Cancilleres centroamericanos dan inicio a la cumbre del SICA en Guatemala
Por lo menos 5 delegaciones que participarán hoy en la 78 Reunión del Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores, y mañana en la 53 Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Sistema de la Integración Centroamericana (Sica), fueron recibidas ayer por autoridades del Gobierno de Guatemala.
De acuerdo con la información publicada por el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minex), ya se encuentran en el país los cancilleres de El Salvador, Alexandra Hill; de Costa Rica, Manuel Ventura; de Nicaragua, Orlando Solórzano y el vicecanciller de República Dominicana, Hugo Rivera.
También se cuenta con la presencia de José Isaías Barahona Herrera, vicecanciller de Honduras, y del ministerio de Relaciones Exteriores de Belice, por medio de Wilfred Elrington.
El Minex anunció que, durante los primeros acercamientos que se tendrán para el día martes, se tiene contemplado revisar la declaración de la Cumbre que elaboran los grupos técnicos de los países del SICA.
No obstante, para el miércoles se tiene planificado realizar la 53 Reunión de Jefes de Estado, cuya agenda será enmarcada sobre el traspaso de la Presidencia Pro Tempore del Sistema de la Integración Centroamericana a El Salvador.
Temas como la seguridad democrática, administración pública, protocolos e instrumentos jurídicos que contribuyan al desarrollo de la institucionalidad gubernamental, fueron abordados durante la recién pasada LXVI Reunión del Comité Ejecutivo del SICA.
Países SICA procuran acuerdos para mitigar el cambio climático
Empezó este lunes en el país una reunión de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) con miras a alcanzar acuerdos para reducir emisiones de contaminantes climáticos de vida corta que afectan la salud y a la vez contribuyen al calentamiento global.
En la jornada participan los puntos focales de la CCAD de Belice, Costa Rica, Guatemala, Nicaragua, Panamá y República Dominicana.
Fue organizada por el Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio (CNCCMDL) junto con el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, la CCAD, la Coalición del Clima y Aire Limpio (CCAC por sus siglas en inglés) y ONU Medio Ambiente, con apoyo del Instituto de Gobernanza y Desarrollo Sostenible (IGSD) y la Agencia Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ-BMU).
Al intervenir en la ceremonia de apertura, el vicepresidente ejecutivo del CNCCMDL, Ernesto Reyna Alcántara, resaltó la vulnerabilidad de los países SICA frente al cambio climático, por lo que urge tomar acciones para reducir los gases y contaminantes atmosféricos que inciden en el calentamiento del planeta.
“El Índice de Riesgo Climático Global de Germanwatch de 2019 indica que entre los países más afectados por eventos climáticos extremos en la década de 1998 a 2017, Honduras ocupa el segundo lugar, Nicaragua el sexto, República Dominicana, la posición número 12, y El Salvador la número 16. Es decir, la mitad de los países del SICA hemos evidenciado altísimos niveles de exposición y vulnerabilidad ante fenómenos climáticos extremos”, expresó.
De su lado, Patricia Abreu, viceministra de Cooperación Internacional del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, dijo que el país cuenta con un inventario a nivel municipal de las emisiones de óxido de nitrógeno y de azufre, de monóxido de carbono y partículas suspendidas, que deben completar con un inventario de los contaminantes de corta duración. “Estos esfuerzos alimentan el Sistema de Monitoreo, Reporte y Verificación sobre cambio climático, que incluye un sistema de inventario de gases de efecto invernadero que estamos trabajando”.
En tanto, Salvador Nieto, secretario ejecutivo de la CCAD, saludó los esfuerzos de República Dominicana, como anfitrión de la reunión, para avanzar en los objetivos regionales de contribuir a los objetivos del Acuerdo de París mediante la mitigación de contaminantes climáticos de vida corta, para lo cual estarán identificando sinergias entre cambio climático y aire limpio. “El mandato político de los ministros (de medio ambiente del SICA) es que este grupo de trabajo, en un plazo prudencial, prepare una hoja de ruta regional que permita la inserción y visualización del tema dentro de las estrategias regionales existentes de medio ambiente y cambio climático”.
Mientras que Jordi Pon, coordinador regional de ONU Medio Ambiente, resaltó que la causa común es limitar el calentamiento global a final del siglo a 1.5 grados. “La reducción de CO2 no garantiza esta meta, por lo que la integración de las agendas de cambio climático y calidad del aire es una oportunidad y una estratégica para avanzar en el objetivo indicado a través de las sinergias que se derivan de una cooperación regional”, precisó.
La reunión de los puntos focales de la CCAD culminará este martes, cuando se espera que haya avances para elaborar una hoja de ruta de los países que conforman el SICA (Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana) hacia una acción integrada en materia de aire limpio y mitigación del cambio climático en el marco de la CCAD.
Sobre los contaminantes climáticos de vida corta
En un documento titulado “Acciones coordinadas para mitigar el cambio climático y el deterioro de la calidad del aire en el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA)”, en el que se presentan los resultados de una evaluación regional de contaminantes climáticos de vida corta para Latinoamérica y el Caribe publicada en 2018, se indica que esos gases y contaminantes del aire, aunque tienen tiempos de residencia más cortos que los de efecto invernadero, poseen un mayor potencial de calentamiento y están asociados con un deterioro a la calidad ambiental y los consecuentes efectos en la salud y sectores productivos como la agricultura.
Los contaminantes climáticos de vida corta incluyen metano, ozono troposférico, hidrofluorocarbono y carbono negro en partículas finas.
En el referido documento se afirma que la mitigación de esos gases ofrece una oportunidad de alcanzar máximos beneficios a través de una coordinación de acciones para limitar tanto emisiones de GEI como emisiones de contaminantes atmosféricos, resaltando la acción coordinada específica para la región de mitigación de cambio climático y de contaminación del aire.