Carlos Carrillo, analista colombiano: «El triunfo del uribismo es una seria amenaza para el proceso de paz»

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Entrevista a Carlos Carrillo, analista colombiano

Por Cecilia Escudero, de la redacción de NODAL 

Iván Duque, delfín del expresidente Álvaro Uribe, se impuso en las presidenciales de Colombia al vencer por dos millones de votos al candidato de la izquierda, Gustavo Petro. El triunfo de Duque significa la permanencia de la derecha en el poder pero en su versión más guerrerista. Para comprender las claves de este triunfo conversamos con analista colombiano Carlos Carrillo, docente, investigador y director del portal Al Garete.

¿El uribismo volvió al poder con la victoria de Iván Duque? ¿Cómo evalúa su programa de gobierno?

Sin duda el triunfo de Iván Duque es un triunfo del expresidente Álvaro Uribe Vélez. Hace unos seis o siete meses prácticamente nadie en el país conocía el nombre de Iván Duque. Éste es un senador que comenzó su carrera política hace apenas 4 años con una curul que le dio el expresidente Uribe a dedo. Y durante este tiempo lo modelaron para que sea el candidato del uribismo. Por lo tanto, sí, es un triunfo para el expresidente. Y también para la clase política tradicional colombiana que tuvo que alinearse por completo para lograr derrotar al candidato Gustavo Petro. Nunca había habido una confluencia de todas esas fuerzas de la política tradicional, de todos los caciques regionales, de todos los políticos cuestionados o incluso condenados, no sólo por corrupción si no también por homicidio o por paramilitarismo. En fin, todas las malas prácticas que han gobernado en Colombia en el último siglo se reunieron alrededor de la candidatura de Duque y ganaron.

El programa de gobierno de Duque es más de lo mismo, más de lo que el país ya ha conocido en los últimos 30 años, y que han sido políticas neoliberales, políticas absolutamente sumisas a los mandatos que vengan de los EEUU, del libre comercio, etcétera. Es un programa que tiene un enorme déficit en temas educativos, seguramente continuaremos con programas bastantes cuestionados en este sentido. Y que son los que usualmente destinan fondos no a la educación pública sino a las universidades privadas que hoy están haciendo unos negocios gigantescos gracias a esta visión del gobierno, que podría sintetizarse en que todo, incluso la educación, debe ser privado.

También el programa de Iván Duque hace énfasis en el tema del emprendimiento como si éste fuera una pócima mágica que va a mejorar todos los problemas de la economía. Me parece difícil en una sociedad donde la producción de conocimiento es bastante escasa. No tenemos una industria que genere un valor agregado y un mercado interno rico, por lo que francamente creo que estos programas de emprendimiento terminarán financiando fracasos privados con dineros públicos.

Las Farc ya pidieron a Duque no dañar el pacto de paz ¿cómo vislumbra su actuación en este sentido? ¿su victoria significa un retroceso en el proceso de pacificación?

El triunfo del uribismo es una seria amenaza para el proceso de paz. Así como en octubre de 2016 ganó el NO (en el referéndum de paz) gracias a un montón de mentiras y de una campaña en contra del proceso. Esta vez nuevamente el uribismo gana enarbolando esas banderas de modificar los acuerdos con la guerrilla. Y para peor esto también es una amenaza para el dialogo de paz que actualmente se desarrolla con la guerrilla del ELN. Seguramente habrá modificaciones sustanciales en la manera en que se trate, por ejemplo, la justicia para la paz. En Colombia, hay una nueva Corte que es la Jurisdicción Especial para la Paz que debería encargarse de juzgar a quienes fueron actores en el conflicto y para el uribismo esta justicia especial para la paz es exógena a la Constitución. Ellos hicieron campaña en contra de esto, y creo yo que eso en buena medida obedece a la búsqueda de impunidad del uribismo. Recordemos que el presidente Uribe tiene casi trescientos procesos penales en su contra. Ha sido acusado de ser el determinador de masacres paramilitares, de escuchas ilegales a la oposición, a la Corte, y de muchos casos de corrupción también. Así que lo que él necesita es asegurar la impunidad y sobre todo asegurar que unos actores del conflicto reciban un castigo, pero otros no. Uribe siempre ha sido visto en el país como un hombre proclive a las expresiones paramilitares y lo que buscará este nuevo gobierno del uribismo es asegurar la impunidad, no solamente para Uribe sino para una enorme cantidad de sus socios políticos.

¿Qué significa para América Latina y el Caribe la elección de Iván Duque en Colombia?

Muy probablemente en sus primeros días de gobierno el presidente Duque va a manejar un discurso conciliador. Es muy difícil realmente saber cuáles van a ser sus políticas porque está empeñado. Porque para ser elegido no sólo necesitó el apoyo de su padrino Álvaro Uribe Vélez sino también tuvo que negociar con toda la clase política corrupta del país. Podríamos decir que le debe una vela a cada santo. Sin embargo, buena parte de la campaña la hizo en torno a la situación en Venezuela, reuniéndose con la oposición venezolana y recibiendo el apoyo de figuras como María Corina Machado y Lilian Tintori. El discurso de Duque apuntaba a que si no era él el presidente, pues, cualquier cosa convertiría a Colombia en una segunda Venezuela. Considero y espero que Duque sea prudente en cuanto a la política internacional. Él es un hombre formado en los EEUU, que trabajó en el Banco Interamericano de Desarrollo, con absoluta seguridad pondrá en práctica una política exterior muy en línea con lo que EEUU exija. Será un gobierno completamente sometido, como lo han sido todos los gobiernos colombianos históricamnte. Así, Colombia seguirá siendo un polo hacia la derecha en el continente, y seguirá siendo un estado que va en contravía de los procesos progresistas que se han dado en el resto de América Latina, muy en línea con lo que pasa con Mauricio Macri en la Argentina.


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