Jesús Santrich, líder de la Farc: «Ojalá Colombia fuera como Venezuela»

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Por Natalia Martinez.

El exguerrillero de las Farc que ocupará una curul en la Cámara por el Atlántico desde el partido de la Farc, habló en exclusiva con PUBLIMETRO sobre el cumplimiento de los acuerdos, su campaña, las elecciones, el castrochavismo, y mandó un duro mensaje al Eln

¿Cómo va esa incursión en política?

Llevamos haciendo política por más de medio siglo. Ahora la hacemos desde la legalidad, solo que enfrentándonos a un sistema que es absolutamente venal y corrupto. Aun así hemos decidido emprender esta marcha con mucha determinación. Ha habido múltiples dificultades, algunas de ellas como que no hemos tenido financiación del Estado. Se nos han colocado muchos obstáculos y recientemente hay en ascenso una escalada ‘fachista’, de ataques a nuestros candidatos. Afortunadamente, a mí solo me han tirado maicena en los Carnavales de Barranquilla.

Usted va por la Cámara de Atlántico, ¿por qué es tan importante esta región para ustedes?

Yo soy sucreño, sabanero, pero ante todo caribeño. El Atlántico es el epicentro de esa región importante. La representación mía no va por el Atlántico, sino por toda esa región olvidada en donde se concentran problemas de miseria, de desigualdad, de exclusión política. Hay que recordar que el Atlántico es una de las regiones con menos abstención, pero en donde más corrupción hay, más compraventa de votos. Es muy difícil que una representación popular llegue ahí.

Candidatos y congresistas aseguran que ustedes tienen mucha publicidad en las regiones, pero usted me dice que no tienen financiación, ¿qué pasa ahí? 

La nuestra es la campaña más pobre de todas. Por lo menos yo no he pegado el primer afiche en el Atlántico. Se recurre al fiado, a la gente que una vez más nos ha prestado su apoyo. Lo demás son esas calumnias y campaña de guerra sucia que todos los grandes medios de comunicación nos han hecho.

¿Cómo les ha ido con la campaña presidencial de ‘Timochenko’?

Ha sido una campaña muy desigual. Lo que se pactó en La Habana fue superar ese corrupto esquema electoral que hay, y recuerden que el Congreso colombiano, que es lo más corrupto de este país, hundió la reforma política. Así que nos seguimos enfrentando al reto de la corrupción, al reto de desigualdad tremenda, porque el empresariado en Colombia tiene a sus candidatos a los que apoya y ahí no hay desfinanciación. Los que estamos desfinanciados somos nosotros y estamos haciendo la denuncia para que el Gobierno nos cumpla lo pactado en La Habana.

¿Cuáles son sus propuestas al llegar al Congreso?

Nuestra principal propuesta es sacar adelante el proceso de paz. Tenemos grandes iniciativas legislativas para impulsar temas como la gran reforma rural, la representación política, que se adelanten los procesos de sustitución (de cultivos ilícitos), tal y como se pactó, y se reivindiquen a las víctimas.

El Gobierno se llena la boca diciendo que las víctimas están en el centro de los acuerdos, pero no fueron ni siquiera capaces de impulsar las circunscripciones especiales que hundió el Congreso.

Las circunscripciones para víctimas, ¿realmente eran para las Farc?

Esa es una de las grandes mentiras que se han dicho en contra del proceso y de las Farc. Si algo se estaba buscando reivindicar era a las víctimas. La reglamentación que está radicada en el Congreso dice que eran para quienes estuvieran en el registro nacional de víctimas y lamentablemente los guerrilleros aún no están inscritos en ese registro. Es una falacia y una mentira.

¿Cuáles son sus exigencias con respecto al asesinato de líderes sociales?, ¿sí son por líos de faldas?

Cuando se lanzó la Unión Patriótica hubo unos 6000 asesinados, seguramente por líos de faldas, como dijo el ministro (de Defensa). Antes se hablaba de fuerzas oscuras, pero todos sabíamos que era el paramilitarismo encubado desde el corazón del Estado. Hoy hay sistematicidad. La negociación se volvió una asquerosa renegociación, violando el pacto de buena fe. Eso ha derivado en inseguridad jurídica, socioeconómica y personal, que ha dejado 50 asesinatos y que no creo que sean por líos de faldas.

La Comisión Internacional de verificación de DDHH aseguró que solo se ha cumplido 18,5% de los acuerdos de paz, ¿es cierto?

Yo no sé de dónde sacan eso. Eso es una falacia. Aquí no se ha cumplido nada. Por lo menos en mayor nivel. De lo que colocamos como prioritario no se ha cumplido ni el 50%. Esto es culpa del Gobierno y de la extrema derecha que ocupa puestos en el Parlamento colombiano, las altas cortes… todas las instancias normativas. Como la Corte Constitucional, que le dio una puñalada al fast track, como desfiguraron la JEP.

¿Qué opina del ‘castrochavismo’?

Eso es tara de estupidez, pero bien planificada por los sectores de poder de Colombia. Nosotros tenemos un programa que es público en el que dice qué queremos para Colombia, y es hacer una reforma rural integral, darles vivienda, salud, educación y conectividad a las pobrerías. Ese es el castrochavismo que nosotros impulsamos. Ojalá Colombia fuera como Cuba, donde hay salud y educación garantizada. Ojalá fuera como Venezuela, que redistribuyó la renta. Se suele mirar la viga en el ojo ajeno, pero no la propia cuando se habla de miseria y hambre. Por ejemplo, lo que ocurre en el Chocó, en La Guajira, en donde mueren decenas de niños por desnutrición. Tenemos problemas de seguridad terribles, en Venezuela, pese a los problemas, no hubo 217 dirigentes comunitarios asesinados.

¿Gustavo Petro, Humberto de la Calle y Piedad Córdoba son candidatos ‘escondidos’ de las Farc?

(Risas). Humberto de la Calle es y siempre ha sido de derecha. Y creo que los otros candidatos tienen su propio programa, sus propias propuestas. De pronto, no estamos en orillas diferentes, porque cuando se habla de Piedad Córdoba y Petro creo que quieren un país democrático y no lo que ha hecho el régimen, de entregarles los recursos a las transnacionales.

¿Sí pidieron perdón a las víctimas?

La única fuerza que ha pedido perdón y que ha hecho actos públicos en ese sentido es la Farc. Hemos hecho 17 acciones de perdón, como lo de Bojayá, los diputados del Valle, en fin. Es un listado largo. Ningún partido ha hecho eso. El Partido Liberal, el Partido Conservador, que son genitores de esta guerra, en 50 años no han dedicado ni una misa a las víctimas. Entonces se rasgan las vestiduras, cuestionando a las Farc en torno a una guerra que generó el Estado, no nosotros. Nosotros estamos haciendo lo propio.

¿Por qué suspendieron la campaña electoral?

Por todos los intentos de linchamiento de nuestro candidato. Hemos hecho actividades en Armenia, en La Guajira, en Arauca y no recibimos ni un solo improperio, porque la gente quiere la paz y nos han recibido con cariño y con respeto. Pero lo que está ocurriendo ahora es sistemático y planeado. No sé si sabían que en Caquetá, un candidato del Centro Democrático, en presencia del expresidente Álvaro Uribe, vinculado a masacres, arengó e impulsó a sectores intolerantes a que atentaran contra la Fuerza Alternativa.
Por eso, hemos hecho una suspensión indefinida, no les hemos puesto fecha de las actividades públicas y seguimos con las actividades pedagógicas.

¿Qué piensa de la situación del Eln?

Es una fuerza revolucionaria que tiene un proyecto de país y hay que tratar de encontrar el entendimiento con esta organización insurgente. Yo a veces veo que les está pasando lo mismo que a nosotros. El Estado ha incumplido en los pasos que está dando. Y yo creo que el Eln ve lo que ocurre con la Farc, que no se está cumpliendo nada, que nos están asesinando. Yo le sugeriría al Eln que piense muy bien y que condicione lo que vaya a firmar, porque este es un Estado que no cumple con sus obligaciones. Veo malas perspectivas porque lo que ocurre con nosotros no convence a nadie. Le extendemos la mano al Ejército de Liberación y estaremos prestos a ayudar en lo que sea posible, con el fin de encontrar eso que llaman algunos la paz completa.

Publimetro


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