[Entrevista NodalCultura] Raúl Pérez Torres, ministro de cultura de Ecuador: «Mano abierta y multiplicada para todos los sectores de la cultura»

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em>Por Daniel Cholakian – Nodal Cultura

Raúl Pérez Torres fue designado por el presidente Lenin Moreno el 24 de mayo de este año. Si el gobierno de Lenin Moreno puede suponerse como una suerte de continuidad del proyecto de Revolución Ciudadana llevado adelante por Rafael Correa durante sus diez años de gobierno, la presencia del nuevo ministro es en parte un cambio de orientación al frente la política cultural.

Su principal diferencia con las gestiones anteriores están basadas en el rol que la Ley orgánica de Cultura otorga a la Casa de la Cultura Ecuatoriana, fundada por Benjamín Carrión en el año 1944. Pérez Torres fue electo presidente de la misma entre los años 2000 y 2004 y entre 2012 y 2016. En este sentido ha sostenido que la ley vulnera la autonomía de la Casa de la Cultura, debate que fue clave en el proceso de construcción tanto del texto legal como de la instrumentación de la misma, en particular de la constitución del RUAC ( Registro Único de Artistas y Gestores Culturales)

El flamante ministro es narrador, poeta y periodista. En los setenta fue parte de la redacción de la revista “La Bufanda del Sol” y más tarde dirigió la revista “Letras del Ecuador” de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Ha recibido premio nacional José de la Cuadra y el premio Casa de las Américas, que le fue otorgado  en la categoría de Cuento, por su libro En la noche y en la niebla.

Raúl Pérez Torres concedió una entrevista a Nodal Cultura en la que habló de su proyecto al frente del Ministerio, la implementación de la ley a partir de sus cuestionamientos, el rol de la Casa de la Cultura, la cuestión del patrimonio y su modo de pensar la democratización la producción artística.

¿Cuál el proyecto y las perspectivas con las cuales asumió el cargo de Ministro?

Yo he aceptado el ministerio de Cultura a un pedido de nuestro presidente, Lenin Moreno, bajo dos puntos de la filosofía de comportamiento expresada por él repetidas veces. El primero es la mano abierta y multiplicada para todos los sectores de la cultura de nuestra región. El segundo es hacer una cirugía mayor a la corrupción. Dentro de estos puntos yo creo que vamos a desarrollar una gran cantidad de expectativas culturales para todas las regiones de la patria.

Hay otra frase que me impactó mucho de Lenin Moreno cuando hablaba con los indígenas, con los trabajadores, con los estudiantes, que es “nada para ustedes, sin ustedes”. Es decir, la necesidad de plantear conversatorios y asambleas ciudadanas para conversar con la gente. Ya hemos comenzado, yo he estado en Babahoyo, una de las regiones de nuestra patria, para saber sus demandas, para poder juntos trasladar al Estado todas esas necesidades culturales. Fueron muchos años en los que no se han atendido las demandas culturales de nuestro país.

También vamos a hacer una campaña del libro y la lectura en los primeros cien días. Creemos que es necesario que el libro y la lectura lleguen a todos los rincones de la patria. Queremos trabajar con todas aquellas personas que han sido olvidadas y no han tenido voz propia. Lo que queremos no es “llevar” la cultura a los diferentes lugares, sino descubrir, visibilizar esa cultura que está en todos los rincones.

Tenemos mucho que hacer. Estamos implementando el Museo Nacional y una Biblioteca Nacional, que aún no tenemos. Han estado funcionando a medias en la Casa de la Cultura Ecuatoriana, de la que he sido presidente 3 veces, pero con muy poco presupuesto.

Tenemos un museo etnográfico, un museo de música. Dentro de la Casa de la Cultura una cinemateca nacional. Creo que la expresión del cine ha dado un gran salto y los jóvenes tienen que ver con eso. Tenemos que hacer política cultural para los jóvenes, inclusive para ese ocio creativo que necesitamos.

Queremos humanizar la política mediante la cultura, humanizar la economía, humanizar la vida. Estamos viviendo una época de la baratija, del mercadeo y creo que hay que llegar un poco más cerca del corazón de las personas, a la ternura. Despertar esa necesidad de ser buenos. Yo creo que el arte, la literatura, el teatro, el cine, la danza, y en realidad todos los aspectos de la cultura, lo que hacen con el ser humano es sensibilizar su espíritu. Y si uno está sensibilizado, seguramente va a ser más comprensivo, va a ser más bueno, va a ser más profundo como ser humano.

Ecuador ha desarrollado en los últimos años importantes políticas respecto del Patrimonio Cultural. ¿Cuál es mirada sobre este tema en particular?

En este sentido es muy bueno que en los últimos meses se ha aprobado la Ley de Cultura que, a pesar de que contiene algunas fallas, que seguramente serán objeto de reforma, hay un gran capítulo sobre el Patrimonio Cultural ecuatoriano. El mismo trata sobre el cuidado de ese patrimonio, sobre la pertenencia de ese Patrimonio. Estamos trayendo de otros países todo aquello que pertenece al Ecuador y que debe estar en sus museos.

Usted mencionaba la necesidad de llegar a las regiones para incorporar a los distintos actores culturales locales y darles visibilidad, lo que no puedo dejar de vincular con aquella voluntad del ex presidente Correa de descentralizar la cultura, muy hegemonizada por las dos grandes ciudades: Quito y Guayaquil. ¿Cómo cree usted que se lograr que todo el país se convierta en actor de la cultura?

Yo creo que Rafael tenía completa razón en esa apreciación. La cultura está en todas partes, lo necesario es visibilizarla, darle los medios para que se exprese. Para ello tenemos comités, que no solamente van a ser comités provinciales o cantonales para la cultura o las personas que están dentro de ese sector, sino que también los vamos a hacer en los barrios, en las comunidades.

Tenemos diseñado un plan de acción para las visitas que  haremos, yo mismo o los representantes del Ministerio de Cultura, para conversar a propósito de las demandas. Una vez que hayamos conversado, iremos evaluando y presupuestando esas demandas. Debemos multiplicar os espacios públicos para la expresión de la cultura. Para ello tenemos una serie de casas patrimoniales que se las va a utilizar también para la cultura. Son casas patrimoniales recuperadas, que son bellísimas. El patrimonio cultural especialmente de Quito es extraordinario, uno de los más grandes de América Latina

¿Cómo será la relación con los GAD, los gobiernos autónomos descentralizados?

Los gobiernos autónomos descentralizados tienen presupuesto  para la cultura. Con alguno de ellos, como por ejemplo con Gustavo Baroja, hemos conversado por la necesidad de trabajar juntos. Cuando Lenin habla de la mano extendida para todas las personas, estamos hablando de esto. Ahora tenemos un decreto de austeridad por la situación que estamos pasando en toda nuestra América. Pero ello no va a hacer que nos falten los sueños, que nos falten las perspectivas o los proyectos. Un poco de dinero tienen los GADs, otro poco tiene el ministerio y de esa manera tenemos que trabajar en proyectos que tengan que ver con cada una de las comunidades. Yo creo que eso nos va a fortalecer.

En relación con Quito y su riqueza patrimonial, muchas personas advierten sobre los peligros de un proceso de gentrificación de la zona histórica ¿cómo ve usted este intento de avance sobre el patrimonio arquitectónico?

Tenemos un tesoro que es el Patrimonio Cultural. A pesar de que yo digo que el principal patrimonio que tenemos son nuestras luchas libertarias, nuestras luchas revolucionarias.

En Quito contamos uno de los más grande patrimonios coloniales de América Latina y debemos cuidarlo, fortarlecerlo. Tenemos un instituto de patrimonio que depende del Ministerio de Cultura y sin su visto bueno no se puede hacer absolutamente ninguna obra arquitectónica, ni obra pública alguna, como por ejemplo el metro. Todas las obras deben contar con ese aval. Ese instituto es el responsable de lo que suceda con nuestra ciudad patrimonial.

¿Cómo se propone llevar adelante la implementación de la Ley de Cultura recientemente promulgada?

Es un desafío. Yo he defendido en mis tres períodos como presidente de la casa de la cultura una ley que nos ampare a todos, que nos permita la autonomía de la Casa de la Cultura Ecuatoriana y siempre lucharé por esa autonomía. Necesitamos un espacio público de reflexión democrática.

La autonomía no es más que la responsabilidad histórica que cada uno tiene como líder de su comunidad o sector cultural y eso es lo que es la Casa de la Cultura. La Casa ya tiene 73 años, nació bajo la filosofía potente de Benjamín Carrión, como un espacio de crítica, de discusión que no tiene banderías políticas y que es la expresión libre del pensamiento ecuatoriano. Eso voy a defenderlo.

Hay que tratar de hacer reformas a la ley y al reglamento, que también salió a último momento, donde se quitaba el presupuesto de algunos de los núcleos provinciales de la Casa y de la matriz. Sobre esto creo que tenemos que dar una discusión muy fuerte.

¿Cómo se responde a la demanda de incorporación de nuevos artistas y gestores al proceso de apertura de la Casa de la Cultura?

Pienso que se trató un poco mal el Registro Único de Autores y Compositores y gestores culturales (RUAC). Se lo quiso utilizar para las elecciones en la Casa de la Cultura Ecuatoriana. El registro es necesario, hay que hacerlo. Tener un registro único de artistas y gestores culturales es una demanda pública. Nosotros lo necesitamos para el seguro social que ya estamos implementando. Para las prestaciones médicas y otras, debemos contar con el registro de los artistas que hacen su trabajo en el Ecuador. Pero no como un hecho político, sino como beneficio, como ayuda y solidaridad con su trabajo.

¿Cómo continuarán trabajando con la implementación de los fondos concursables?

Hay un grupo de personas que hemos dispuesto para trabajar sobre el tema de los fondos concursables. Porque algo que veo es que, en sentido figurado, tú ayudas a treinta personas y otras ciento cincuenta se convierten en tus enemigos. Quizás hay que democratizar esos fondos. Quizás haya que pensar más en la comunidad, en sus proyectos, que nos alcance para más personas. Creo que ese dinero tiene que ir en beneficio del artista bajo una proyección más democrática de esos proyectos.

Uno de los temas que se estuvieron cuestionando en los últimos meses ha sido la continuidad del FIAVL ¿Habrá edición 2017 del Festival de Artes Vivas Loja?

Desde luego, eso no puede parar. Ese es un pedido lleno de pasión que hizo Rafael Correa en su momento. Él se quedó sorprendido con el Festival de Avignon, que viene desde 1944. Nosotros debemos construir una historia alrededor de este Festival. Loja es una ciudad culta por excelencia, los mejores músicos están allí. Yo viví el primer festival, en el cual la Loja incorporó toda la ciudad al arte, y me pareció que era fue una cosa maravillosa.

Lo que tenemos que cuidar en las formas de contratación que se van a hacer. Estamos a favor del Festival de Loja. Hay que hacer ese Festival,  y también hay que hacer muchos festivales en todo el país.

 
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