Argentina: la fuerte disparada del dólar profundiza la crisis económica

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Sigue para arriba y no frena

La devaluación se sigue intensificando. Apenas una hora después de que abriera el mercado, el dólar volvió a repuntar y se vendió en bancos y casas de cambio a 35,79 pesos, 29 centavos más que ayer. La trepada siguió y ya se ofrece al récord de 40 pesos.

El intento del gobierno por tranquilizar los mercados no dio sus frutos y minutos después de que el jefe de Gabinete Marcos Peña saliera a intentar calmar la corrida, el mercado le dio otra vez la espalda.

Ayer, al registrarse el séptimo día consecutivo de subas, el Banco Cental intentó contener la corrida, pero los pero los 300 millones que subastó no alcanzaron para calmar al mercado y el dólar cerró en 35,50. Tampoco las palabras del presidente Mauricio Mcri, quien anunció un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para que adelante los desembolsos del crédito por 50.000 millones de dólares.

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Peña descartó cambios en el Gabinete y negó estar «ante un fracaso económico»

El ministro coordinador, Marcos Peña, descartó esta mañana que vaya a haber cambios en el Gabinete tras la megacorrida cambiaria de ayer que elevó el dólar a $34,48 por la desconfianza de los mercados, luego del anuncio del presidente Mauricio Macri del nuevo pedido de adelanto de fondos al FMI.

«Claramente esa no es la solución en la que está pensando el Presidente. No hay una solución mágica por esa vía, tenemos que seguir trabajando. No estamos ante un fracaso económico ni mucho menos», aseguró el funcionario en Radio Mitre.

El jefe de Gabinete reconoció que el nuevo acuerdo con el FMI aún no está firme, sino que requiere la revisión del organismo y defendió la actitud de mandatario de realizar tan temprano un anuncio que inquietó a los inversores.

«Fue una decisión del Presidente la de transmitir eso en forma directa y no a través de trascendidos. Es una decisión política que se toma y que se va a traducir en las próximas semanas con los detalles técnicos», desarrolló.

Además, negó que el país esté «ante un fracaso económico». «El fracaso en la Argentina es que siendo uno de los países potencialmente más rico del mundo tiene un 30% de pobreza». «Nosotros vemos esto como parte de un proceso de recuperación en un contexto de enorme dificultades estructurales», indicó.

«Un fracaso es que en 70 años no podamos resolver el desequilibrio fiscal, es un fracaso que en 80 años no podamos resolver la inflación, es un fracaso que no haya empleo de calidad», afirmó.

«Para nosotros no es un fracaso, es un proceso de transformación, una recuperación en un contexto de enorme dificultades mundiales. El desajuste estructural es el fracaso, que recibimos en diciembre de 2015 y estamos tratando de resolver», concluyó.

InfoNews


Confianza cero

No bien el presidente Mauricio Macri terminó de reconocer, en un mensaje grabado para televisión a las 9.30 de la mañana, que existe “falta de confianza en el mercado”, la demanda de dólares catapultó el precio de la divisa al record de 34,50 pesos. El anuncio de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para que adelante los desembolsos del crédito por 50.000 millones de dólares a cambio de un mayor ajuste (admitido más tarde por el ministro Nicolás Dujovne) fue interpretado como una señal de debilidad del programa económico. En menos de tres horas el billete verde se encareció 2,40 pesos, en una disparada furiosa, equivalente a un incremento de 7,5 por ciento contra el peso. La noticia se destacó de inmediato en agencias de noticias y medios internacionales. A la falta de credibilidad sobre el manejo económico y político de Cambiemos se le sumó la certidumbre de que el país no tiene los dólares suficientes cubrir el agujero externo, producto de las políticas de desregulación cambiaria, financiera y comercial de los últimos dos años y medio. El Banco Central intentó al mediodía contener la trepada, cuando el dólar mayorista cotizaba a 31,60 pesos, pero los 300 millones que entregó a ese precio no calmaron la demanda de divisas. En lo que va de 2018 el dólar avanzó un impactante 82 por ciento. Las reservas ayer cayeron en 396 millones de dólares para quedar en 54.301 millones de dólares.

A última hora de la tarde, Dujovne admitió que el nuevo acuerdo contemplará una mayor reducción del gasto público el año próximo. “la meta de déficit del 1,3 por ciento del PBI, se convertirá en un techo”, dijo, aunque no brindó más detalles. En tanto, el escueto mensaje presidencial (ver aparte), enfocado a los mercados, no logró calmar la ansiedad de los hombres de negocios y tampoco los tomó por sorpresa. La excusa del contexto global para justificar la corrida cambiaria dejó hace tiempo de convencer a inversores o pequeños ahorristas. El problema, tal como quedó claro en los escasos dos minutos de spot macrista, es interno. El contexto externo no colaboró, pero la amplificación de los efectos de las tensiones financieras en otras latitudes da cuenta de las falencias de un esquema económico que solamente profundizó la restricción externa.

La reducción y eliminación de las retenciones a la exportación de cereales y oleaginosos, de manufacturas y a la minera anuló una fuente genuina de generación de dólares. En el mismo momento, se levantó toda restricción al libre ingreso y salida de capitales, lo que permitió, antes de atacar el problema estructural de la falta de dólares, la formación de activos externos (fuga). Para compensar los desequilibrios que generaba esta situación, se tomó deuda a niveles históricamente altos mientras se iba aumentando la tasa de interés para convencer a los ahorristas de apostar al peso. El resultado fue una bicicleta pedaleada por fondos extranjeros que se colocaban en pesos a tasas exorbitantes y se llevaban las ganancias convertidas en dólares al exterior. Cuando se cerró el grifo de los flujos especulativos por una mayor aversión al riesgo a nivel global y los fondos “amigos” del Ejecutivo dejaron de prestarle al país, se recurrió al FMI.

La receta que el Fondo Monetario puso como condición para prestarle al país fue un duro ajuste presupuestario para asegurar los recursos con los cuales el país pagaría el crédito que, en un primer desembolso, fue de 15.000 millones de dólares. El cuento era conocido, más allá de que el oficialismo y el blindaje mediático lo hayan promocionado como un capítulo estreno. El manejo propuesto por el organismo que conduce Christine Lagarde genera un círculo vicioso. El ajuste para asegurar el repago de la deuda provoca recesión y hace caer la recaudación. El déficit aumenta y requiere mayor ajuste y más deuda para pagar vencimientos, y así sucesivamente hasta llegar a una situación de insolvencia o crisis no sólo financiera, sino también social y económica. Esto no era difícil de ver para inversores avezados o para el ahorrista común, que esta historia ya la vivieron en la crisis de 2001-2002.

Macri confirmó ayer que se va en ese camino y que el círculo cerró su primera vuelta y ahora el Gobierno pretende más fondos. La respuesta en la plaza cambiaria fue inmediata. En el mercado mayorista, donde compran y venden bancos y empresas por montos superiores al millón de dólares, la escalada en el precio se acentuó y cerró en 33,80 pesos, lo que representa un incremento de 2,45 pesos en una sola rueda, lo que equivale a una diferencia de 8 por ciento. Al mediodía el Banco Central, manejado por el financista Luis Caputo, licitó, al igual que los dos días anteriores, un stock de 300 millones de dólares. La diferencia fue que esta vez se los sacaron de la mano. “El precio promedio de corte se ubicó en 31,6396 (pesos), siendo el mínimo precio adjudicado de 31,605 (pesos)”, comunicó la autoridad monetaria.

El traslado al precio minorista fue instantáneo, aunque, como es habitual en una corrida de tal magnitud, establecer un sendero es más difícil porque la disparada fue caótica. Las pantallas de las casas de cambio y bancos del microcentro porteño se actualizaban constantemente y al cierre de la jornada se exhibieron algunas paradojas. El propio Banco Nación fijó el precio del dólar en 34,50 pesos, dos centavos por encima del promedio de las entidades privadas, donde pivoteó en 34,48 pesos.

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Dujovne, sobre la crisis económica: «el único camino es reducir el déficit fiscal»

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, subrayó que el Gobierno está «trabajando en la reducción de las necesidades de financiamiento reduciendo el déficit» y que, para eso, «la meta del 1,3% se convierte en un techo. El único camino es reducir el déficit fiscal».

El funcionario habló minutos después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) emitiera un comunicado en el que reiteró su apoyo al país y aseguró que revisará el cronograma del programa financiero, y tras la abrupta subida del dólar, detalla Infobae.

«Argentina ha llegado a un entendimiento para modificar y reforzar el programa que tenemos acordado con el Fondo de manera tal de despejar toda incertidumbre acerca del financiamiento de Argentina en el año 2019. Estamos trabajando en reducir las necesidades de financiamiento reduciendo el déficit de Argentina con lo cual la meta de 1,3 se convierte en un techo, y vamos a trabajar para que sea menor. De manera tal que tener que emitir menos deuda, de tener menos necesidades de financiamiento», aseguró el ministro a última hora de la tarde ante la prensa acreditada en Casa de Gobierno, en el salón de los Científicos, en el primer piso.

Sin embargo, Dujovne no dio más precisiones de cuál sería la nueva meta fiscal. «Ahora vamos a tener un programa financiero más chico, el déficit va a ser más chico, y vamos a tener mayor financiamiento derivado de la revisión del programa con el Fondo. Aspiramos a una reducción sustantiva del déficit», abundó sin entrar en detalles.

Reuniones

El ministro, que pasó buena parte del día en la quinta de Olivos con sucesivas reuniones, justificó la suba del dólar de este mediodía después del mensaje de Mauricio Macri en la incertidumbre por la ausencia de detalles de la revisión del acuerdo con el FMI.

«El Presidente hizo un anuncio toda vez que ya tenía un entendimiento político, y se vio en la necesidad de anunciarlo antes de que empiecen las filtraciones. El no haber dado los detalles inmediatamente puede haber generado alguna incertidumbre. Pensamos que buena parte de la incertidumbre que reina hoy en la Argentina tenía que ver con nuestro programa financiero del año próximo. Desde junio recibimos shocks adicionales», argumentó.

Y volvió a machacar con la causa de los «cuadernos de las coimas K» que tramitan el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli: «El escándalo de la fenomenal corrupción del gobierno anterior ha frenado el ingreso de capitales transitoriamente en la Argentina».

Lo que vendrá

Según el funcionario, a partir del anuncio de estas horas se va a lograr reducir la volatilidad en los días subsiguientes. «A la mañana teníamos un entendimiento político (con el FMI), no podíamos dar detalles. Nosotros pensamos que toda vez que la incertidumbre va bajando no hay motivos para que la volatilidad que vivimos hoy subsista», insistió.

El ministro no quiso aludir a posibles cambios en las metas de inflación. «Es una decisión del Banco Central que aún no hemos conversado», cerró.

La Gaceta


Lluvia de críticas opositoras luego del anuncio presidencial

La lluvia de críticas del arco opositor al escueto mensaje con que Mauricio Macri buscó calmar y recuperar la confianza de los mercados, anunciando el desembolso adelantado de créditos del FMI, fue todavía más rápida que la desenfrenada corrida cambiaria con que la City le respondió al Presidente. “La confianza más defraudada es la del pueblo argentino”, replicó el bloque de diputados del FpV-PJ y sostuvo que el verdadero inconveniente es “la brutal política económica del macrismo”. Mas tarde el kirchnerismo reclamó la interpelación del ministro de Economía, Nicolás Dujovne, y el titular del Banco Central, Luis Caputo. “Más desembolsos del Fondo sostienen la agonía de políticas fallidas”, dijo el diputado Felipe Solá. “Con sólo un mensaje televisivo para los mercados no se cambia la realidad. El gobierno debería hacer foco en la preocupación de los trabajadores y las pymes”, sumó Pablo Kosiner, que preside el interbloque de diputados del Peronismo Federal. “El modelo económico de Macri es una fábrica de pobres. Argentina está viviendo una crisis profunda, igual o más que la del 2001”, advirtieron el Movimiento Evita y la CTEP en un comunicado conjunto. “Macri nos dio la dosis en envase chico, como el veneno. Se tomó apenas unos segunditos para anunciar que le pidió al FMI un adelanto del préstamo para seguir pagando la deuda a los especuladores. Y que el ajuste al pueblo se redobla”, posteó en las redes sociales Myriam Bregman del FIT.

“El adelantamiento de los fondos por parte del FMI no resuelve el problema. Por el contrario, agranda el déficit externo que a su vez es insuficiente para financiar el déficit comercial y la fuga de capitales. Se repiten recetas del pasado que siempre dieron pésimo resultado: endeudamiento, ajuste y especulación financiera”, argumentaron los diputados del FpV-PJ en un comunicado que siguió al anuncio presidencial.

Tras la trepada del dólar, los diputados kirchneristas reclamaron además la interpelación de Dujovne y Caputo ante el nuevo cuadro de crisis económica. “Las decisiones que viene ejecutando el Gobierno crearon y profundizan una crisis cuyas derivaciones aún no pueden establecerse. Como viene haciéndolo desde el 10 de diciembre de 2015, el bloque del FpV-PJ exige al Presidente Macri a asumir con responsabilidad un cambio del rumbo en un sentido de protección a la soberanía económica de la Argentina y de cuidado al trabajo y la producción nacional”, agregaron en el pedido de interpelación en la Cámara baja.

“Macri repite frases de consultoría sobre ‘la confianza de los mercados’, un pretexto para seguir yendo al FMI, facilitar la fuga, profundizar el ajuste social y el avasallamiento del Estado de Derecho”, agregó luego el jefe de la bancada, Agustín Rossi, en Twitter.

Otro aspirante presidencial del peronismo, el diputado Felipe Solá, que en lo formal pertenece al bloque del Frente Renovador, sumó sus cuestionamientos. “La política impulsada por el Gobierno a través del Ministerio de Hacienda y el Banco Central no resuelve los problemas estructurales, sólo posterga el declive de un modelo económico fallido. Hay políticas que se han agotado por su propio fracaso, como también los funcionarios que las impulsaron”, dijo Solá.

“La deuda se sigue dolarizando y cada vez pagamos más intereses”, sumó su compañero de bloque y economista Marco Lavagna. El diputado le reclamó al Gobierno “cambiar el esquema económico”.

“Instamos al Gobierno a ver la realidad de la Argentina. Para eso es necesario mirar más allá de los mercados y enfocarse en los trabajadores que cada día sufren más para llegar a fin de mes”, sostuvo Kosiner, el dirige la bancada de los federales alineados con los gobernadores del PJ. “Lo que preocupa a la mayoría de los argentinos es el empleo, el salario que pierde contra la inflación, el costo de las tarifas. Lo que preocupa a las pymes es el derrumbe del consumo, el nivel de tasas de interés y que les sigan estirando los pagos”, completó el diputado salteño.

“De acuerdo a la situación social y laboral, y a la incapacidad que tuvo el Gobierno para abordarla, entiendo que el ciclo de Macri está agotado”, manifestó Gildo Onorato, secretario de políticas sociales del Movimiento Evita en el comunicado con que junto a la CTEP manifestaron su apoyo al paro anunciado por la CGT para el 25 de septiembre.

“Hay que nacionalizar la banca para frenar la fuga  de los especuladores que están saqueando el país. Un planteo elemental como parte de un conjunto de medidas para que la crisis la paguen los grandes capitalistas y no los trabajadores”, señaló el diputado Nicolás del Caño (PTS-FIT). El otro integrante del FIT en la Cámara también sumó sus críticas: “El breve anuncio de Macri sólo ha servido para demostrar la impotencia oficial frente a la crisis. Mientras el gobierno reforzaba su endeudamiento para rescatar a los especuladores, mientras ofrece una miseria salarial a los educadores universitarios. Esta es la ‘norma’ del gobierno fondomonetarista”, sostuvo Marcelo Ramal (FIT-PO).

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