“Papeles de Panamá” y “Papeles del paraíso” – Los Tiempos, Bolivia
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.
Hace un año y medio, cuando en abril del año pasado alrededor de 376 periodistas de 100 medios de 78 países se pusieron de acuerdo para difundir simultáneamente una gigantesca filtración de registros financieros “offshore” del despacho panameño Mossack Fonseca, los ya famosos “Papeles de Panamá”, la noticia tuvo un notable impacto mediático y se supuso algo precipitadamente que también serían grandes los efectos en el mundo político y empresarial.
Nada de eso ocurrió. Por el contrario, no tardaron en apaciguarse las aguas. Las dudas sobre el carácter supuestamente ilegal de ese tipo de transacciones se fueron despejando y el asunto terminó perdiendo interés.
Sin embargo, la publicación de los “Papeles de Panamá” contribuyó a poner en evidencia la existencia de fortunas mal habidas en diferente países del mundo. Los casos más escandalosos fueron los que involucraban a prominentes miembros del Gobierno ruso.
Como contrapartida, el asunto fue con demasiada frecuencia mal utilizado como un arma al servicio de la difamación, la calumnia y la extorsión, lo que fue posible porque con excesiva frecuencia no resulta clara la línea que separa lo legal de lo ilícito.
En otros casos, los menos, los datos provenientes de los “Papeles de Panamá” dieron pie a investigaciones serias enfocadas con mucha precisión en casos concretos. Es lo que hizo, por ejemplo, la periodista maltesa Daphne Caruana Galizia, cuyas pesquisas fueron interrumpidas por la explosión de una bomba en su vehículo el pasado 16 de octubre. Caruana, antes de ser asesinada, seguía la pista de malos manejos en los que habría estado involucrado el Primer Ministro maltés.
Con esos antecedentes, ha sido más cautelosa la reacción mediática que tuvo la publicación, el domingo pasado, de los “Papeles del Paraíso”. La anterior experiencia sirvió para poner más cuidado a la hora de discernir entre lo legal y lo ilegal, a no caer en la tentación del sensacionalismo y, lo más importante, a dirigir la atención hacia la real naturaleza y dimensión de los asuntos que se esconden en los paraísos fiscales y los factores que se suman para hacer de ellos uno de los más preocupantes aspectos de la economía mundial actual.
En el caso de Bolivia, sólo cabe insistir en la necesidad de evitar que la publicación de este tipo de filtraciones se convierta en un elemento distractivo en vez de uno que contribuya al esclarecimiento de los malos manejos. Más aún cuando son tan difusos los límites que separan lo legal de lo que no lo es.