Tillerson destaca el “esfuerzo” del Grupo de Lima por “volver a la institucionalidad” en Venezuela
Secretario de Estado de EE.UU. agradece a Perú por “alentar a Venezuela a volver a institucionalidad”
El secretario de Estado de Estados Unidos Rex Tillerson resaltó que el Perú, a través del Grupo de Lima, se ha esforzado por alentar al régimen venezolano a volver a la institucionalidad, en el marco de su encuentro con la canciller peruana Cayetana Aljovín.
“[ Un tema importante ] Es la preocupación que tenemos por la situación política en venezuela, nuestros gobiernos agradecen los esfuerzos de Perú, sobre todo del grupo de Lima para lograr la reconciliación y alentar al régimen a volver a la institucionalidad y permitir al pueblo venezolano que exprese sus voces para elegir a sus líderes”, indicó Rex Tillerson.
“Nosotros hablamos [ con Aljovín ] de este tema y así poder ver qué podemos hacer de manera conjunta para asegurarnos que los venezolanos hagan escuchar sus voces”, aseguró Rex Tillerson.
El 1 de febrero pasado se cumplieron 9 años de la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos y Perú, recordó.
Por ese motivo, el secretario de Estado de EE.UU. resaltó que el comercio entre estos países ha aumentado entre ambos países, desde US$ 9,000 millones el 2009 hasta US$ 14,3000 millones el 2016, casi un aumento del 60%.
Además, Rex Tillerson saludó el “reciente liderazgo” de Perú en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde tomó un asiento. Además, dijo que Perú ha tomado pasos muy importantes para asegurar que Corea del Norte entiende la posición peruana.
También reconoció los pasos que ha tomado Perú en cumplir todas las condiciones para ingresar a la OCDE. “Vamos a apoyar cuando sean anfitriones en la Cumbre de Americas en abril, creo que es una oportunidad espectacular para unir los países contra la corrupción”, agregó.
Acerca del TPP-11 (firmado entre los países que se quedaron en el Acuerdo, luego que el presidente Trump anunció la salida de EE.UU.), Tiller dijo que su gobierno viene evaluando la pertinencia de este acuerdo.
“El TPP es otra arquitectura de comercio, de relaciones comerciales. El presidente comentó que no iba con nuestros objetivos. Tampoco rechaza el TPP-11, el presidente Trump dijo que había que analizarlo. Es un aumento de 60% en el comercio entre nuestro país y los otros”, indicó.
El secretario Tillerson habla de las serias preocupaciones que EE.UU. y Perú comparten sobre situación política en #Venezuela y expresa agradecimiento por el liderazgo de Perú en el Grupo de Lima durante conferencia de prensa con @cayetanaaljovin. pic.twitter.com/8X9xESc7NN
— USA en Español (@USAenEspanol) February 5, 2018
Nicolás Maduro: A Venezuela nadie la amenaza ni la bloquea
El presidente Nicolás Maduro aseveró este lunes que Venezuela superará las amenazas por parte del secretario de Estado de Estados Unidos (EE.UU.), Rex Tillerson, quien intenta impulsar un bloqueo petrolero contra la nación suramericana durante una gira por América Latina.
El mandatario aseveró que «a Venezuela no la amenaza nadie y no la bloquea nadie, ni Rex Tillerson, ni Julio Borges, ni Donald Trump».
«Ha ido (Tillerson) por América Latina a perder el tiempo, ha fracasado en su gira, la propia derecha le dio la espalda», dijo Maduro durante una conferencia de prensa tras reunirse en Caracas con el secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Mohamed Barkindo.
Indicó que su país desea buenas relaciones con EE.UU., pero en caso de querer imponen un bloqueo petrolero, Venezuela expandirá sus negocios con otros países, dispuestos a comprar el petróleo de la nación suramericana.
«Él tiene contra Venezuela el odio, se ve el odio de quien perdió un litigio contra nuestro país, le ganamos a la Exxon Mobil», empresa que estuvo bajo la dirección de Rex Tillerson entre 2006 y 2016.
https://twitter.com/DrodriguezVen/status/960639540900884481
En marzo del año pasado, el tribunal arbitral del Banco Mundial revocó la decisión que ordenó a Venezuela pagar 1.400 millones de dólares en daños a la estadounidense Exxon Mobil Corp, por la nacionalización de sus activos.
En 2007, el Gobierno de Venezuela comenzó a crear empresas mixtas con el sector privado, en las que por ley la mayoría de las acciones en los diferentes proyectos quedaban en manos de la estatal Petróleo de Venezuela (Pdvsa).
La medida dejó de lado la participación de ExxonMobil en las áreas petroleras venezolanas de Cerro Negro y La Ceiba, sin embargo, el Gobierno compensó a la compañía mediante el pago del valor contable de sus activos.
Macri recibió a Tillerson con Venezuela en la agenda pero sin pronunciamientos
El enviado de Donald Trump, Rex Tillerson, estuvo 40 minutos con el presidente Mauricio Macri, en un encuentro íntimo en la quinta de Olivos. No hubo anuncios ni declaraciones a la prensa de la reunión con el secretario de Estado de Estados Unidos, quien está de visita por diversos países de la región.
La lista de temas fue bastante extensa. Desde de la relación económica y comercial, el G20 hasta la situación política en Venezuela. Luego del asado y paso por la Cancillería, el ex directivo de Exxon conversó ayer con Macri sobre una variedad de temas, pero sin que se llegara a un acuerdo sobre las cuestiones que preocupan a la Argentina, como por ejemplo, la apertura para el ingreso de carnes o destrabar la exportación del biodiesel.
«Hablaron de la relación bilateral, pero sobre todo de los temas en los que Argentina tiene interés como en lo económico comercial», relató una fuente del Gobierno. Se puso especial atención al pedido argentino de acceso a la carne, frutas y productos industriales. También hablaron sobre la compra de cerdo a Estados Unidos. «Aún faltan papeles para la aprobación final», reconocieron.
El comunicado oficial difundido por Presidencia ni siquiera menciona la palabra Venezuela, aunque extraoficialmente se informó que formó parte importante de la agenda que analizaron ambos gobiernos. La situación del gobierno venezolano acerca posiciones entre Argentina y Estados Unidos. Fue uno de los temas que no buscaron omitir ni Macri ni Tillerson. Una de las opciones que trascendió en los últimos días es que EE.UU. analiza sanciones que impedirían la venta de petróleo venezolano. Esta opción no fue descartada en la reunión. Desde Cancillería reconocieron que «siguen con atención» la discusión de comprar o no petróleo a Venezuela. Ambos países creen que esa decisión «será un golpe al madurismo, pero también va a repercutir en la gente».
El gobierno venezolano denunció que Tillerson, uno de los hombres de mayor confianza de Trump, incita a un golpe militar contra Nicolás Maduro. En este contexto se sumó Venezuela a las preocupaciones de ambos funcionarios. Argentina ya había dicho que no va a reconocer las elecciones presidenciales venezolanas y considera al gobierno de Maduro una dictadura. Tanto el presidente como el hombre de Texas mencionaron la «importancia de las relaciones de toda la región con los países del Caribe» en cuanto a la incidencia que pueda haber en el posicionamiento a nivel de regional. Apuntan a sumar apoyos a través de la OEA de la que forman parte una gran cantidad de países del Caribe.
La reunión bilateral tuvo lugar en el despacho que Macri acondicionó en Olivos para las jornadas de trabajo fuera la Rosada. A la audiencia se sumaron el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el canciller Jorge Faurie; el embajador argentino en Washington, Fernando Oris de Roa, y la subsecretaria de Asuntos Globales, Paola Di Chiaro.
Como presidente del G-20, Macri incluyó al diálogo la agenda que buscará imponer la Argentina por tener a cargo la conducción del grupo. «No se planteó nada en particular del G-20. Consideraron que es un año relevante para América porque Canadá está al frente del Grupo de los Siete (G-7) y Argentina del G-20. También se realizará la Cumbre de las Américas en la capital peruana, en abril», apuntó un allegado al encuentro.
Paz, coca y Venezuela, los temas de Tillerson en Colombia
El turno le toca a Bogotá. Se espera que en horas de la tarde, el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, aterrice en Colombia después de haber pasado por México, Argentina, Perú, y antes de cerrar en Jamaica su primera gira diplomática por la región.
Los puntos básicos de su agenda se han mantenido invariables en cada una de sus paradas: hay una reunión con el presidente, se evalúa “la relación bilateral y la agenda regional” con el país de turno y se discute sobre temas relacionados con las luchas contra el terrorismo y el narcotráfico. En Colombia, eso hace pensar que el crecimiento de las hectáreas de cultivos ilícitos puede ser un tema obligatorio, y más cuando el viernes pasado el presidente Donald Trump amenazó con cortar la ayuda financiera a los países que no eviten la entrada de drogas a EE. UU.
Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNOCD), en 2016 los cultivos ilícitos en el país crecieron un 52 %, un regreso a las cifras que existían en 2001, una situación que en 2017 ya había merecido un memorando del gobierno estadounidense que, según el documento, consideraba “seriamente denominar a Colombia como un país que ha fracasado demostrablemente en cumplir sus obligaciones en virtud de acuerdos internacionales contra el narcotráfico”. Una amenaza que llevaría al país a la misma lista negra en la que en el momento están Bolivia y Venezuela.
El tema ya se trató en la visita del vicepresidente Mike Pence, en agosto del año pasado. En esa ocasión, el presidente Juan Manuel Santos subrayó la ayuda estadounidense para la erradicación de cultivos ilícitos y se ratificó en su compromiso de seguir reduciendo los cultivos: “Es una tarea titánica, pero la vamos a cumplir”, dijo.
Independientemente de qué tanto se haya avanzado en esa tarea, para Lisa Haugaard, directora ejecutiva del Latin America Working Group, la atención de Estados Unidos en su relación con Colombia debe ir más allá de la erradicación de cultivos: “Si hay una énfasis excesivo en la lucha contra las drogas, mediante el uso de métodos que ya han fallado, no sólo se desperdiciaría una oportunidad excepcional para ayudar a ponerle fin al conflicto, sino que también se le haría un daño a la política antidrogas. Colombia debe invertir en sus regiones afectadas por la guerra y trabajar con sus campesinos para desarrollar medios legales y sostenibles de sustento”.
En busca de consenso sobre Venezuela
El país bolivariano también es otra de las preocupaciones estadounidenses a las que Tillerson podría llegar a referirse en su paso por Colombia. Ya lo hizo en Argentina, donde el secretario de Estado advirtió que, de no adelantarse elecciones presidenciales “libres, justas y verificables”, su país podría aplicar nuevas sanciones petroleras contra el régimen de Nicolás Maduro.
Según lo dio a conocer Tillerson, tanto Estados Unidos como Argentina analizan la posibilidad de prohibir la venta de petróleo venezolano o limitar la cantidad de exportaciones que vienen desde Venezuela. En el anuncio, el secretario de Estado hizo énfasis en que cualquier determinación en ese sentido debía ser precedida por un análisis que determinara los efectos, tanto en la vida de los venezolanos de a pie, como en el resto de países de la región, una muestra de que desde EE. UU. son conscientes de que la crisis ya ha trascendido las fronteras del vecino país y les ha significado a países como Colombia retos específicos frente al manejo del flujo migratorio.
Desde Caracas, Nicolás Maduro respondió con la misma retórica de siempre: “Estamos preparados, Venezuela. Trabajadores de la industria petrolera, nos amenaza el imperialismo, estamos preparados para ser libres y nada ni nadie nos va a detener”.
A pesar de las palabras del mandatario venezolano, un nuevo embargo petrolero entraría a sumarse a las sanciones financieras con las que la Casa Blanca prohibió el año pasado negociar con bonos de endeudamiento emitidos por la petrolera estatal, PDVSA. La mezcla entre un posible embargo petrolero y las sanciones financieras que ya están en pie formarían un coctel difícil de digerir para el régimen de Maduro, que cada día tiene menos opciones para salir de la crisis económica.
“Con nuestros aliados planeamos continuar presionando al corrupto régimen de Maduro para que regrese al orden democrático”, dijo un alto funcionario del Departamento de Estado en una sesión informativa sobre la gira, lo que hace pensar que, a su paso por Colombia, Tillerson también podría anunciar acciones conjuntas, como ocurrió a en su estadía en Argentina. “Tillerson tratará de coordinar esfuerzos con la región con miras a que se impongan sanciones como las de Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea. La idea de Washington es cerrar más el cerco sobre Venezuela”, le explicó a la AFP el analista del Cato Institute Juan Carlos Hidalgo.
Un indicador a corto plazo del éxito de Tillerson en este punto será si Perú, anfitrión de la próxima cumbre de las Américas, decide no invitar a Maduro a la reunión que se realizará el próximo mes de junio.
Hace unos días, durante su visita a México, Tillerson habló sobre los esfuerzos compartidos para enfrentar el crimen organizado. Mientras tanto, el presidente Trump, usaba un tono más mordaz en una reunión con guardias fronterizos en Virginia: “¿Qué hacen México y Colombia y los demás países? Nada ¿De verdad piensan que lo intentan? Inundan de drogas a nuestro país y se ríen de nosotros”.
Las declaraciones contradictorias han hecho que los funcionarios del departamento de Estado que no critican directamente al presidente, subrayen que el discurso positivo de Tillerson refleja la política exterior de Estados Unidos: “Personas diferentes hablan de manera diferente, pero la política no ha cambiado”, dijo el subsecretario de Estado Steve Goldstein.