Colombia, un destino académico cada vez más apetecido

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Universidades públicas y privadas, así como el Gobierno Nacional, promueven al país como una nueva potencia académica para estudiantes de pregrado y posgrado de todo el mundo. La salud y las ciencias sociales son las áreas más apetecidas.

Históricamente, a la hora de realizar un posgrado, los colombianos se han decantado por ahorrar, conseguir una beca o endeudarse para salir del país y cursar sus especializaciones, maestrías o doctorados en Europa, Estados Unidos, México, Argentina o Brasil. Los motivos son diversos: precios bajos, perfeccionar un segundo idioma y tener la experiencia de cruzar fronteras, pero en la mayoría de los casos se debe a la creencia de que el nivel académico es más alto en estos destinos.

Este último punto es desmitificado semestre a semestre. Aunque evidentemente las competencias en Colombia son inferiores a los demás países de la región en temas de escolaridad, como lo reseña el último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la educación superior está en uno de sus mejores momentos. A diferencia de lo que ocurre en los colegios, las universidades han hecho un trabajo sobresaliente para lograr una nivelación académica global, y los profesionales colombianos tienen gran demanda en el mercado laboral internacional, estando a la par de los egresados de algunas de las universidades más prestigiosas del mundo.

La tarea para conseguir este logro no ha sido fácil, pero los frutos de este esfuerzo se comienzan a ver. Cada vez son más los estudiantes colombianos que se quedan para desarrollar su vida académica e, incluso, cada año llegan miles de estudiantes extranjeros para matricularse en las universidades del país, ya sea para pregrado, posgrado o intercambio. Según cifras de Migración Colombia, en 2016 ingresaron 14.193 estudiantes, mientras que este año la cifra ya supera los 6.500.

¿A qué se debe este avance? Desde 2011 las universidades públicas y privadas, así como el Gobierno Nacional, pusieron en marcha una ambiciosa estrategia para convertir al país en un nuevo destino académico para estudiantes de todo el mundo que, aunque estaban interesados en la oferta de posgrados en Colombia, preferían otros sitios por cuenta del conflicto armado y percepción de inseguridad. Brasil, Corea, China, Japón, Francia, Alemania, Inglaterra, Italia y países de Centroamérica y Latinoamérica, entre otros, están en la mira de las universidades colombianas.

Las dinámicas mundiales y la globalización también han favorecido las cifras en Colombia. Según la Unesco, se estima que para 2025 ocho millones de estudiantes saldrán de sus países de origen en busca de oportunidades académicas. A pesar de que la mayoría se concentrarán en destinos tradicionales como Europa occidental, Estados Unidos y Canadá, los indicadores develan que cada vez son más quienes se inclinan por otro tipo de oferta, como universidades de América Latina.

Sonia Durán, canciller de la Universidad del Rosario, sostiene que el creciente interés por parte de los estudiantes extranjeros por Colombia, frente a otros países de la región, se debe a la visibilidad que se ha logrado gracias a la intención del Gobierno por internacionalizar la educación superior. Iniciativas como “Colombia Challenge Your Knowledge”, la cual busca cambiar la imagen de Colombia por una más positiva, ha tenido grandes resultados para la demanda académica del país.

“Se busca captar la atención de los estudiantes mostrando a Colombia como un país con educación de alta calidad, un nivel de español excepcional, con hospitalidad, diversidad cultural y gran biodiversidad y paisajes. La Alianza del Pacífico ha sido crucial en este tema de aumento de estudiantes extranjeros en Colombia, particularmente por el componente de la libre circulación de personas dentro de la región y los incentivos para los estudiantes”, indicó Durán.

Si bien el número de estudiantes extranjeros en Colombia aún es bajo en comparación con otros países, particularmente Brasil, el número aumenta considerablemente cada año. Datos del Instituto Estadístico de la Unesco dejan ver que Colombia pasó de recibir 2.900 estudiantes de América Latina en 2014 a 3.200 en 2015. Esta cifra muestra un incremento importante, teniendo en cuenta que EE. UU. y Europa occidental pasaron de recibir 800 en 2014 a 900 en 2015; Chile recibió 30 estudiantes de la misma región, y Ecuador, 500.

Las claves para posicionar la educación superior de Colombia en el ámbito internacional, especialmente en los niveles de posgrado, se concentran en tres grandes aspectos: la participación de la academia en el actual contexto político y social del país, especialmente en las dinámicas transicionales del posconflicto; que las universidades colombianas se han posicionado en los escalafones internacionales haciendo visible la calidad y capacidad de recepción de nuevas culturas, y que el costo de vida es más favorable que en otros países de la región.

El trabajo de las universidades

Además de estos puntos diferenciales, que le han dado muy buenos resultados al país, la preocupación de las universidades por mejorar sus estándares de calidad, certificarse a nivel internacional e innovar en los pénsums de sus programas también ha impulsado la llegada de estudiantes extranjeros. Las instituciones colombianas se han preocupado por internacionalizar su planta docente, de tal manera que los estudiantes de otros países encuentren en Colombia la posibilidad de conocer diferentes aspectos académicos en temas de desarrollo social.

La Universidad de los Andes, una de las mejores de Colombia según los escalafones internacionales, es una de las instituciones que más se concentran en posicionar su marca en el extranjero. Durante el primer semestre de este año, un total de 173 extranjeros se pasaron por sus aulas de clase. Cerca del 27 % en el nivel de maestría, siendo administración y las ingenierías las que más extranjeros reunieron.

“Los estudiantes extranjeros ven a la Universidad de los Andes como una institución de alta calidad académica, innovadora y con diversidad de programas. Contamos con profesores de muy alto nivel y alianzas con prestigiosas instituciones educativas en diferentes partes del mundo”, afirma Carl Langebaek Rueda, vicerrector académico.

La Universidad del Rosario, otra de las que han hecho bien la tarea en este tema, recibe aproximadamente 200 estudiantes regulares internacionales. Adicionalmente, la universidad cuenta con un programa de movilidad estudiantil con alrededor de 120 convenios interinstitucionales en países como Francia, Alemania, Holanda, Corea, Canadá, Brasil, entre otros, que permite a estudiantes de pregrado y posgrado realizar estancias desde un mes hasta un año.

Como estos ejemplos, la mayoría de las universidades colombianas trabajan conjuntamente con el Estado para convertirse en un destino apetecido por estudiantes extranjeros, teniendo en cuenta el desarrollo y reconocimiento que ha logrado la educación superior del país.

Aún hay grandes desafíos para terminar de posicionar a Colombia en el panorama mundial, pero se avanza por buen camino. Actualmente la mayor movilidad se da en programas de pregrado, mientras los posgrados se han quedado rezagados. Aquí hay un nuevo reto que afrontar y, entendiendo esto como una oportunidad, las universidades del país ya comenzaron a trazar nuevas estrategias para conquistar un mercado que crece en todo el mundo, a la par del nivel académico de Colombia.

El Espectador

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