis también cayeron por el 10 por ciento. En verdad, el triunfo se extendió por todo el norte y el sur del país. En Santa Cruz, por casi 30 puntos. Además, en un lento recuento debido a las complicaciones habituales que ocasiona el sistema de la ley de Lemas, la gobernadora Alicia Kirchner obtenía su reelección al cierre de esta edición (ver página 19).

Pero, más allá de esos resultados más o menos impactantes, sin dudas la gran sorpresa se daba en la provincia de Buenos Aires, con el muy cómodo triunfo de Kicillof sobre la gobernadora Vidal, que a priori se presentaba como la principal figura del oficialismo. El Frente de Todos consiguió porcentajes fuera de lo común en municipios populosos como La Matanza -61 a 21 por ciento- o Lomas de Zamora –55 a 26–. Pero también se imponía en municipios en los que gobierna el macrismo como Lanús, Morón, Quilmes, Pilar, Tres de Febrero y La Plata. En Mar del Plata quedaron casi empatados.

En su discurso de triunfo, Kicillof destacó lo desigual que había sido la campaña en cuanto recursos. «No se gastaron millones en publicidad. No se mintió, no se agredió», resaltó, y reiteró los 90 mil kilómetros recorridos en el ya mítico Renault Clío de su amigo Carlos Bianco. Omnipresente en los medios en las semanas previas, ayer Vidal pasó cabizbaja por el búnker de Costa Salguero y no dijo palabra. En su entorno, le apuntaban al jefe de Gabinete, Marcos Peña, por el mal manejo de la campaña. Vidal quería desdoblar la elección para asegurarse otro mandato en la Provincia. Sin embargo, la magnitud de la derrota hace pensar que hubiera perdido de cualquier forma.

En una señal de que ya se empieza a jugar la sucesión en el oficialismo, Rodríguez Larreta dio un discurso de triunfo dedicado exclusivamente a la Ciudad. Su triunfo del 46,4 por ciento contra el muy buen 32 por ciento de Lammens lo dejó cerca de un triunfo en primera vuelta en octubre. Aunque con los resultados generales de ayer, no había que dar nada por sentado.

Polarización extrema 

Entre las dos principales fuerzas se llevaron el 80 por ciento de los votos, lo que dejó poco para repartir entre el resto. Con el 8,3 por ciento, Roberto Lavagna salió a celebrar el módico consuelo de haber convertido a Consenso Federal -a años luz de los dos primeros- en la tercera fuerza del país. Por la noche, Lavagna llamó a Alberto Fernández para felicitarlo, lo que podía anticipar un acercamiento entre ambas fuerzas.

Las otras tres fuerzas que consiguieron superar el piso para competir en las elecciones generales eran el FIT-Unidad con el 2,9 por ciento, el Frente NOS de Juan José Gómez Centurión que obtuvo el 2,6 por ciento y la alianza Unite del mediático economista José Luis Espert, quien luego de tantas dificultades para llevar adelante su postulación, consiguió apenas el 2,2 por ciento, bastante menos de lo que le auguraban los sondeos.

Página/12


Macri: «Hemos tenido una mala elección»

«Hemos tenido una mala elección y eso nos obliga a redoblar los esfuerzos de cara a octubre para seguir con los cambios». Sin datos oficiales y pocos minutos después de las 22 horas, Mauricio Macri reconoció su derrota en las PASO. No sólo eso. «Es hora de ir a dormir», les dijo a los argentinos tras llamar al diálogo a la oposición y dar «una señal clara al mundo» sobre el futuro.

«Hemos tenido una mala elección y eso nos obliga a redoblar los esfuerzos de cara a octubre para seguir con los cambios», señaló un Macri que evidenció en la cara los signos del abatimiento. El mismo gesto que sus acompañantes en el escenario: Miguel Ángel Pichetto (candidato a vicepresidente), Horacio Larreta (con cerca de 45%, renovaría su permanencia en la Ciudad) y María Eugenia Vidal (cayó por 17,5% ante Axel Kicillof).

«El nivel de dificultades que tuvimos estos ultimos años ha llevado a mucha angustia y muchas dudas. Quiero que sepa la poblaci{on que estoy para ayudarlos. Creo en este pais. Creo en lo que todos podemos hacer. Creo que es muy importante que todos sigamos dialogando en el pais y tratando de explicarle al mundo el país que queremos», dijo Macri.

El presidente insistió con lo que ya había señalado por la mañana, cuando votó: «En octubre es donde se va a definir los proximos 30 años de la Argentina». Y señaló: «Quiero que sepan que escuchamos el voto de la gente. Creemos en la democracia y en la expresion en la gente».

En tanto, recién a las 22:27, casi una hora y media después de lo previsto, los cómputos oficiales del Ministerio del Interior, máximo responsable institucional de la organización y desarrollo electoral, admitió, en números oficiales, que el 47% obtenía el Frente de Todos y 32,66% Juntos por el Cambio.

«A partir de mañana, con este resultado electoral, tenemos que explicar qué es lo queremos al mundo. Que el mundo entienda a la mayoría de la dirigencia política de la Argentina. Que no dañe nuestra relación», dijo. Y advirtió sobre «una respuesta del mercado» ante eventuales «señales confusas» de la dirigencia argentina.

Minutos más tarde, volvió sus pasos, postergó su ida dormir, y dio una conferencia de prensa. El presidente Macri dio señales desesparas a las trincheras Consenso Federal (Roberto Lavagna) y Unite por la Libertad e Igualdad (José Luis Espert) para intentar un acercamiento electoral de cara a octubre. Ambos candidatos a la Presidencia reunían juntos el 10,65% de los votos, según https://www.resultados2019.gob.ar/, el sitio web oficial que brindaba, asociado con la polémica SmartMatic, los cómputos de las PASO.

El presidente, que reconoció el «enorme desafío» que implica su continuidad al frente del Poder Ejecutivo, dijo que hará «todo» lo que esté a su «alcance para seguir conduciendo el país», y señaló que «fallaron todas las encuestadoras» sobre los resultados de las primarias PASO.

«Vamos a trabajar como siempre sobre cada tema, buscando la mejor solución. Ya hemos visto que la Argentina tiene una espacio limitado en su espacio de maniobra. Hemos progresado mucho, pero yo decía que la incertidumbre genera daño. Tenemos que explicar al mundo. Tenemos que estar conectados para vendernos al mercado», comentó en la conferencia de prensa posterior a la que reconoció la derrota en las PASO.

Macri buscó apoyarse en el «vínculo con el mundo», del que se ufana como un activo de su gestión, para alertar a la población sobre el «riesgo» de la decisión electoral de más de dos tercios del electorado, que castigó al gobierno y optó por candidatos de la oposición.

Tiempo Argentino


Provincia: Kicillof aplastó a Vidal en el principal distrito electoral del país

El ex ministro de Economía aventaja en las PASO a la principal espada del macrismo, la gobernadora bonaerense, de quien incluso se dijo en algún momento que podía llegar a ser la candidata presidencial de Cambiemos.

Sin nada que mostrar a nivel económico y social luego de 4 años de gestión, el gobierno de Mauricio Macri apostó por un efecto arrastre a la inversa, de abajo hacia arriba. En campaña Juntos por el Cambio puso en primer plano a María Eugenia Vidal en ucanto acto pudo con la intención de que sus buenos niveles de imagen positiva contrarrestara el creciente rechazo a la reelección de Macri. Sin embargo no alcanzó.

Con el 63% de las mesas escrutadas, Axel Kicillof se impone en la provincia de Buenos Aires con el 49,36% de los votos frente al 32,57% cosechado por la actual mandataria provincial.

Estos guarismos revelan un muy leve nivel de corte de boleta en favor de Vidal.

Minuto Uno


Frente de Todos ganó en 6 de las 8 provincias que eligen senadores

El Frente de Todos se impuso en la categoría de senadores nacionales en seis de las ocho provincias que renovarán la Cámara alta en octubre y en cinco distrito se definieron las listas en internas.
La provincia de Chaco tuvo la pelea de mayor condimento político dado que el actual gobernador, Domingo Peppo, y su antecesor, Jorge Capitanich, dirimieron la pelea interna del PJ provincial al enfrentarse como precandidatos a senadores de la Nación.
La pulseada la ganó por amplio margen la lista de Capitanich y la actual senador María Inés Pilatti, que de esta forma quedó en carrera para la pelea de octubre.En segundo lugar quedó Juntos por el Cambio, que también tuvo internas y la victoria fue para la lista de Víctor Zimmermann y Alicia Terada: en caso de repetirse los resultados en octubre, Capitanich y Pilatti ingresarían al Senado, seguido por Zimmermann.En la Ciudad de Buenos Aires el oficialista Juntos por el Cambio se impuso con la lista de Martín Lousteau y Guadalupe Tagliaferri, mientras que en segundo lugar se ubicó la nómina de Mariano Recalde (FT) y Nora Barrancos.La provincia de Entre Ríos fue otra de las que asistió a un triunfo del Frente de Todos, con Eduardo Kueider y Stefanía Cora como candidatos a senadores, mientras que Juntos por el Cambio, que quedó segundo, dirimió su interna y los candidatos a senadores en octubre serán Alfredo de Angeli y Stella Maris Olalla de Moreira.El Frente de Todos también ganó en Neuquén con la lista que integran el ex titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Oscar Parrilli y Blanca Sapag, seguidos por Juntos por el Cambio, que lleva como candidatos a Horacio «Pechi» Quiroga y Lucila Crexell, actual senadora nacional que, en caso de repetirse el resultado en octubre, perdería su banca.La fuerza que lidera a nivel nacional Alberto Fernández también se impuso en Río Negro, con el agregado de haberle ganado al oficialismo provincial, que debió conformarse con el segundo puesto.De esta manera, los candidatos a senadores nacionales por el Frente de Todos Martín Doñate y Silvina García Larraburu (que quiere renovar su banca) quedaron bien parados para octubre, cuando enfrentarán al ex gobernador Alberto Weretilneck, que lidera la lista de Juntos Somos Río Negro.El Frente de Todos también dirimió su interna en la provincia de Salta y definió como candidatos a senadores a Sergio «Oso» Leavy y Nora Giménez, al tiempo que ganó la pelea general y desplazó al segundo puesto a Juntos por el Cambio, que lleva como candidatos al actual senador Juan Carlos Romero y a Gladys Moises.

En Santiago del Estero el oficialista Frente Cívico por Santiago demostró una vez más su dominio al imponerse en forma cómoda con la lista de senadores que encabeza Claudia Ledesma de Zamora, esposa del gobernador Gerardo Zamora, acompañada por José Neder, actual vice.

El segundo lugar fue para el Frente de Todos, que lleva como candidatos al Senado a Gerardo Montenegro y Ada Iturrez de Cappellini, ambos esperanzados en lograr su reelección en octubre, mientras que Juntos por el Cambio salió tercero y tuvo internas: la lista de Luciana Rached y Rubén Kleinman se clasificó para competir en octubre.

Por último, Tierra del Fuego también asistió a un triunfo del Frente de Todos, que lleva como candidatos a senadores a Matías Rodríguez y María Eugenia Duré, mientras que en segundo lugar quedó Juntos por el Cambio, que eligió en internas a Pablo Blanco y Amalia Casal como postulantes al Senado.

Ambito


Diputados, al borde de polarización entre Frente de Todos y Cambiemos

De repetirse los resultados de las PASO en la elección general del 27 de octubre, el Frente de Todos podría a partir del 2020 articular un interbloque que excedería con creces el actual Frente para la Victoria-PJ, mientras que Juntos por el Cambio también podría ampliar o al menos conservar el tamaño de su bancada, pese a la magra cosecha electoral de este domingo.
De esta manera, se configuraría un Congreso aún más polarizado que el actual, sin espacio para terceras fuerzas con volumen significativo.
El Frente para la Victoria tiene en la actualidad 65 bancas, pero ese número se ampliaría con el formato del Frente de Todos porque además de los diputados que renovarán en las distintas provincias, incorporaría a otros que no estaban en el ecosistema kirchnerista y que tienen mandato hasta 2021 como Felipe Solá y los massistas Ignacio de Mendiguren y Mirta Tundis.También los diputados del bloque Justicialista que en la recta final de la campaña anticiparon su apoyo a Alberto Fernández como los entrerrianos Juan José Bahillo y Mayda Cresto, los tucumanos Pablo Yedlin y Gladys Medina, los chaqueños Elda Pertile y Juan Mosqueda, los jujeños José Luis Martiarena y Carolina Moisés, el sanjuanino Walberto Allende y los pamepanos Melina Delú Ariel Rauschenberger y el riojano Danilo Flores.Juntos por el Cambio, pese a que el resultado fue muy por debajo de las expectativas, también podría crecer en Diputados, ya que sólo pone en juego 45 de las 107 bancas que posee.Dentro del interbloque oficialista, la UCR es la bancada que pegará el mayor salto, dado que apenas arriesgaba 15 de sus 29 bancas.Además, anexará la banca que deja Martín Lousteau, que participa como candidato a senador, y la de Carla Carrizo, también perteneciente a Evolución Radical.El kirchnerismo puro sufrirá bajas importantes, y eso se debe a dos factores: por un lado, debe renovar 38 de sus 65 bancas, un porcentaje muy alto; y por el otro, al hecho de que la ampliación del frente obligó a ceder espacios en las listas a sectores que no formaban parte del Frente para la Victoria.Algunos de los que se despiden son Axel Kicillof, que aspira a convertirse en gobernador bonaerense; Julio De Vido (actualmente suspendido y en prisión); Mayra Mendoza (candidata a intendenta de Quilmes); Fernanda Raverta (candidata a jefa comunal de Mar del Plata); y Nilda Garré.De La Cámpora renovarán Luana Volnovich, Máximo Kirchner, Andrés «Cuervo» Larroque, Eduardo «Wado» de Pedro, y se sumará a la tropa Florencia Lampreabe.

Otras figuras del Frente de Todos que continuarán, de reproducirse los guarismos de las PASO, son Facundo Moyano, Victoria Donda, Leonardo Grosso y Cecilia Moreau, y el que volverá será Sergio Massa, a quien le prometieron la presidencia de la Cámara baja si Fernández es electo presidente.

También se sumarán a la Cámara baja, desde la Ciudad de Buenos Aires, Fernando «Pino» Solanas e Itai Hagman, quien fue incluido en la lista de la mano de Juan Grabois.

En Juntos por el Cambio (ex Cambiemos), se retirarán figuras rutilantes del período legislativo 2015-2019 como el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó; el titular de la bancada macrista, Nicolás Massot; Daniel Lipovetzky y Eduardo Amadeo.

El Frente Renovador quedó en una situación comprometida, ya que renuevan 10 de los 13 diputados, pero el jefe de ese espacio, Sergio Massa, consiguió un salvavidas al asegurarse tres lugares entrables en la lista de diputados nacionales del Frente de Todos, interbloque en el que, muy probablemente, el massismo terminará integrado como fuerza minoritaria.

El interbloque Argentina Federal, de 33 miembros, quedó prácticamente condenado a la extinción, ya que la mayoría de los gobernadores peronistas, luego de amagar con jugar por afuera del kirchnerismo, terminaron plegándose a la estrategia electoral de Cristina Kirchner, por lo que los diputados que responden a esos liderazos muy probablemente terminen dentro del diseño parlamentario del Frente de Todos.

Los que seguirán lejos de la órbita K serán los diputados que en estas elecciones fueron candidatos de Consenso Federal, como Graciela Camaño y Marco Lavagna: ambos fueron piezas claves del Frente Renovador y si renuevan su mandato, como se prevé, se reciclarán en un bloque más pequeño referenciado en Roberto Lavagna.

Diego Bossio es otro de los nombres de peso del bloque Justicialista que ya no estará en el Congreso a partir del recambio legislativo.

La izquierda no tuvo la elección que esperaba y luchará para asegurarse la banca de Myriam Bregman por la Capital, quien quedó cerca del umbral tomando los porcentajes de las PASO, y Néstor Pitrola en provincia.

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