«Ha sido una lucha desigual»: el largo y difícil camino del fútbol femenino en Chile

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«Ha sido una lucha desigual»: el largo camino del fútbol femenino en Chile buscando la igualdad

El estadio Nacional fue testigo de un verdadero sueño hecho realidad para las futbolistas chilenas. Ante más de 28 mil personas, la selección femenina era despedida con todos los honores antes de disputar el Mundial de Francia.

Será la primera vez que se disputa un certamen de esta categoría y por lo mismo, los hinchas llegaron en masa para recargar de energías a nuestras representantes.

Lo que a todas luces es un éxito sin precedentes debió pasar por un largo y difícil proceso. En el transcurso pasaron varias personas que dejaron todo dentro y fuera de la cancha para que Chile se pueda codear con las mejores del planeta.

La efervescencia causada por este grupo de jugadoras no es casualidad. Es un proceso que comienza a dar frutos e ilusiona para el futuro. La meta es profesionalizar el fútbol en el país, mejorando las condiciones para que las próximas generaciones puedan desarrollarse de la mejor manera posible.

Se trata de un fenómeno que a nivel mundial va adquiriendo cada vez mayor trascendencia. Clara muestra de ello fue la ejemplar acción protagonizada por la futbolista noruega, Ada Hegerberg.

La delantera del Lyon fue elegida la mejor futbolista de la temporada y anotó un triplete en la final de la Champions League ante el Barcelona, ayudando al cuadro francés a conseguir el título por cuarta vez consecutiva.

Podría pensarse que estando en el punto culmine de su carrera, jugar el Mundial sería la prueba de fuego, sin embargo, Hegerberg decidió dar un paso al costado y no jugar por Noruega, alegando las grandes desigualdades que existen entre la selección masculina y femenina.

“El fútbol es el deporte más importante de Noruega para las niñas y lo ha sido durante años, pero las chicas no tienen las mismas oportunidades que los chicos. Es algo que tiene que cambiar”, había denunciado la talentosa deportista.

En Chile también comienzan a reflejarse los avances de esta lucha. Santiago Morning, actual monarca de la categoría, anunció a principios de año la firma de contrato profesional a varias jugadoras del plantel.

También se han disputado partidos a doble jornada en el Estadio Nacional, dándole la posibilidad a más fanáticos del fútbol de conocer a las jugadoras del medio local.

Pero más importante aún, la Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino en Chile (ANJUFF) anunció una histórica medida que beneficiará a todas las futbolistas que participan del campeonato: se oficializó el proyecto de seguro médico universal para todas las jugadoras de la categoría adulta de Primera y Segunda División del Campeonato Nacional.

De esta forma, atrás va quedando aquel oscuro 2016, cuando la selección no tenía ni siquiera ranking FIFA. Ahora se enfrentarán a las mejores del mundo, culminando un proceso que aspira a seguir creciendo hasta lograr la ansiada igualdad de condiciones.

“Faltaba una voz que representara a todas las futbolistas”

Fue una de las que estuvo cuando nadie apostaba por el fútbol femenino. La actual presidenta interina de la ANJUFF, Tess Strellnauer Fitzner, conoce de cerca el largo proceso que tuvo que vivir el fútbol femenino para llegar donde está.

Corría el año 2016 y la selección chilena estaba en el olvido. No había partidos amistosos, por lo que no figuraban en el ranking FIFA. Fue entonces que un grupo de soñadoras se reunió para crear una asociación que es pionera en Sudamérica.

En conversación con BioBioChile, Tess recuerda aquellos momentos, indicando que “no había ninguna organización que representara a las jugadoras, no podían ser del Sifup, porque ahí se debe tener contrato y en el futbol femenino no se trabaja con contrato, entonces faltaba una voz para todas, se pensó y se hizo la figura de la asociación”.

Sobre las primeras acciones realizadas, Strellauer relató que “recabamos la información de arbitrajes súper malos, condiciones de cancha deficientes, equipos que no tenían ni siquiera balones, que tenían que ellas comprárselos para poder entrenar, condiciones generales pésimas y muy preocupantes y había una asociación que no se estaba haciendo cargo del asunto finalmente”.

De esta forma, se comenzó a trabajar desde las bases. Los principales ejes fueron tener una radiografía a nivel nacional del fútbol femenino, trabajar en la formación de jugadoras jóvenes y avanzar hacia la profesionalización de la actividad.

En dicho sentido, el anuncio de que todas las jugadoras que se desempeñan en el país tendrán seguro médico es la coronación de un arduo trabajo. Se trata de una medida que apunta a mejorar las condiciones y que fue una de las motivaciones para crear la asociación.

En relación a este avance, la directora de la ANJUFF destacó que “en el fútbol femenino eran muy pocos los clubes que estaban realmente pagando su seguro médico, te podría decir que eran alrededor de 6 clubes de un total de 29. Cubre todo lo que tenga que ver con la actividad, lesiones en el entrenamiento, en partidos, en traslados, todo ese tipo de lesiones las cubre el seguro”.

Antes de que se aprobara el proyecto, muchas jugadoras se lesionaron y tuvieron que pagar de su propio bolsillo los costos de su recuperación, algunas dejaron la actividad y otras realizaron bingos y rifas a beneficio para seguir luchando por sus sueños.

Mientras tanto, los clubes brillaban por su ausencia o se escudaban en un documento que hacían firmar a las jugadoras, donde se desligaban de la responsabilidad ante cualquier lesión. Ahora eso cambiará y las futbolistas tendrán una preocupación menos para dedicarse a lo netamente deportivo.

Strellnauer también enumera otras falencias que se deben mejorar, indicando que “hay horarios de entrenamientos que son pésimos, hay equipos donde el cuerpo técnico es muy reducido, hay que ver como se está realizando el futbol femenino, hacer una radiografía de cada club y la liga en general, ir de norte a sur para ver qué pasa”.

A pesar de lo anterior, el balance es más que positivo en la ANJUFF y así lo hace saber su presidenta, resumiendo que “hemos tenido la suerte del contexto, las jugadoras y el grupo de trabajo que hay, en estos tres años hemos logrado muchos avances. El corazón se me rebalsa de alegría por el tema del seguro, ahora viene el Mundial y esperamos que no pase lo del 2008, cuando no se prestaron más los estadios para el fútbol femenino”.

“Todo lo que está pasando se veía muy lejano”

En medio de la gran expectación que se vive con el Mundial de Francia, donde Chile compartirá grupo con Estados Unidos, Suecia y Tailandia, dos jugadoras que militan en el fútbol español entregaron su visión sobre el proceso que se vive con la Roja femenina.

Bárbara Santibáñez es una de ellas. La actual jugadora del Zaragoza de la segunda división de España quedó fuera de la convocatoria final, pero estuvo en la mayor parte del proceso con el plantel que dirige José Letelier.

En relación a las diferencias de la competencia española con la chilena, Santíbañez declara que “las condiciones son totalmente diferentes a Chile, acá estamos dedicadas las 24 horas al fútbol, vivimos de eso. Nuestra única responsabilidad es mantenernos física y psicológicamente a disposición del equipo”.

Por lo mismo, la delantera indicó lo que se debe trabajar para mejorar la competencia, indicando que “la formación es el principal factor para que el futbol femenino crezca, las mujeres deberían practicar el deporte desde cadetes, al igual que los hombres, mientras esto vaya creciendo serán más niñas las que se interesen en jugar”.

A pesar de no ser parte del plantel que estará en Francia, Santibáñez espera con ansias el inicio de la competencia, señalando que “lo único que espero que esto sea el trampolín para lo que viene, y se prepare a todas las selecciones por igual. Que tengan una preparación de primer nivel y que Chile empiece a acostumbrarse a estar en la cita planetaria”.

Finalmente, entregó un balance de todo lo que ha sido esta lucha en pos de la igualdad, destacando que “la mujer en Chile ha tomado mucho poder y hay que aprovechar eso para que haga lo que le guste y la ponga feliz. Somos una sociedad machista y con el tiempo hemos tratado de igualar las oportunidades, estamos creciendo, ha sido desigual, pero vamos en buen camino”.

Opinión similar tiene Francisca Moroso, jugadora del Cáceres de la segunda división española. Luego de conseguir el objetivo de estar en Primera B y en pleno descanso, la delantera analizó el momento del fútbol femenino en Chile.

Moroso parte reconociendo que ‘todo lo que está pasando lo veía muy lejano. Cuando yo empecé, no habían mujeres jugando, solo se podía practicar con los hombres’.

Sin embargo, recalca que “que hay muchísimo que mejorar, si bien se agradece el apoyo e interés reciente aún estamos muy lejos de la realidad masculina. Los clubes tienen que apoyarnos, prestar las instalaciones, hacer contratos profesionales, disponer de material y de gente capacitada para los equipos femeninos y fomentar las canteras”.

Siguiendo en dicha línea, Moroso señaló que “lo más importante ahora es conseguir ingresos para profesionalizar la actividad y tener a las jugadoras en buenas condiciones, camarines buenos, ropa, cancha, cuerpo técnico y medico, para eso se necesita difusión y patrocinadores”.

“Chile aun está muy lejos de algunas potencias mundiales que veremos en Francia pero vamos por el camino correcto y esperemos que después de este Mundial se le siga dando la importancia que se debe a esta selección”, concluyó.

De esta forma, Chile comienza a jugar el partido más importante en cuanto al fútbol femenino. Lo del Mundial en Francia es la ‘guinda de la torta’ de un largo proceso que comienza a dar frutos. Que el balón y los sueños de estas ‘guerreras’ no terminen nunca de rodar.

Bio Bio Chile


Mujeres, el fútbol también es nuestro – Por Colectivo Alta La Frente UC / Corporación Católica Para Su Gente

Desde pequeñas, a las mujeres se nos enseña que debemos jugar con muñecas, con cocinas en miniaturas, trajes de princesas y, ojalá, ensuciarnos lo menos posible. Pero las ganas de jugar con tierra, de correr, ensuciar la ropa y, sobre todo, las ganas de chutear una pelota se han hecho irresistible para nosotras.

Algunas decidieron jugarlo, cambiaron sus patines y sus mallas de gimnasia rítmica por camisetas y zapatillas con toperoles, otras decidieron hacerlo de forma más “profesional” y se atrevieron a defender los colores de un club. Fue ahí donde las diferencias con sus colegas masculinos fueron abismantes y reflejaron una cruda y real desigualdad: sin sueldos exorbitantes (algunas pagando por poder defender a un club), muchas sin seguro médico, insisten en seguir y hacer de este deporte una forma de vida. Y es que la pasión por el fútbol no distingue género, y pese a que muchos se empeñan en relegar a las mujeres a un segundo y tercer plano, ya no hay vuelta. El fútbol también es nuestro.

Nuestra presencia en el fútbol no es reciente, como algunos medios han señalado. Durante siglos hemos ocupado estos espacios en el juego y las gradas. Ya desde finales del siglo XIX las mujeres en Chile han conformado clubes: estudiantes y trabajadoras futbolistas relegadas ante la invisibilización de las crónicas deportivas contemporáneas. Más de 100 años peloteando y aún hoy chicas dan la pelea a las precarias condiciones que les ofrece la categoría amateur. Como si no bastara con que las albitas campeonaran en el torneo latinoamericano más importante. Es por eso que, en el contexto actual, mujeres de la categoría de Christiane Endler se ven obligadas a emigrar a países donde el fútbol femenino ha logrado alcanzar algo de la dignidad que merece, aunque aún con gran diferencia de sus pares masculinos.

Las mujeres también estamos presentes detrás del alambrado, en el tablón hinchado por nuestros colores, en una galería que muchas veces es un espacio lleno de machismo. Las hinchas de los distintos equipos se han ganado su espacio a punta de constancia, incondicionalidad y aguante. A pesar de eso, aún tenemos que escuchar cánticos que contienen palabras como “monja, zorra, madre, panadera, soy tu padre“, etc. Pero ya no más.

Mujeres de diferentes equipos se han unido en campañas para erradicar el lenguaje denostativo de las gradas. No es fácil, son años en que lo femenino se ha usado de manera peyorativa para humillar rivales. El cambio es necesario y cada vez somos más los y las que estamos dispuestos a insistir y concientizar con el tema.

La resistencia es una cualidad de las futboleras, las mujeres se ganaron el espacio por su persistencia. Como las hinchas de un desafiliado Conce dando la pelea por su club, marchando, alzando la voz, asistiendo a conversatorios y relatando su experiencia a quien las quiera escuchar. Además, dentro de las postales inolvidables de hinchas en Chile está la de la Dany, alentando sola y cantando a todo pulmón al Audax en Carlos Dittborn de Arica, fue la única que llegó al norte para acompañar a los itálicos luego de un viaje de 32 horas. En ella la canción “señores lo dejo todo, me voy a ver al Audax” cobra todo sentido y en una entrevista a diario La Cuarta lanzó “seguiré viajando y acompañando al Tano le guste a quién le guste, incluso si deba hacerlo sola. Cuando mi Audax sea campeón me daré por pagada”.

La organización femenina ha sido clave para relevar la presencia de un fútbol sin machismo. Desde Colo Colo, Wanderers, la U y la UC han surgido colectivos y corporaciones de hinchas con mujeres líderes, dispuestas a poner el tema de género en la agenda principal de sus respectivas orgánicas. Charlas abiertas, conversatorios, presencia en convocatorias feministas son solo parte de toda una reivindicación de las mujeres dentro de la cancha, en la galería y también en los medios deportivos. En este sector como en tantos otros no habrá marcha atrás: la pelota también es nuestra.

¡No descansaremos!

Atentamente:

Bárbara Márquez (Hincha UC e integrante Colectivo Alta La Frente)
Tatiana Muñoz (Hincha UC e integrante Corporación CPSG)
Daniela Pérez Moreno (Hincha Audax Italiano)
Lissi Briones Mendoza (Coordinadora Legión Felinas, Deportes Concepción)
Carolina Cabello 52.870, Io Leiva Michelli 52.867, Lilian Lillo 57.649 (Socias Corporación Santiago Wanderers e Integrantes Movimiento 15 de Agosto)
Ninoska Piagneri Maturana, Stephanie Díaz Quiroga (Socias Club Social y Deportivo Colo Colo)
Carola Opazo de la Fuente, Romina Lagos, Astrid San Martin, Camila Soto Aguilar, Constanza Solís, Marcela Meza, Camila Fuentes Godoy (Hinchas y socias Universidad Católica)
Romina Miranda (Hincha Colo Colo)
Yubitza Albornoz Palaskov (Hincha Santiago Wanderers)

El Desconcierto


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