Declaración final de la primera reunión de la Coordinación Política de Alba Movimientos

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En el sur del continente, tierras de Evita y el Che, Buenos Aires-Argentina nos encontramos compañeras y compañeros de la Coordinación Política de ALBA Movimientos entre los días 15 y 17 de mayo de 2017, con el objetivo de perfilar el programa político para la integración de los pueblos, un mandato surgido de nuestra II Asamblea Continental, realizada en Colombia el pasado año. En estos días recordamos al internacionalista Chico Alejo, Joaco, asesinado por el fascismo de la derecha venezolana; pero también nos llenamos de alegría por nuestro compañero Oscar López Rivera, quien camina libre nuevamente por las calles de su natal Puerto Rico.

Saludamos el encuentro sostenido con el Secretario General del ALBA TCP, el hermano David Choquehuanca Céspedes con quien trabajamos de conjunto una agenda complementaria entre los gobiernos populares y los movimientos de nuestro continente, para continuar el proyecto de San Martin y Bolívar de la construcción de la Patria Grande y la liberación de nuestros pueblos.

Nos sentimos interpelados porque nuestra primera reunión de la Coordinación Política se empalma orgullosamente con un nuevo ciclo de movilización y lucha del pueblo argentino contra el gobierno neoliberal de Mauricio Macri, fiel lacayo de las políticas del imperialismo yanqui. Un ejemplo más de que la arremetida derechista en nuestro continente ha logrado ganar gobiernos pero no nos han derrotado. Estos gobiernos, como el del golpista Temer en Brasil, no pueden ni podrán estabilizarse ya que no tienen una salida a la crisis sistémica del orden capitalista, que es la verdadera causa del malestar de nuestros pueblos, aunque los poderosos quieran desviar el malestar y rabia hacia los mismos oprimidos, resaltando las diferencias nacionales, étnicas, religiosas y de identidades.

Analizamos que esta crisis genera a su vez una disputa interna entre la elite global por las formas de canalizar el reacomodo económico, geopolítico e ideológico para garantizar que los y las oprimidas paguemos la crisis con nuestros derechos, nuestros territorios y nuestras vidas. Podemos decir que vivimos en una etapa de incertidumbres.

En este contexto, nuestro continente enfrenta una disputa de proyectos hegemónicos donde las derechas locales intentan a cualquier precio romper de manera definitiva con las alternativas soberanistas, populares y revolucionarias para consolidar la posición del imperialismo yanqui en la región.

Como ya mencionamos, se observa un crecimiento de la movilización popular en las calles, frente de lucha y defensa de nuestros derechos. Somos conscientes de que se abre un nuevo periodo de disputa electoral en varios países que junto a la iniciativa constituyente de Venezuela pueden marcar una oportunidad para construir una nueva correlación de fuerzas que permita desde el movimiento popular retomar la perspectiva del ALBA como proyecto de nuestros pueblos para su liberación.

Para colocarnos en condiciones de contraofensiva necesitamos priorizar en este momento el apoyo total a nuestra Revolución Bolivariana como momento defensivo y estratégico al mismo tiempo. De la misma forma, La Paz en Colombia no puede pensarse separado del ataque a Venezuela y el continente. Ambos procesos se interconectan. Por eso ratificamos nuestro acompañamiento militante y fraterno en la defensa de la paz con justicia social en Colombia.

Denunciamos a la OEA y a su Secretario Luis Almagro en su doble vara e hipocresía al hablar de su supuesta preocupación por los Derechos Humanos como estrategia digitada desde Washington para demonizar al gobierno legítimo de Venezuela, a modo de sentar las bases de la desestabilización y posibles intervenciones en nuestro hermano país. Mientras tanto hace oídos sordos e invisibliza que miles de compañeros y compañeras en nuestro continente están siendo asesinados, criminalizados y desplazados.

Convocamos a la conformación de un Tribunal Antimperialista que denuncie y juzgue los crímenes contra nuestros pueblos y la madre naturaleza, así como también impulsaremos una comisión de paz continental.

Para el debate de nuestros pueblos, la articulación en nuestras organizaciones de base, promover las luchas en las calles y la disputa de los programas institucionales de gobierno, estamos proponiendo el desarrollo de seis ejes estratégicos: 1. El internacionalismo solidario, 2. La batalla ideologica y cultural, 3. La defensa de los derechos de la madre tierra y la soberanía de los pueblos, 4. Nueva economía para el buen vivir, 5. La democratización y la construcción de poder popular y 6. Los feminismos populares.

Este programa se enmarca en el desarrollo de un proceso constituyente continental que ponga en debate cuál es el proyecto de sociedad que nos permita superar la crisis a favor de las mayorías oprimidas; y supone el despliegue de una agenda conjunta que dispute de manera simultánea en varios niveles para construir mayorías en Nuestramerica: el de la gobernanza y la institucionalidad, el de las fuerzas populares organizadas e iniciativas de unidad, y la diversidad humana en general que conforma nuestros escenarios nacionales.

El presente es complejo y lleno de incertidumbres, pero tenemos un acumulado de resistencia, luchas y victorias desde hace 500 años que nos dan la certeza de que la victoria está en el horizonte posible.

Venezuela: corazón de nuestramérica

Unidad, lucha, batalla y victoria.

17 de mayo del 2017.

ALBA

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