Chile: el ministro de Desarrollo Social se reunió con el padre de Camilo Catrillanca

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Contexto de Nodal
El 14 de noviembre el comunero mapuche Camilo Catrillanca fue asesinado de un tiro en la nuca por el Comando Jungla de Carabineros, lo que despertó múltiples protestas en todo el país. El hecho provocó la renuncia de Luis Mayol, intendente de La Araucanía y la Cámara de Diputados aprobó la interpelación al ministro del Interior Andrés Chadwick. Por otra parte, Carabineros reconoció la destrucción de la tarjeta de memoria con el registro de imágenes tomadas durante el operativo.

Ministro Moreno se reunió con padre de Camilo Catrillanca

El ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, se reunió durante la tarde de este martes con Marcelo Catrillanca, padre del comunero asesinado durante un operativo realizado en noviembre en Ercilla.

El encuentro fue una reunión privada, y según ha trascendido se debió a una solicitud realizada por la familia del comunero, con el fin de ayudar a la pareja del joven, que se encuentra embarazada de ocho meses.

Además, Moreno se reunió durante esta jornada con el consejo de lonkos de la región para analizar el futuro del Plan Araucanía tras el retiro del denominado Comando Jungla de la zona.

El werkén José Naín se refirió a la declaración del sargento Carlos Alarcón, imputado como autor del hecho, quien culpó a la «adrenalina» por lo sucedido.

«Lamento profundamente que el sargento Alarcón aún siga jugando con el sentimiento de la familia Catrillanca y del pueblo mapuche. Con esto, el sargento Alarcón lo único que pretende es ocultar y encubrir al general director de Carabineros, Hermes Soto, que dice que estuvo en el lugar, también para enterarse de la situación», indicó.

Moreno tendrá más actividades en la zona este miércoles, cuando se reunirá con un grupo de víctimas de violencia rural.

Cooperativa


La declaración completa del autor del tiro a Catrillanca: “No sé por qué les disparé… Estoy muy arrepentido”

“Comprendo mis derechos y manifiesto mi intención de declarar para finalmente ayudar a que todo se solucione. Quiero manifestar además que mi abogado defensor, Alex Schneider, me informó hace algunos momentos que iba a renunciar a nuestra defensa y por esa razón no va a venir a presenciar esta declaración, pero de todas maneras quiero declarar por que ya no aguanto más”. Así comenzó, cerca de las 18.00 horas del 3 de diciembre, la declaración del exsargento Carlos Alarcón, identificado como el autor del disparo que dio muerte al comunero mapuche Camilo Catrillanca Marín (24) el 14 de noviembre pasado. Alarcón formó parte de un operativo en el que también participaron el sargento Raúl Ávila, el exsuboficial Patricio Sepúlveda, el excabo Braulio Valenzuela y el conductor, Gonzalo Pérez.

La semana pasada, este medio tuvo acceso a parte del testimonio de Alarcón, en el cual involucraba a su superior, el exjefe del GOPE, Manuel Valdivieso y al abogado institucional Cristián Inostroza, en las primeras versiones sobre el incidente. Hoy ambos personeros detentan la calidad de imputados. Pero hoy La Tercera PM accedió a la declaración integra que el exsargento realizó ante el fiscal regional de La Araucanía, Cristian Paredes, y el fiscal coordinador de la Unidad de Derechos Humanos, Roberto Garrido, en la que da cuenta de lo que ocurrió el día de la tragedia y su rol en el caso. Su intervención ante el Ministerio Público ocurrió un día después de que circulara un video en que el exagente asegurara que “hay gente que nos hizo mentir, dimos declaraciones falsas”.

“Estoy muy arrepentido por lo que pasó”

“Lo primero que quiero decir es que yo le disparé al tractor, pero nunca tuve la intención de lesionar o matar a las personas que estaban en el tractor. Yo me enfrenté con el tractor, le grité que se detuvieran pero no me hizo caso. Se dio vuelta y le disparé. Realicé los disparos desde cerca, calculo unos 20 metros. Los disparos los efectúe cuando el tractor ya se había dado vuelta. Pude haber disparado cuando tuve al tractor de frente, pero mi intención era que se detuvieran, por eso hice los disparos”, precisa Alarcón.

El sargento imputado por eventual homicidio es, según él mismo se describe ante Fiscalía, un experto en uso de armas. En una declaración anterior a la del 3 de diciembre, aseveró que era miembro del GOPE desde el año 2003, cuando efectuó un curso de especialización en Santiago, y se desempeñaba en La Araucanía desde el año 2016. En su preparación, recibió instrucción relativa al manejo de explosivos, uso de armas, rescate de montañas, buceo, terrorismo, entre otras. En el año 2007, en tanto, había realizado una pasantía en las Fuerzas Especiales del Ejército de Estados Unidos, que duró cerca de un mes y medio donde aprendió combate en distintas zonas y rescate de rehenes y también tuvo otro taller dictado por el FBI, relativo a ataques químicos y radiológicos.

En materia de armas de fuego, había sido capacitado y luego se había preparado como instructor del equipo de personal de orden y seguridad. Por lo mismo, sabía usar pistolas, revólver, subametralladora Uzi, fusil HK MP5 calibre 9 mm y 5.56, fusil STEYR y Carabina Colt modelo M4, que fue la usada en la persecución posterior al robo de vehículos de profesoras en Ercilla.

Alarcón afirma que practicaba tiro regularmente y que el arma de fuego que disparó el miércoles 14 de noviembre “posee una mira holográfica de color rojo que se puede ir graduando su intensidad, y que se proyecta en una pantalla en la misma mira; está mira en mi caso estaba graduada a 50 metros efectivo lo que me permite una alta tasa de precisión”.

Sin embargo, toda esta preparación habría fallado, sostiene, en terreno.

“Les grité varias veces que se detuvieran, pero no lo hicieron. La adrenalina, el celo policial me hizo ir más allá de lo necesario, no sé por qué le disparé, no sé explicar qué pasó en ese momento. Estoy muy arrepentido por lo que pasó. Además me acuerdo de haber visto con mucha claridad al joven que iba sobre el tractor y nunca le quise disparar, mucho menos herirlo o matarlo”, contó Alarcón en su declaración.

“La versión sería que nadie andaba con cámaras”

El excarabinero afirma que “desde el primer momento tuve la intención de aclarar lo que había pasado. De hecho, al primer oficial que llegó al lugar, al Coronel (Jorge) Contreras le hice un gesto que significa que yo pensaba que el conductor del tractor estaba fallecido. Yo le dije al Coronel Contreras que había disparado. El Coronel me dijo, con palabras muy paternales, ‘tranquilo, hijo’. Luego del incidente del tractor, nos dirigimos al lugar donde se encontraban los vehículos sustraídos. Luego de un rato llegó al lugar mi jefatura, mi Mayor Valdivieso y mi General Vittoriano. El Sargento Sepúlveda, como jefe del dispositivo, le dio cuenta a la jefatura de lo que había pasado”.

Alarcón prosigue con que al cabo de un rato, Valdivieso les ordenó a él y a Raúl Ávila que se fueran en un carro blindado para entrevistarse con el asesor jurídico. No obstante, “no pudimos salir de inmediato y salimos con todo el grupo cuando sacamos los vehículos sustraídos. Cuando salimos del procedimiento teníamos que dirigirnos a la fiscalía de Collipulli por orden del Fiscal, sin embargo, nos enviaron a Pailahueque donde mantuvimos una reunión con mi Mayor Valdivieso y el asesor jurídico Cristian Inostroza. En esta reunión, le conté al abogado Inostroza y a mi Mayor lo que había pasado”.

Aquí es donde habría comenzado a gestarse la red de versiones contradictorias sobre lo ocurrido. “El abogado hablaba permanentemente con alguien por teléfono, no sé con quién, pero luego de escuchar mi versión salía de la oficina y regresaba. Luego de escuchar las versiones de los que había pasado, el abogado nos dijo que teníamos que decir que habíamos hecho disparos de advertencia o disuasivos y que no le disparamos al tractor. Quiero dejar en claro, que al momento de encontrarnos con el tractor sentí disparos a lo lejos, pero no hubo una situación de enfrentamiento”, recalca el exGOPE.

Sobre el parte de denuncia, que sustentó la tesis de que hubo una provocación de Catrillanca Marín y de M.A.P.C, quienes habrían repelido con tiros el operativo de Carabineros –lo que está completamente descartado-, Alarcón consigna que “no corresponde con lo que efectivamente ocurrió, porque no había una situación así como de enfrentamiento, pero sí se escuchaban a lo lejos unos disparos. La verdad es que no recuerdo haberla firmado, pude haberlo hecho sin poner atención. Ignoro quién redactó esa declaración”.

Luego, el exsargento ahonda en quiénes dieron las órdenes de mentir, lo que ya había sido adelantado por La Tercera PM: “La reunión en Pailahueque debe haber durado como una hora antes de ir a declarar a la Fiscalía de Collipulli y durante ese tiempo el abogado Cristian Inostroza nos dijo lo que teníamos que decir, y mi Mayor Valdivieso lo apoyaba. También en esta oportunidad el abogado Inostroza nos preguntó si andábamos con cámaras. Raúl Ávila dijo andaba con una cámara, y ante esto el abogado Inostroza nos señaló que la versión sería que nadie andaba con cámaras”.

Argumenta además que “mientras estábamos en Pailahueque llegaron tres abogado de Santiago, para asesoramos. Nos dijeron que tenían la intención de ayudarnos, nos hicieron unas pocas preguntas, pero ya habíamos acordado mantener la versión que nos dio el abogado Cristian lnostroza. Estos abogados al parecer llegaron con mi General (Christian) Franzani”. Aunque Alarcón no recuerda los nombres de los profesionales, se trata de Jorge Parra, Álvaro Sobarzo y Cedrick Patrick, quienes fueron enviados a la zona por el entonces general de Justicia Juan Carlos Gutiérrez Silva.

Sobre lo que ocurrió en la Fiscalía aquella madrugada, Alarcón manifiesta que entregaron “la versión que nos dio el abogado y mi Mayor”. “Luego de prestar declaración la madrugada del 15 de noviembre, el día viernes 16 de noviembre concurrió a Pailahueque mi General Director de Carabineros, Hermes Soto. Yo estaba muy angustiado por decirle a mi General la verdad de lo que había pasado, pero el abogado Inostroza y mi Mayor Valdivieso me insistieron que tenía que mantener la versión que habíamos señalado al principio. Recuerdo que mi Mayor me vio muy complicado, y me llamó la atención, me trató de débil, me decía que estuviera tranquilo que todo iba a salir bien, pero al decirle la verdad, él me preguntaba ‘¿te querí ir preso?’, me decía que no fuera débil y que me mantuviera firme”, dice.

“Siempre he querido decir la verdad…”

Dos días después, el 17 de noviembre, se comenzó a derrumbar la verdad oficial sobre el caso. Alarcón cuenta que “antes de concurrir a la PDI me llamaron para reunirnos con Ávila, Sepúlveda y Valenzuela en el GOPE, en Las Quilas. En esta reunión, en la tarde, el abogado nos dijo que había quedado la caga’, que había una imagen en la que aparecía Raúl con una cámara. Le advertí al abogado que yo iba a contar la verdad, y el abogado me decía que con eso íbamos a salir perjudicados, y que consideraremos que el sitio del suceso pudo ser alterado ya que nadie quedó custodiando, así que convenía mantener nuestra versión, También en esta oportunidad mi Mayor Valdivieso me llamó la atención para que estuviera tranquilo, me dio a entender que estaba preocupado por mí. Mi Mayor me decía delante de todos que yo era el más débil, pero yo le contestaba que quería decir la verdad, desde el principio siempre quiso hacerlo”.

Posteriormente, el 18 de noviembre comenta que lo dieron de baja junto a sus compañeros: “Esa fue la última vez que hablé con mi Mayor Vaidivieso”. Durante los días posteriores a la muerte de Catrillanca Marín, Alarcón narra que tuvo contacto el General Mauro Victorriano, pero que a Franzani –a quien se le pidió la renuncia por no haber detectado ninguna inconsistencia en la información preliminar sobre los hechos, pese a haber viajado a la zona con ese fin- solo lo vio en la Fiscalía de Collipulli “cuando concurrió a saludarnos y a manifestarnos su apoyo pero nada más, la madrugada del 15 de noviembre cuando declarábamos en la Fiscalía. Sólo recuerdo que estuve en contacto con mi Mayor Valdivieso y con el abogado Cristian Inostroza quienes nos indicaron que era lo que teníamos que decir”.

“Siempre he querido decir la verdad respecto de lo que pasó, y ahora me siento más liberado”, declara Alarcón.

Respecto del video que grabó estando detenido, Alarcón señala que “un colega me mostró un video que funcionarios del GOPE había grabado en mi apoyo, y me pidieron que les hiciera un video de agradecimiento. Debido a lo anterior realicé esa grabación, nunca fue mi intención de que se hiciera público y menos exponer a través de ello a mi familia. Estoy muy arrepentido de haber hecho esta grabación, nunca supe que el video se iba a viralizar”.
“Si quisiera hacer un video público lo primero que haría sería pedir disculpa a la familia de la víctima”, concluye.

La Tercera


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