Movimientos sociales marchan en todo el país “contra el hambre y los tarifazos”

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Marcha contra el hambre y los tarifazos

Organizaciones sociales y gremiales harán este miércoles una marcha conjunta al Ministerio de Desarrollo Social para reclamarle al gobierno que de respuestas ante la crisis socioeconómica. En la “Gran Jornada Nacional” -tal como la promocionaron CTEP, la CCC, Barrios de Pie y otros movimientos sociales, junto a la Corriente Federal, ATE y otros sindicatos de la CTA- se prevé una concentración de más de 100.000 personas en la 9 de Julio.

“Hay una situación muy compleja entre los trabajadores más pobres de la Argentina. El gobierno nacional ha tomado la decisión de producir un ajuste para ahorrarse 470 mil millones de pesos y eso va a pesar sobre las espaldas de los trabajadores de todo el país. Nosotros estamos en la obligación de manifestar nuestros problemas”, dijo Esteban Castro, dirigente de la CTEP y agregó que “entre las leyes que queremos discutir hay una de emergencia alimentaria, que hoy es el punto más urgente porque tenemos a millones de chicos y chicas que no tienen para comer porque el Estado no garantiza su alimentación y son nuestras compañeras las que están haciéndose cargo de ellos en los comedores”.

El reclamo incluye el pedido para la aprobación de las leyes de Emergencia Alimentaria, Agricultura Familiar, Infraestructura Social y Emergencia en Adicciones.

Además, en la numerosa conferencia que realizaron ayer las organizaciones sociales, también figuraron los siguientes temas que intentarán debatir con la ministra Carolina Stanley: Actualización de los programas de empleo; Bonificación para zonas afectadas por las inundaciones; Implementación de la ley de Urbanización de Barrios Populares y el cese las exclusiones de trabajadores de empresas recuperadas del Salario Social Complementario.

Por su parte, Stanley -quien dirige uno de los ministerios con mayor presupuesto- dijo, en conferencia de prensa, que “no es necesario usar métodos extorsivos, como son el corte de calle y las manifestaciones” y pidió a los organizadores “responsabilidad” y que “no tengan que ver más con la política partidaria” (sic). En la Ciudad de Buenos Aires, los manifestantes se convocarán desde las 10 de la mañana en tres puntos: el Congreso, San Juan y 9 de Julio, y Córdoba y 9 de Julio. Desde ahí van a marchar para confluir al mediodía en Avenida de Mayo y 9 de Julio para hacer el cierre a las 13, con un acto frente al Ministerio de Desarrollo Social.

Además, en la conferencia, las organizaciones indicaron sociales indicaron que, en el gobierno de Cambiemos, se vivió “la inflación más alta desde 1991” que impacta mayormente “en los sectores más humildes”, lo que “representa un fuerte deterioro en las condiciones de vida de nuestras familias, quienes apenas percibimos un ingreso de 6.000 pesos por mes, muy por debajo incluso de la canasta de indigencia hoy pautada en 10.197 pesos”, agregaron.

“A esta grave situación social, se le suman los tarifazos, el desplome de nuestro poder adquisitivo, que junto con la destrucción del empleo, profundiza las desigualdades y nos obliga a la lucha cotidiana por la supervivencia. El país sufre una fuerte recesión económica con un endeudamiento externo que ya equivale prácticamente a la totalidad del PBI. Mientras tanto, se consolida el programa neoliberal del macrismo, con nuevas reformas en curso a la medida del FMI”, concluyeron.

Diario Z


Admite el Gobierno que la pobreza aumentó “por el impacto de la inflación y algunas medidas económicas”

“Ya lo dijo el Presidente, con el impacto de la inflación y de algunas medidas económicas, claramente el próximo puede ser un índice que dé un poco peor que el ultimo que se anunció”, dijo ayer la ministra de Salud y Desarrollo Social, Carolina Stanley, para adelantarse a lo que será una fuerte suba en la medición de pobreza. Especialistas consultados por este diario advierten que en el último año 2,5 millones de personas en todo el país empeoraron su posición económica y pasaron a ser pobres en términos de su ingreso monetario. Ese número se basa en una estimación porcentual de pobreza por ingresos del 33/33,5 por ciento para el cuarto trimestre del año pasado, lo cual implica un fuerte incremento respecto al mismo período de 2017, cuando se registró una tasa de pobreza del 26,3 por ciento.

“Vamos a esperar los números que dé el Indec y en ese momento, como hacemos siempre, explicaremos qué es lo que pasó y cómo vamos a seguir trabajando. El año pasado, a raíz de una inflación un poco más alta de la esperada, priorizamos estar al lado de las familias”, sostuvo Stanley. A fines de marzo, el Indec publicará el dato de pobreza en la medición semestral. Se espera que el dato del segundo semestre del año pasado ronde el 31,5 por ciento, por encima del 25,6 del mismo período de 2017.

Según el Indec, el índice general de salarios tuvo en noviembre de 2018 una suba nominal del 27,9 por ciento frente al mismo período de 2017, mientras que la inflación general de ese período fue del 48,5 por ciento y el incremento de los precios de la canasta de pobreza, del 52,9 por ciento, lo cual implica una diferencia de 25 puntos frente a los salarios. Además, los jubilados comenzaron 2018 con un haber mínimo de 7246 pesos que ahora está en 9300 pesos, un alza del 28,3 por ciento, 20 puntos por detrás de la inflación general. Al mismo tiempo, el indicador de la Secretaría de Trabajo arrojó un deterioro del empleo del 2,3 por ciento en 2018.

En base a esos datos parciales, el sociólogo y especialista en estadísticas sociales Diego Born calculó que la pobreza en el segundo semestre de 2018 se ubicó en el 31,5 por ciento, lo cual implica un incremento de 5,9 puntos en la comparación interanual. Además, calculó que en el cuarto trimestre la pobreza se ubicó en el 33/33,5 por ciento, siete puntos más frente al mismo período del año previo. En términos absolutos, serían 2,5 millones de personas que pasaron a ser pobres, ya que cada punto de aumento equivale a 450 mil personas en todo el país. En tanto, el investigador del Conicet Daniel Schteingart coincide en que la pobreza en 2018 tuvo un aumento de siete puntos porcentuales, mientras que el Observatorio Social de la UCA midió un aumento de la pobreza algo menor, aunque el punto de llegada es el mismo: 33,6 por ciento.

“Ayer hablé con Jorge Todesca –titular del Indec– con quien venimos trabajando desde el principio, y le dije que este gobierno busca transparentar los datos, hablar con la verdad, que es la única manera de poder transformar la realidad, y desde ese lugar respetamos el trabajo que viene haciendo el Indec, un trabajo independiente que finalmente pudo volver a medir la pobreza”, señaló ayer Stanley.

Uno de los temas recurrentes de la confección de indicadores es la medición multidimensional de la pobreza, que supone incorporar elementos que exceden al ingreso monetario, tales como el acceso a la educación, la salud y la infraestructura básica. La titular de la cartera de Salud y Desarrollo Social mencionó que “hoy por hoy, lo que hace el Indec en medición de la pobreza es el índice que respetamos, que valoramos, y a través del cual seguimos midiendo la pobreza en la Argentina”.

Según la última medición multidimensional de la pobreza que confeccionó Unicef Argentina, el 48 por ciento de los niños, niñas y adolescentes en la Argentina son pobres, proporción que se ubica en el 38 por ciento para la población total. El organismo que depende de Naciones Unidas considera que al menos una carencia en cuestiones educativas, de protección social, vivienda adecuada, saneamiento básico, acceso al agua segura y hábitat seguro es suficiente para que el hogar sea considerado pobre desde un punto de vista multidimensional.

Página 12


La comida, cada vez más cara: la canasta básica aumentó el 63% en un año

En el país de Cambiemos cada día es más caro comprar comida, cada ida al supermercado es un changuito con menos productos dentro y una heladera con menos opciones para la mesa familiar. Lo que es una conversación cotidiana entre las familias argentinas fue ratificado con números por el Centro de Economía Política Argentina (Cepa), que dio a conocer tenebrosas cifras sobre las salvajes subas en el precio de los alimentos.

La canasta básica alimentaria, compuesta por los productos de consumo diario de primera necesidad (frutas, carne, verduras) aumentó el 63 por ciento entre enero de 2018 y el mes pasado. La cifra es 15 puntos más alta que la inflación total del año que pasó. En tanto la suba en enero último respecto de diciembre fue del 3 por ciento.

El Cepa releva los precios de la canasta básica desde octubre de 2015, tomando como punto de comparación 37 productos de consumo básico en Ciudad de Buenos Aires y el conurbano de la Provincia.

Asimismo, el informe destaca cuáles fueron los 5 mayores aumentos en alimentos del mes y los 4 mayores aumentos desde octubre de 2015.

Los 5 alimentos que se ubicaron al tope de las subas entre diciembre y enero fueron el corte de vacío (9,8%), pollo fresco (7,64%), asado (6,49%), leche en sachet (6,1%) y carne picada (5,84%).

En tanto, desde octubre de 2015 a la fecha los incrementos más feroces ocurrieron en el aceite de girasol (449,45%) arroz (373,04%), huevos blancos(310,17%) y harina (306,66%).

Del relevamiento de precios realizado surge que el costo de la canasta básica alimentaria para una familia tipo asciende a $10.917, monto equiparable al salario mínimo vital y móvil ($11.300), necesario para cubrir las necesidades nutricionales mínimas sin incluir otros gastos imprescindibles de vivienda ni de transporte.

El incremento de la canasta básica en el mes de enero fue de 3% respecto de diciembre de 2018, 63% respecto de enero de 2018 y 244% respecto de octubre de 2015.

Según destaca el estudio del Cepa, «considerando el monto del salario mínimo vital y móvil a octubre de 2015, el mismo debería alcanzar en enero de 2018 los $19.223 para mantener el poder de compra respecto de la canasta básica alimentaria».

«De la misma manera, si se considera la jubilación mínima a octubre de 2015, la misma debería alcanzar un monto de $14.789 en enero de 2018 para equiparar los incrementos de la canasta alimentaria en el período. Se necesitan $7.923 de incremento en el SMVM para mantener el poder adquisitivo respecto de la canasta básica y $5.480 en las jubilaciones», acota el informe.

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