«No hay base para que yo caiga, que intenten. Si hay una cosa de la que no tengo miedo es de eso. No me atemorizan» – Dilma Rousseff, presidenta de Brasil

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DILMA ENFRENTA CONSPIRACIONES: NO VOY A CAER; NO ME DAN MIEDO

En el auge de la peor crisis desde que llegó al Palacio del Planalto en el 2011, la presidenta Dilma Rousseff desafió a los que defienden su salida prematura del poder a probar que se quedó con una moneda de dinero sucio y afirmó que adversarios que defienden su alejamiento del cargo para el que fue reelecta el año pasado «son un tanto golpistas».

«Yo no voy a caer. Yo no, yo no. No se la voy a poner fácil, es la lucha política», dijo la mandataria en una entrevista con el diario Folha de S.Paulo.

«No hay base para que yo caiga, que intenten. Si hay una cosa de la que no tengo miedo es de eso», prosiguió. «No me atemorizan», reafirmó con el dedo levantado.

Parte de la oposición que lidera el senador Aécio Neves, candidato derrotado en las elecciones del año pasado, han asumido una posición radical y defienden la apertura de un juicio político a la presidenta brasileña debido a prácticas contables cuestionadas por el organismo de control vinculado al Congreso denominado Tribunal de Cuentas de la Unión, que ha objetado la prestación de las cuentas públicas referidas al 2014 por parte del Poder Ejecutivo.

Dilma elogió al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), de su aliado el vicepresidente Michel Temer, y descartó cualquier posibilidad de renunciar.

También comentó un reciente rumor que circuló en internet de que había intentado un suicidio. «Yo no me quise suicidar en el momento en que ellos me estaban queriendo matar (en la cárcel, durante la dictadura militar), ¿a vuelta de qué me querría suicidad ahora?», enfatizó.

La mandataria, quien también elogió a su antecesor y mentor político Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que está «luchando incansablemente para superar un momento bastante difícil en la vida del país».

La presidenta se refirió también a las recientes detenciones de dos de los principales ejecutivos del país, presidentes de las constructoras Odebrecht y Andrade Gutierrez, que consideró un hecho «extraño». «Me gustaría un mayor fundamento para la prisión preventiva de personas conocidas», dijo.

«No me gustó esa parte (del fallo) que decía que ellos deberían ser detenidos porque irían a participar en el futuro del programa de inversión y logística y, por tanto, seguirían delinquiendo. Ahora, el programa no se había licitado. No había nada», expresó.

«Para sacar un presidente de la República, hay que explicar porqué. Confundieron sus deseos con la realidad», puntualizó la mandataria.

Brasil 247

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