Brasil | Rud Rafael, coordinador del Movimiento Sin Techo: “Va a haber represión y censura pero también mucha resistencia popular”
Por Lucio Garriga (*)
Uno de los primeros anuncios de Jair Messias Bolsonaro como presidente electo fue: «Toda acción del MST (Movimiento Sin Tierra) y del MTST (Movimiento Sin Techo) será tipificada como terrorismo”. En esta entrevista, Rud Rafael, coordinador nacional del MTST, advierte sobre las organizaciones paramilitares que crecerán en los barrios e intuye que “va a haber represión y censura pero también resistencia y mucha lucha popular”. Además, analiza la victoria de Bolsonaro y asegura que no le será fácil aplicar su plan económico neoliberal ya que “tendrá un Congreso que no le será favorable” y una “conformación de los gobernadores que no será simple”. También reflexiona sobre los desafíos de la izquierda brasileña: “Precisamos un proceso de renovación de la izquierda para que esa desesperanza y descreimiento con el sistema político tenga otra salida que no sea el fascismo y la antipolítica”.
-¿Cómo analizan la victoria de Bolsonaro?
-La vemos con mucha preocupación porque hay un riesgo muy grande del avance del fascismo en el continente porque lo que pasa en Brasil tiene influencia para todas las naciones. No podemos simplificar lo que pasa en Brasil. Es una explicación muy difícil de construir. El electorado de Bolsonaro no es todo fascista, no hay concordancia completa en lo que piensa en relación a las mujeres, a los pueblos indígenas. Pero hubo una campaña muy bien estructurada en torno a las “fake news” y de un sentimiento antipolítica y de desconstrucción del Partido de los Trabajadores que ha hecho que Bolsonaro sea elegido. Además, tiene el poder de la Iglesia evangélica y otras cosas que hoy componen este escenario de profunda crisis que vive Brasil.
Por ejemplo, más de 30 millones de personas no fueron votar y eso no es poca cosa. Con los blancos y los nulos forman 42 millones de personas que no creen en el sistema político brasileño. Bolsonaro canalizó ese sentimiento con un discurso antisistema pero también antidemocrático. Sus referencias son de dictadores y torturadores pero hay que tener en cuenta que la vuelta a la democracia en Brasil no fue de ruptura como en Argentina y eso es un problema muy grande. Ahora tenemos que enfrentar, por ejemplo, que diga que el Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) y que el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST) son organizaciones terroristas y que irán a la prisión porque están luchando por la tierra y la vivienda para el pueblo.
¿Crees que Bolsonaro cumplirá con lo que prometió durante su campaña o será más moderado?
-Creo que en una parte van a avanzar en ese programa de privatizaciones pero en ningún país del mundo se privatiza todo. No va a tener condiciones para eso. Además, va a retirar muchos derechos y políticas públicas y eso es muy preocupante porque somos uno de los países más desiguales del mundo. Bolsonaro va a gobernar para los ricios, hará una reforma tributaria que va a financiar a los más ricos, va a hacer una reforma previsional pero el pueblo no lo va a aceptar tan fácil.
Además tendrá un Congreso que no le será tan favorable. La segunda bancada será la de su partido, el Partido Social Liberal (PSL), pero la mayor será del PT. La conformación de los gobernadores tampoco será tan simple. También va a haber una fuerte resistencia en las calles. Bolsonaro ya ha amenazado con censurar al diario Folha de San Pablo. Va a haber represión, censura y apertura del mercado pero va a haber, también, mucha resistencia y lucha popular para que no ocurra eso.
¿Cómo se articulará la resistencia contra Bolsonaro?
-Ya hubo actos en todo el país, nosotros estamos muy activos con el Frente Pueblo Sin Miedo y vamos a intentar construir una resistencia fuerte junto al Frente Brasil Popular y otras organizaciones.Es importante también que construyamos relaciones internacionales para que comprendan la gravedad de la situación. No va a ser un proceso fácil. Se va a profundizar la crisis en Brasil. Van a ocurrir muchas cosas como las que hizo (Mauricio) Macri en la Argentina.
-¿ Cómo tomaron las amenazas de Bolsonaro contra ustedes?
-Sabemos que los discursos de Bolsonaro tienen graves consecuencias para la sociedad. No son pocos los casos de violencia en las calles contra mujeres, la comunidad LGBT+ y los militantes de izquierda. Nosotros debemos tener el máximo cuidado pero también sabemos que no va a ser fácil para Bolsonaro. Sabemos que hay una abertura para retomar los grupos de exterminio y organizaciones paramilitares que van a actuar a partir de la gestión de Bolsonaro para ampliar la violencia en el territorio. Principalmente contra los más pobres porque, por ejemplo, en el norte del país se construyó un cinturón de resistencia contra Bolsonaro que perdió en la mayoría de las ciudades. Creo que con más tiempo de campaña hubiéramos conseguido revertir la votación porque Bolsonaro está involucrado en escándalos de fraude electoral a partir de los mensajes falsos en Whatsapp y el Tribunal Supremo Electoral no dio ninguna medida punitiva. Fueron varios crímenes electorales que hicieron parte de la candidatura de Bolsonaro que no tuvieron consecuencias. Los luchadores y las luchadoras sociales van a tener de alguna forma un cuidado especial para no aceptar tan fácil el retorno de la dictadura.
¿Cuáles son los desafíos de la izquierda brasileña ante el avance del fascismo en Brasil?
-La izquierda brasileña pasa por un proceso de renovación y de reconfiguración a partir de estas elecciones. El PT perdió muchas de sus referencias y gran parte de la derrota del PT fue por ese sentimiento antipetista que creció en la sociedad. Es muy incierto el futuro del PT y de la izquierda, que van a tener que reinventarse. La candidatura de Guilherme Boulos jugó un papel importante para pautar cuestiones estructurales. Muchos votantes del PT dijeron que Guilherme era el mejor pero que debían luchar contra el fascismo y votaron al PT. Desde el MTST vamos a construir las brigadas por la democracia. Precisamos un proceso de renovación de la izquierda para que esa desesperanza y descreimiento con el sistema político tenga otra salida que no sea el fascismo y la antipolítica. Creo que esos son los principales desafíos para la izquierda: revertir el desencantamiento con la política, con la participación y con la solidaridad que se ha visto muy atacada por el avance de la ultraderecha.
(*) Entrevista realizada en el programa “Al sur del Río Bravo” que se trasmite los martes de 15 a 17hs por Radionauta FM 106.3 (www.radionauta.com.ar)