Itaipú, breve cronología.
Itaipú, breve cronología.
La central hidroeléctrica de Itaipú (piedra que suena, en guaraní) es la de mayor producción de energía en el mundo –récord de 103 millones de MWh en el 2016 frente a 101,5 millones de MWh en 2014 de Tres Gargantas, China. Es la segunda por su potencia instalada (14.000 MW), versus Tres Gargantas (22.400 MW). La superficie de su embalse es de 1.350 km² y la altura de su represa es de 120 metros, en relación al nivel de descarga del agua turbinada al río Paraná 1 .
Desde un inicio, la construcción de Itaipú fue conflictiva. Primero, el Brasil pretendió hacerla en su territorio, ignorando la soberanía paraguaya y llegando a ocupar la zona aledaña al Salto del Guairá (1965). Ello dio lugar a significativas manifestaciones populares en el Paraguay, que amenazaban con desestabilizar a la dictadura de Alfredo Stroessner (1954 – 1989). Finalmente, Brasil y Paraguay llegaron al acuerdo, suscrito como Acta de Foz de Yguazú (1966), por la cual se reconoció la soberanía paraguaya sobre el 50% de la energía que podría producirse en el limítrofe río Paraná, con derecho a exportar la energía a terceros países y a percibir un “justo precio” 2 .
El estudio de factibilidad demostró que el sitio más adecuado era el conocido como Itaipú, a poca distancia de la Triple Frontera (Argentina, Brasil y Paraguay) y de las cataratas del Yguazú.
El 26 de abril de 1973 el dictador Alfredo Stroessner firmó con la dictadura militar brasileña el tratado de Itaipú. Este tratado tiene un cuerpo principal de 25 artículos y 3 anexos: el Anexo A, sobre la administración de Itaipú; el Anexo B, que describe sus obras; y el Anexo C, que establece las condiciones técnico económicas de la contratación de energía y los beneficios. Al mismo tiempo se firmaron 6 notas reversales complementarias y, luego, varias más que modificaron el tratado 3 .
Las obras se iniciaron casi inmediatamente. De un costo inicial previsto en 2.033 millones US$, se llegó a un costo final de 20.000 millones US$, con fundadas denuncias de corrupción de las dictaduras militares, lo que nunca fue investigado.
Itaipú garantiza que se generarán 75 millones de MWh/año, pero el promedio de generación ha sido de 94 millones de MWh/año en los últimos 10 años. La tarifa promedio de Itaipú está en el orden de 36 US$/MWh; cuando el Brasil importa energía paraguaya de Itaipú paga adicionalmente 10 US$/MWh. El Paraguay exporta actualmente unos 35 millones de MWh/año al Brasil, un 6% de su demanda eléctrica, que no puede ser sustituida a menor costo.
Los componentes principales del costo del servicio de electricidad de Itaipú son las cargas financieras y la amortización de los créditos contratados, que se terminan de pagar en el 2023 y ello permitiría reducir la tarifa a unos 15 US$/MWh, o bien distribuir beneficios del orden de 1.000 millones US$/año a cada parte (Brasil y Paraguay), con la misma tarifa actual.
En el 2023 vencen los términos económico energéticos establecidos en el Anexo C y su negociación está suscitando opiniones encontradas.
El principal cuestionamiento del Paraguay es poder disponer libremente de la energía hidroeléctrica que no pueda consumir, a fin de exportar tal excedente libremente a terceros países. El Acta de Foz de Yguazú (1966) –la base del tratado de Itaipú que está en su preámbulo– lo permite, al otorgarle al Brasil apenas el derecho de preferencia en la adquisición de la energía que el Paraguay no consuma (igualar la mejor oferta). La redacción ambigua del tratado, aceptada por el dictador Alfredo Stroessner a cambio del apoyo de la dictadura militar brasileña, fue interpretada por sectores conservadores del Brasil que el Paraguay debe ceder toda su energía a cambio una arbitraria compensación que hoy es inferior a 10 US$/MWh (350 millones US$/año para el actual nivel de exportación). Al precio de mercado, debería ser mucho más.
Hasta el momento del Acuerdo Lula – Lugo (25 de julio del 2009), la compensación era de sólo 3 US$/MWh, o bien 120 millones US$/año. Este Acuerdo no solo fue importante porque triplicó la compensación paraguaya de Itaipú (el único beneficio por la exportación de energía), sino porque estableció que la empresa pública paraguaya, la ANDE, podrá exportar al mercado brasileño energía de Itaipú a precio de mercado “a la brevedad posible” y a terceros países desde el 2023 4 .
La mayoría de la ciudadanía paraguaya entiende que en el 2023 se deben conquistar más derechos en Itaipú. La presencia de Bolsonaro y Abdo Benítez en las presidencias del Brasil y Paraguay no genera mucha confianza que se pueda avanzar, como sí se avanzó mucho con Lula y Lugo.
1 Ver https://www.itaipu.gov.py/es/energia/comparaciones. La cota del embalse es de 220 metros sobre el nivel del mar (msnm) y la cota de descarga fluctúa entre 105 y 95 msnm, aproximadamente.
2 Itaipú Binacional. Documentos oficiales de Itaipú. Asunción, 2003.
3 Idem anterior.
4 Ricardo Canese. La recuperación de la soberanía hidroelécgtrica. Asunción: CINERGIAS/El ombligo del mundo, 2011.