El Ejército de Chile reporta pérdida de armamentos desde 2010

Foto: Agencia Uno
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El documento en que el Ejército reconoce 33 sumarios internos por pérdidas de armamento desde 2010

“Tenemos información de que hay oficiales y cuadro permanente que compra armas por la vía legal, que después las dan por perdidas, pero que lo que están haciendo es venderlas a grupos de narcos, de delincuentes. De eso estamos hablando”.

La declaración del comandante en jefe del Ejército, Ricardo Martínez, hecha en el marco de una cita con novecientos oficiales de la institución en la Escuela Militar y cuyo audio fue revelado este jueves por The Clinic, desató una tormenta de proporciones. Con una reacción desde el ministerio de Defensa exigiendo que se aclaren los casos y el propio Martínez explicando que se refería a hechos antiguos que están bajo investigación, los dichos, sin embargo, abrieron una pregunta adicional: ¿qué pasa con las armas perdidas en la institución?

En esa línea, un informe inédito entrega algunas luces. El documento, con fecha 11 de septiembre de este año, es una respuesta al Consejo para la Transparencia ante una presentación hecha por La Tercera en que se solicitaba que se entregara la información solicitada previamente. Y va firmado por el entonces segundo hombre del Ejército, el general John Griffiths, a cargo del Estado Mayor de la institución y quien luego renunció tras ser procesado en la causa que indaga si hubo fraude con fondos destinados a viajes y viáticos en la repartición castrense.

El desglose indica que han existido, a lo menos, 33 sumarios internos entre 2010 y septiembre de este año por pérdida de armamento en la institución, con casos que varían en su dimensión y nivel de sanciones.

Por ejemplo, en varios casos -sobre todo en los primeros años- se aprecia que se abren sumarios por la pérdida de yataganes y pistolas, que son resueltos con observaciones, reprensiones o, lo más frecuente, con una sanción de arresto.

Pero también constan extravíos de armamento de mayor calibre, como fusiles semiautomáticos o subametralladoras. En estos casos, también, las explicaciones varían: mientras algunos aparecen reportados como “robo”, otros simplemente tienen el rótulo de “pérdida”.

En particular, en 2015 aparecen reportados dos pérdidas de fusiles SIG-542 con tiros de guerra incluidos. Un armamento de alto poder de fuego y cuyo uso puede ser complejo.

También aparecen en el listado hechos como pérdidas de material de guerra desde un polvorín -que terminó con funcionarios con licenciamiento del servicio- y, este año, una investigación en curso por un hecho catalogado como “robo”, ocurrido en agosto pasado y que involucra la sustracción de “105 corvos modelo atacameño, 5 yataganes para fusil Mouser y Steyer y 3 machetes de artillería”, según reporta el mismo documento.

Sin embargo, no aparece el hecho aludido por Martínez en su exposición en la Escuela Militar, aunque esto tiene una explicación sencilla y que tiene que ver simplemente con un tema de tiempos: según relató el propio comandante en jefe, el robo -por el cual hay una causa abierta en la Fiscalía Militar y se indaga a cinco suboficiales- fue denunciado a esas instancias el 12 de octubre de este año. Es decir, un mes después de la respuesta oficial de Griffiths con el resumen de los casos indagados hasta ese momento.

Revisa acá el documento del Ejército sobre sumarios por pérdidas de armamento:

La Tercera


El arsenal de explicaciones del comandante en jefe del Ejército

Pocos minutos pasadas las 14:00 horas, y tras reunirse temprano con el ministro de Defensa, Alberto Espina; el comandante en Jefe del Ejército, Ricardo Martínez Menanteau, realizó una declaración en la que dio un arsenal de explicaciones -sin aceptar preguntas- respecto a los temas que lo han tenido como protagonista del debate público durante las últimas horas.

The Clinic publicó ayer por la tarde grabaciones que daban cuenta del contenido de una reunión que sostuvo Martínez con 900 oficiales en el Aula Magna de la Escuela Militar, cuyas palabras se convirtieron en un verdadero dolor de cabeza.

La venta de armas por militares a narcotraficantes, la falta de información al Gobierno sobre este caso, irregularidades con pasajes y viajes -similares a las del Ejército- en otras ramas de las Fuerzas Armadas, y un supuesto lobby suyo ante la Contraloría fueron parte de la serie de temas sobre los que tuvo que salir a responder Martínez.

A continuación, el detalle de excusas, explicaciones, justificaciones y anuncios:

«Palabras imprudentes»

-«En la reunión sostenida esta mañana con el ministro de Defensa Nacional (Alberto Espina), me representó que mis palabras fueron imprudentes. Me hago cargo de ello, y si algunas de mis expresiones fueron así interpretadas, ofrezco las excusas correspondientes»

-«La reunión que sostuve con los oficiales de la Guarnición Militar de Santiago el martes 20 de noviembre, y con los suboficiales el día 21, tuvo por objetivo reforzar mi política de transparencia, probidad y apego a disciplina a raíz de la serie de hechos de carácter judicial y administrativo que han afectado a algunos integrantes del Ejército».

-«Esta actividad era de carácter reservado, por lo que utilicé un lenguaje directo y franco, de forma que fuera claramente entendido por todos».

-«En dicha oportunidad, a mi juicio, no hubo una sola expresión que implicara una crítica a las autoridades de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial».

«Son cinco cabos de una misma unidad»

-«En cuanto a las denuncias que el Ejército efectuó al Segundo Juzgado Militar el 12 y 26 de octubre, respectivamente, éstas afectan a cinco cabos de una misma unidad, quienes estarían implicados en la compra de armas particulares para luego darlas por perdidas y, posteriormente, venderlas en el mercado informal, procedimiento que ha sido utilizado anteriormente por las bandas de narcotraficantes y delincuentes».

«Esta situación no fue informada en su momento al ministro de Defensa, ya que quedó radicada en los tribunales competentes».

-«Quiero precisar que la intención de incluir en la referencia a los oficiales buscaba evitar realizar una diferenciación entre los integrantes de la institución, para sensibilizarlos sobre un problema de la mayor gravedad, que el Ejército no permite ni tolera».

Entrega de información a la Fiscalía

-«De acuerdo con las instrucciones del ministro de Defensa, y en concordancia con los objetivos de probidad y transparencia que impulso, he dispuesto (…) poner a disposición del Ministerio Público, durante el día de hoy, los antecedentes relacionados con la denuncia realizada por el Ejército a la Justicia Militar respecto a la venta de armas particulares efectuadas por los cinco miembros de la institución denunciados».

-«Se tomó contacto durante la mañana de hoy con el fiscal, señor Carlos Palma, a cargo de la investigación del Fondo de Ayuda Mutua de la IV División de Ejército, con asiento en Coyhaique, para reiterar la disposición institucional y de este comandante en Jefe para colaborar en todas las actuaciones futuras de su investigación».

-«Se solicitará a la ministra en visita, señorita Romy Rutherford, una audiencia para entregarle estas mismas aclaraciones».

«Sobre el tema pasajes»

-«Sobre el tema pasajes, muy lejos de la intención estuvo dañar a las otras instituciones de las Fuerzas Armadas. En este caso, fueron mencionadas sólo porque tenemos un reglamento en común de cerca de 40 años de antigüedad».

-«Somos nosotros, el Ejército, la institución que está siendo investigada y nos estamos haciendo cargo de ello».

Contraloría

-«En el marco de las visitas protocolares sostenidas con diferentes autoridades de la República con motivo de la asunción del mando del Ejército de quien habla, el 16 de marzo se llevó a cabo una reunión con el contralor general de la República. En ese contexto se analizaron diversos temas institucionales de incumbencia mutua».

-«Este comandante en Jefe no ha efectuado ninguna solicitud formal ni informal de paralizar juicios de cuentas, sin perjuicio de haber enviado, por los canales correspondientes, todos los antecedentes necesarios para su debida ponderación».

-«Como comandante en jefe del Ejército estoy comprometido con un liderazgo institucional basado en la disciplina, unidad, probidad y vocación de servicio que caracteriza a la inmensa mayoría de mis camaradas de armas».

«Muchas gracias», finalizó, sin aceptar preguntas.

Cooperativa


Designan a fiscal para investigar presunto tráfico de armas en el Ejército

El fiscal nacional Jorge Abbott designó un fiscal para encabezar la investigación por el presunto tráfico de armas al interior del Ejército.

Se trata del fiscal metropolitano sur Raúl Guzmán, quien indagará sobre la comisión de los eventuales ilícitos cometidos presuntamente por funcionarios en servicio activo o en retiro.

El delito de tráfico de armas está tipificado en el artículo 10 de la ley 17.798. También estará a cargo de establecer si hay otros ilícitos derivados.

Todo se da luego de las últimas revelaciones, tras la filtración de los dichos del comandante en jefe, Ricardo Martínez, en que daba cuenta que integrantes de la institución habrían dado por perdidas armas particulares para venderlas a delincuentes y narcotraficantes en el mercado ilegal.

Más temprano, Martínez aseguró que había denunciado en octubre los hechos ante el Segundo Juzgado Militar, pero que pondría los antecedentes en manos del Ministerio Público.

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